Alianzas para un futuro circular

Rafael Sánchez, director de Residuos y Plásticos de Veolia España, y Borja Lafuente, director de Asuntos Públicos de Nestlé, dialogaron durante Future4 Circularity 2025 sobre colaboración empresarial para una economía circular

La conversación entre Rafael Sánchez, director de Residuos y Plásticos de Veolia España, y Borja Lafuente, director de Asuntos Públicos y Sostenibilidad de Danone Iberia, puso sobre la mesa uno de los mensajes clave de la jornada: para que la economía circular funcione, todos los actores de la cadena de valor deben remar en la misma dirección. Desde el impulso normativo hasta el compromiso empresarial y la concienciación ciudadana, avanzar requiere corresponsabilidad, coherencia y colaboración.

Borja Lafuente advirtió del riesgo de un “tsunami regulatorio” que está absorbiendo el tiempo y los recursos de las compañías: “Publicamos reportes de 478 páginas. ¿Quién se va a leer eso? Tenemos que dedicar más tiempo a generar impacto positivo y menos a rellenar burocracias interminables”.

 

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"La sostenibilidad tiene que tener una rentabilidad económica suficiente para que el sistema se movilice", señaló Rafael Sánchez, director de Residuos y Plásticos de Veolia España.

 

Frente a ello, apostó por entender la sostenibilidad como “un valor empresarial, no una carga”, y destacó que la circularidad debe integrarse desde el diseño hasta la logística, como ocurre en su planta de Aldaia (Valencia), donde proveedores, energías renovables y operaciones están alineados para reducir la huella.

Además, Lafuente reivindicó el papel de las administraciones públicas como palanca esencial en la transición, subrayando que “el sector público debe actuar como motor del cambio”. También hizo un llamamiento a no dejar solas a las empresas y a la ciudadanía en este proceso, reclamando un enfoque de corresponsabilidad que implique a todos los actores de la cadena de valor. Rafael Sánchez, por su parte, subrayó que “la sostenibilidad tiene que tener una rentabilidad económica suficiente para que el sistema se movilice”.

Desde Veolia, explicó, el principal reto es ofrecer materias primas secundarias —como el PET reciclado— con prestaciones técnicas adecuadas y precios competitivos. “Las empresas acuden a nosotros en busca de soluciones para alcanzar el vertido cero. En algunos casos, incluso logramos cerrar el ciclo dentro del propio cliente”, apuntó.

Ambos ponentes coincidieron en que la economía circular exige diálogo, planificación conjunta y alianzas de largo recorrido. Como ejemplo, compartieron el caso de éxito entre Danone y Veolia, cuya colaboración ha permitido recuperar ya más de 15.000 toneladas de PET reciclado. A través de la planta TorrePET, Veolia suministra a Danone plástico reciclado de alta calidad para sus envases.

 

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El diálogo también abordó los cambios estructurales necesarios para avanzar en circularidad. Sánchez abogó por un análisis profundo de cada cadena de valor, entendiendo la posición de todos los agentes y estableciendo señales de precio coherentes que incentiven el uso de materiales reciclados. “Si uno solo paga por todos, la economía circular se rompe”, advirtió.

Lafuente, en la misma línea, pidió “abrir un paréntesis” para ejecutar bien lo ya aprobado, actuar con prudencia ante el tsnuami regulatorio y dejar atrás la hipercompetitividad. “Rodéate de buenos compañeros, proveedores y aliados. En exceso, la competencia no ayuda a transitar hacia modelos verdaderamente sostenibles”, concluyó

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