Día Mundial del Agua: promoviendo medidas para enfrentar la crisis de los recursos hídricos

Con ocasión del Día Mundial del Agua, es necesario arrojar luz sobre la enorme labor que aún queda por hacer en el sector del agua y saneamiento. Personas en todo el mundo se reúnen para analizar soluciones e instar a la acci&a
Día Mundial del Agua: promoviendo medidas para enfrentar la crisis de los recursos hídricos
Día Mundial del Agua: promoviendo medidas para enfrentar la crisis de los recursos hídricos
22-03-2017
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Hoy se celebra el Día Mundial del Agua en todo el mundo.

En Marsella, (i) los jóvenes se reúnen para promover proyectos innovadores de emprendedores que se relacionan con el reciclaje del agua en los hogares, la agricultura, la industria y el medio ambiente, y para centrar la atención en la responsabilidad compartida de contribuir a la futura seguridad hídrica en la región del Mediterráneo.
• En Durban, (i) las Naciones Unidas presenta su Informe mundial sobre el desarrollo de los recursos hídricos 2017 (WWDR) titulado “Aguas residuales, el recurso no explotado”, y el Grupo de Alto Nivel sobre el Agua da a conocer la iniciativa "Acceso al agua potable y a servicios de saneamiento para 10 000 millones de personas" con el fin de acelerar la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
• En Roma, (i) el Vaticano lleva a cabo un diálogo sin precedentes para lograr un cambio en la manera que el mundo valora y aprecia el agua, su recurso más valioso.
• En Indonesia, la televisión nacional se concentra en las buenas prácticas de la gestión de los lodos fecales, destacando el nexo entre el saneamiento deficiente y el retraso en el crecimiento, y analizando cómo el país puede lograr la meta del acceso universal a servicios de agua y saneamiento a más tardar en 2019.

En el Día Mundial del Agua (i) se busca promover la adopción de medidas en todo el mundo para enfrentar la crisis de los recursos hídricos.

Unos 20 millones de personas sufren hambre en Somalia, Sudán del Sur, Yemen y el norte de Nigeria, en parte como resultado de una severa sequía registrada en los últimos años y una mala gestión general del agua. Hace dos semanas, en las noticias se informó que más de 100 personas (en su mayoría mujeres y niños) murieron en Somalia porque fueron obligadas, debido a la sequía, a beber agua no apta para el consumo.

Existe un vínculo directo entre la calidad del agua y la salud: el diagnóstico de la pobreza en relación con los servicios de abastecimiento de agua, saneamiento e higiene (WASH) (i) indica que la deficiencia en los servicios de abastecimiento de agua y saneamiento es un factor principal que contribuye al retraso en el crecimiento de los niños. Los niños, que sufren de malnutrición y enfermedades y no tienen acceso a agua limpia, no se desarrollan adecuadamente y, como resultado, su desarrollo cerebral se verá retrasado el resto de sus vidas, lo cual se traducirá en menos oportunidades de empleos e ingresos más bajos. Ellos no tienen una segunda oportunidad en sus vidas para desarrollar su potencial al máximo.

Hoy, se arroja luz sobre la enorme labor que aún queda por hacer en el sector del agua y saneamiento. Más de 3000 millones de personas todavía carecen de acceso a agua potable y saneamiento adecuado, y de estas 663 millones no tienen acceso a agua potable; 2400 millones no cuentan con servicios de saneamiento mejorado y 1100 millones aún practican la defecación al aire libre, propagando diversas enfermedades. La escasez de agua constituye un problema serio en numerosos países, y empeora las situaciones de por sí ya frágiles y provoca más conflictos y violencia. En un estudio analítico llevado a cabo recientemente por el Departamento de Prácticas Mundiales de Agua del Banco Mundial (i) se han proporcionado pruebas empíricas que demuestran el ciclo vicioso del agua y la fragilidad. La inseguridad hídrica puede actuar como un “multiplicador de riesgos”, agravando el problema de la fragilidad al hacer más difícil la prestación de los servicios básicos de abastecimiento de agua, lo que a su vez provoca un aumento de la fragilidad y la migración.

Financiar solo las submetas del ODS 6 (i) sobre agua y saneamiento costará el triple de niveles históricos de financiamiento, que se estiman en USD 114.000 millones al año desde ahora hasta el año 2030. Es probable que la escasez de financiamiento para las submetas en materia de riego y gestión de los recursos hídricos sea de esa misma magnitud, o mayor. En un llamado a la acción, realizado en la Cumbre del Agua 2016 en Budapest, (i) el Grupo de Alto Nivel sobre el Agua instó a realizar una transición a un financiamiento catalizado por fondos públicos que atraiga recursos privados desaprovechados para subsanar el déficit existente.

¿Cómo los países pueden enfrentar los desafíos hídricos y reducir el estrés por falta de agua? La asistencia entregada recientemente por el Banco Mundial a los países incluyó algunas soluciones:

En Líbano, (i) el aumento repentino en la demanda de agua impulsado por la llegada de más de 1 millón de refugiados sirios originó nuevas tecnologías e ideas de vanguardia, que incluyen el uso de tecnologías de seguimiento, y gestión y control de fugas en tiempo real para garantizar el abastecimiento de agua en Beirut. La empresa de agua repara ahora las pérdidas en tiempo real. Como resultado, el volumen total de agua que se necesita es menor que cuando el racionamiento promedio del suministro era de ocho horas al día.

En Filipinas, (i) a través de proyectos de desarrollo y rehabilitación se entregó agua limpia y fresca como parte de la asistencia humanitaria en las zonas afectadas por conflictos en Mindanao. “Antes de que llegara el agua, los cristianos y los mulsumanes eran un poco distantes entre ellos, pero cuando arribó el agua pudimos conversar los unos con los otros”, dijo Nhor, reflexionando acerca de los cambios que se han producido en su comunidad.

En China, (i) se han adoptado medidas integradas para reducir el uso del agua, tales como adaptar sistemas de cultivo para una mayor productividad del agua y cambiar los comportamientos para disminuir el consumo de agua. Por ejemplo, en Hebei se estableció un sistema de pronóstico del riego para recolectar datos sobre temperatura, humedad, velocidad del viento así como de precipitaciones, contenido de humedad del suelo y nivel del agua subterránea. Wang Weizhen, un agricultor local, solía depender de su experiencia para tomar decisiones en materia de riego. Ahora, él revisa la información sobre la humedad del suelo. “Decido cuándo y cuánta agua usar sobre la base de los pronósticos del riego. Esto ahorra agua y horas de trabajo”, dijo Wang.

En India, la ambiciosa iniciativa gubernamental “Misión Swachh Bharat” —o “Misión Limpiar India”— puede constituir un cambio radical en las inversiones en la primera infancia al mejorar los servicios de saneamiento y combatir la alta incidencia de retraso en el crecimiento de los niños en el país.

En Togo, (i) los habitantes de la cuenca del río Mono se unieron para construir obras de infraestructura que controlan las inundaciones. En la actualidad, las temporadas de lluvias en lugar de causar temor son una fuente de riqueza, ya que los aldeanos recolectan y usan el agua.

En Argentina, (i) 85 775 personas obtuvieron acceso a suministro de agua y 229 065 a sistemas de alcantarillado en las zonas más pobres de la provincia de Buenos Aires. Se mejoraron los drenajes en el municipio de Ituzaingó, eliminándose efectivamente el impacto de las inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales. Las nuevas pautas sobre el diseño de las alcantarillas tomaron en consideración toda la cuenca y su ciclo hidrológico, lo que cambió completamente la manera en que la provincia se protege de las inundaciones urbanas.

En Armenia, (i) el Gobierno usó un modelo de alianza público-privada para modernizar los servicios de abastecimiento de agua, lo que aumentó la eficiencia de las operaciones, mejoró la prestación del servicio, y generó una mayor satisfacción de los clientes. Como resultado, el suministro de agua para la capital Yereván subió de solo cuatro horas al día antes de las reformas a 23 horas en promedio en 2015.


Artículo extraido de la página web del Banco Mundial

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