Transformación digital del agua: casos de éxito en cuatro de las mayores metrópolis españolas

En un siglo marcado de manera predominante por el desarrollo tecnológico, el sector del agua se ha sumado a una imparable ola de digitalización que ha cambiado por completo las fórmulas preestablecidas para la gestión de los recursos hídricos
Autor/es
Nuria Suárez
Publicado en
07-06-2023

Desde que empezaran a implementarse las primeras soluciones tecnológicas al ciclo integral del agua, la digitalización se ha impuesto como palanca de impulso hacia una gestión optimizada y sostenible de este recurso pero, ¿de qué manera modifica la tecnología la gestión tradicional del agua urbana? Analizamos cuatro grandes metrópolis españolas de la mano de los representantes de las principales empresas gestoras del agua. Laura Garrote, directora de digitalización y excelencia operativa en Aigües de Barcelona; Elisa Valía Cotanda, presidenta de la EMSHI; Jaime Flores, subdirector de I+D+i de Canal de Isabel II y Leonor Rodríguez Catalán, Jefa de División de Transformación Digital de EMASESA nos exponen de qué manera se está desarrollando una auténtica revolución tecnológica en el ciclo urbano del agua.

 

El crecimiento exponencial de los datos obliga a promover iniciativas que logren transformar estos datos en información útil que facilite la toma de decisiones.

 

Tal y como sugiere Elisa Valía “la digitalización asociada al mundo del agua no es una novedad. Hace años que en la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (EMSHI) trabajamos con este tipo de tecnología. Ejemplo de ello es el gemelo digital, una herramienta valiosa de gran ayuda a la hora de tomar decisiones, capaz de simular escenarios futuros sin afección alguna en la ciudadanía. Asimismo, la gran rapidez a la que se desarrollan nuevos sistemas y la imperiosa necesidad de adaptarse a ellos sí que está de plena actualidad. La emergencia climática y la escasez de recursos hídricos, muy especialmente en la cuenca del Mediterráneo como punto caliente en el cambio climático, fuerza la implementación de sistemas que permitan conocer dónde está cada gota que se inyecta a la red y no perderla”.

 

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Para Aigües de Barcelona la digitalización constituye un eje vertebrador que ayuda a concretar soluciones verdes y transformadoras para mejorar la salud de las personas, las ciudades y el medio. “Tenemos claro que necesitamos ciudades más saludables, inteligentes y resilientes a través de iniciativas que impulsen la descarbonización, la mitigación y adaptación al cambio climático y la gestión de crisis y de episodios climáticos”, comenta Laura Garrote. “La digitalización, a través de la incorporación de nuevas tecnologías contribuye de manera muy significativa a la necesaria transición de una gestión tradicional del agua hacia una inteligente, logrando un cambio de paradigma en los procesos relacionados con la eficiencia en el uso, la reutilización y la minimización del consumo energético en torno a este recurso”.

 

"La digitalización constituye un eje vertebrador que ayuda a concretar soluciones verdes y transformadoras para mejorar la salud de las personas, las ciudades y el medio", afirma Laura Garrote, directora de digitalización y excelencia operativa en Aigües de Barcelona.

 

Hoy en día, el crecimiento exponencial de los datos obliga a promover iniciativas que logren transformar estos datos en información útil que facilite la toma de decisiones. Es por ello que las nuevas tecnologías de información y comunicaciones se erigen como los catalizadores que están facilitando ese desarrollo en el seno de Canal de Isabel II para poder tomar decisiones más rápidas e inteligentes, acortar los plazos de respuesta, ahorrar costes al ser más eficientes, vislumbrar el futuro al poder analizar tendencias o gestionar procesos más resilientes. Todo ello acompañado por un alto potencial de generación de valor empresarial. “La digitalización está presente en la entidad formando parte de su visión estratégica. Así, dentro de nuestro Plan Estratégico 2018-2030 ya incorporamos el ‘plan de transformación digital Canal 4.0’, con el que estamos impulsando las TIC en los procesos de operación, gestión y relación de nuestra empresa con los madrileños; además de implantar tecnologías de automatización avanzadas y soluciones robóticas en todo el ciclo del agua”, apunta Jaime Flores, subdirector de I+D+i de la compañía madrileña.

En el caso de EMASESA, la entidad apuesta por un planteamiento integral de la digitalización, posicionándola como “una nueva capa sobre la gestión del ciclo integral del agua que posibilita su optimización hídrica y energética”. Tal es así, que dentro del Plan EMASESA 2030 han identificado la Transformación Digital como un eje estratégico de actuación necesario para alcanzar sus objetivos, tomando como base la garantía del derecho universal al Agua, la contribución a los ODS, los Principios de gobernanza del Agua (OCDE) y el Pacto Verde Europeo. “En la actualidad afrontamos una nueva revolución industrial, que muchos denominan 4.0 o digital, y que supone un cambio de paradigma en la forma en que las empresas se transforman. Las revoluciones anteriores ponían en el centro a la empresa, al producto, a su calidad o a su coste, pero no a sus usuarios. Esta es la primera vez en que, gracias a la tecnología, además de alcanzar mayor eficiencia en la gestión, podemos dar un salto diferencial en lo que se refiere a la relación que mantenemos con las personas y el compromiso medioambiental”, expone Leonor Rodríguez.

 

"Gracias a la tecnología podremos dar por primera vez un salto diferencial en lo que se refiere a la relación que mantenemos con las personas y el compromiso medioambiental", destaca Leonor Rodríguez, Jefa de División de Transformación Digital de EMASESA.

 

En lo que respecta a Barcelona y su ámbito metropolitano, los mayores avances en la digitalización de la gestión del agua potable se han producido en la sensorización de instalaciones, “potenciando la adquisición de información de dispositivos remotos y correlacionando esa información entre diversos sistemas para ayudarnos a lograr un mayor control en tiempo real, así como en el ámbito metrológico, con un despliegue de contadores inteligentes ya del 70 % del parque de contadores, permitiéndonos prestar un mejor servicio a nuestros clientes. Desde Aigües de Barcelona, fomentamos la implementación de nuevas tecnologías digitales como la Inteligencia Artificial Aplicada, el Big Data y la Internet de las Cosas, con un impacto directo en la reducción de costes operativos y aumento de la seguridad y de la garantía de suministro, además de contribuir a maximizar la reutilización de los recursos en un entorno de emergencia climática y de ayudar a avanzar hacia un modelo de economía circular”, comenta la directora de digitalización y excelencia operativa de la entidad. 

Asentadas sobre estos preceptos, sus principales líneas de trabajo contemplan la creación de “gemelos digitales”, modelos de datos que representan una máquina, una instalación o incluso una infraestructura compleja con toda su información y sus interrelaciones, para probar y optimizar procesos, realizando simulaciones muy cercanas a la realidad sin asumir riesgos sobre activos y/o instalaciones críticas para garantizar el servicio.  Asimismo, también centran su labor en aumentar la disponibilidad de los activos críticos y garantizar una mayor eficiencia en los costes de mantenimiento. “Uno de los retos es integrar el análisis predictivo en la gestión y operación, transformando el Big Data en Smart Data, lo que significa dar valor a los datos, extrayendo la información útil para generar el conocimiento necesario que facilite la toma de decisiones”, añade Garrote.

 

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La EMSHI, por su parte, que suministra agua potable en alta a más de 1,6 millones de personas en València y su área metropolitana, basa su calidad del servicio en la seguridad hídrica y en la sostenibilidad económica y ambiental. “Todos los proyectos que emprendemos tienen necesariamente una mirada sostenible, así es como garantizamos un futuro. La previsión de esta administración es avanzar en digitalización con las estaciones multiparamétricas, que permiten controlar en tiempo real la calidad del agua en diversos puntos de la red de forma remota. También estamos muy centrados en la implantación de la metodología BIM (Building Information Modelling) o la implementación de la inteligencia artificial en la operación del sistema. Como proyecto destacado hemos desarrollado un sistema pionero para detectar fugas de agua mediante fibra óptica tras lograr monitorizar alteraciones en el flujo del agua en su red de distribución en alta a través de la misma, lo que supone un paso de gigante a nivel internacional hacia la gestión sostenible del agua. Esta tecnología aplicada al agua detecta fugas y fallos estructurales en las conducciones, localiza con máxima precisión el punto en el que se está produciendo la pérdida y es capaz de calibrar el alcance de la fuga, así como riesgos por actuaciones próximas a la tubería o incluso intentos de sabotaje o amenazas”.

 

"Resulta esencial insistir en que la digitalización no es el objetivo final, sino el camino para transformar las infraestructuras en sistemas y redes más resilientes, robustas y sostenibles", incide Elisa Valía Cotanda, presidenta de la EMSHI.

 

En el centro del país, la capital madrileña se beneficia de las nuevas funcionalidades que brinda consigo la digitalización. A través de su Plan Smart Water, Canal de Isabel II tiene planeado implantar la telelectura en todo su parque de contadores (más de un millón y medio) en los próximos 4 años, y para ello está instalando equipos de medición capaces de transmitir la información por medio de la tecnología Narrow Band-Internet of Things. A propósito de este tema, Jaime Flores destaca que “en Canal de Isabel II estamos convencidos de que la implantación masiva de la lectura inteligente de contadores no solo redundará en el ahorro de nuestro recurso más valioso, reduciendo además costes operativos, sino que nos acercará a los ciudadanos ofreciendo valor añadido a los servicios que prestamos a 6,5 millones de madrileños. Pasaremos de realizar una lectura cada 2 meses a una cada hora, lo que supone multiplicar por 1440 la información disponible. El tratamiento adecuado de esta información nos proporcionará un conocimiento muy preciso del consumo habitual de los clientes y nos permitirá alertarles si se producen consumos anómalos, fugas o pérdidas en su instalación interior. También nos abrirá la posibilidad de una facturación a la carta, reforzando el compromiso de ofrecer el mejor servicio a nuestros usuarios”.

De manera general, los servicios vinculados con el agua enfrentan los grandes desafíos planteados por la rápida urbanización, el envejecimiento de las infraestructuras, las crecientes expectativas de los usuarios, cada vez más exigentes, y, muy especialmente, el cambio climático. En el caso de Sevilla, a lo anterior se suman periodos de escasez de lluvias cada vez más largos e intensos, por lo que EMASESA ha erigido un ambicioso programa de transformación digital con una cartera de proyectos tecnológicamente innovadores que cubre el ciclo del agua completo, ubicando al usuario en el centro y dándole la relevancia que realmente merece. “Los beneficios aportados por la digitalización nos ayudarán a transformar las capacidades, sistemas y procesos. Permitirán mejorar la eficiencia en el consumo del agua, la eficiencia en el uso de energía y recursos, las decisiones operativas, el control del proceso, la fiabilidad y robustez de los sistemas, la monitorización de los intercambios con el medio o la reducción del impacto ambiental”.

La digitalización es la herramienta principal del PERTE impulsado por el Gobierno de España y que prevé movilizar más de 3.000 millones de euros con el fin de modernizar el ciclo del agua y acabar con las diferentes velocidades entre los municipios respecto al sector. La EMSHI ha acudido a la primera convocatoria de estos fondos europeos junto con otras administraciones y operadores para acelerar un camino hacia la digitalización en el que ya se hallan sumidos. “Todos los indicadores apuntan a la necesidad de que las ciudades sean sostenibles y resilientes, el agua es un recurso tan valioso como escaso y la digitalización es un aliado clave que permite la obtención de datos importantes en tiempo real. Lo que no se conoce no se puede controlar y en este sentido cabe destacar que la digitalización permite conocer dónde está cada gota que se inyecta en la red, pues cada gota cuenta. Ahora bien, resulta esencial insistir en que la digitalización no es el objetivo final, sino el camino para transformar las infraestructuras en sistemas y redes más resilientes, robustas y sostenibles. La ingente cantidad de datos que proporcionan la tecnología y las técnicas digitales deben necesariamente ser procesados e interpretados para poder ser útiles y ayudar en la toma decisiones y aplicarlas con la máxima información posible para la mejora del servicio y en beneficio de la ciudadanía”, asegura la presidenta de la EMSHI.

 

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Por su parte Canal de Isabel II propone, en el marco de los mecanismos de financiación habilitados, alcanzar una digitalización fiable basada en la monitorización continua y completa de todas las fases y los factores de influencia de los componentes del ciclo integral del agua urbana en el ámbito seleccionado de la Comunidad de Madrid. “La digitalización proporciona herramientas para el aprovechamiento de la información que se obtiene de los sensores, convirtiéndose en imprescindible para la optimización de cualquier proceso. En el sector del agua hay grandes oportunidades de mejora en estos aspectos y el PERTE proporciona un excelente marco de actuación para que la transformación digital sea auténtica”, asevera Jaime Flores.

 

"En el sector del agua hay grandes oportunidades de mejora y el PERTE proporciona un excelente marco de actuación para que la transformación digital sea auténtica", destaca Jaime Flores, subdirector de I+D+i de Canal de Isabel II.

 

De igual manera, la EMSHI incide en que desde la administración pública “tenemos la obligación de ser eficientes, de manera que debemos garantizar que toda el agua que se inyecta en el sistema acaba utilizándose y no se desperdicia por el camino. La eficiencia hídrica es un compromiso con el planeta, pero también con la ciudadanía, que debe tener la información suficiente para implicarse y consumir el agua de forma responsable”, concluye Elisa Valía.

Para EMASESA “la contribución del PERTE es crucial. Hablamos de un instrumento para transformar y modernizar los sistemas de gestión del agua en España, tanto en el ciclo urbano como en el regadío y la industria a través de tres herramientas: digitalización, innovación y formación. Sin el apoyo económico del Estado a través de estas ayudas, no podríamos acelerar nuestro proceso de transformación digital”, señala Leonor Rodríguez refiriéndose al despliegue de varios hitos a corto, medio y largo plazo que está ejecutando la entidad para dotar de la tecnología digital necesaria a las distintas áreas que posibilite recabar mayor cantidad y calidad en los datos. “Comenzando con la implantación de un sistema de tele-lectura para conocer diariamente el consumo de cada contador, se reforzará y mejorará la sensorización de las redes de abastecimiento y saneamiento, no solo en el conocimiento del caudal sino también en la calidad del agua que circula e incluso del riesgo de vertido para añadir más niveles de seguridad. También se mejorará la robotización y automatización de procesos productivos como la potabilización y la depuración, contribuyendo con ello la capacidad de producir información relevante en la mejora de la calidad de dichos procesos”.

Dos de los objetivos más significativos que se marcan para este año son el despliegue de nuevos contadores inteligentes individuales que ayuden a los usuarios a conocer su consumo real y mejoren la eficiencia hídrica y el proyecto “El Embalse Digital 5.0: La transformación digital de EMASESA”, implantando un nuevo modelo de cogestión eficiente del ciclo integral del agua que facilite su proceso de adaptación al nuevo escenario de escasez del recurso y de calidad incierta. “Todos estos avances en materia de digitalización tienen su correlato en la transformación cultural de la empresa y las personas que la integran, por lo que se ha creado expresamente una unidad con el propósito de que todas las personas que la conforman estén alineadas y preparadas para el nuevo paradigma de la gestión digital, innovadora, transparente, abierta e inclusiva, con una estrategia de capacitación adecuada para conseguirlo. En EMASESA hemos logrado reducir en un 55% nuestras emisiones de CO2 con respecto a 2015 mediante generación y adquisición de energía limpia, contamos con minicentrales hidroeléctricas para autoabastecernos y generamos energía fotovoltaica”, garantiza Rodríguez.

Transformación digital, inteligencia artificial, innovación y desarrollo sostenible han sido algunos de los términos más relevantes empleados por las cuatro entidades participantes. A raíz de lo expuesto anteriormente, podemos extraer que el futuro de la gestión urbana del agua vendrá marcado en gran medida por una clara disminución del impacto ambiental en la actividad de cada instalación y la puesta en el centro de las demandas del usuario, que gracias al empleo de la tecnología verá satisfechas sus demandas con unos niveles de eficacia y personalización nunca antes vistos. El despliegue de fondos para una verdadera transformación digital del ciclo integral del agua en las ciudades españolas acelerará el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, asegurando unos estándares de calidad y cantidad óptimos para un recurso que, de no ser bien gestionado, terminará por decretarse de manera continuada en estado de emergencia climática.

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