\"El futuro de la igualdad real está en la educación\"

El IIAMA entrevista a Inmaculada Romero, María Pachés y Remedios Martínez, investigadoras del Grupo de Investigación de Evaluación del Impacto Ambiental (GEIA) del Instituto
\"El futuro de la igualdad real está en la educación\"
\"El futuro de la igualdad real está en la educación\"
08-03-2017
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Con motivo del Día Internacional de la Mujer, desde el IIAMA han conversado con las investigadoras del Grupo de Investigación de Evaluación del Impacto Ambiental (GEIA) del Instituto. Una entrevista que permite conocer el punto de vista que tienen Inmaculada Romero, María Pachés y Remedios Martínez sobre los principales retos sociales y laborales a los que se enfrenta la mujer, su opinión acerca de la exigua presencia en cargos directivos, así como las medidas que deben promover para fomentar la igualdad real.

Pregunta: ¿Se encuentra la mujer suficientemente representada en el ámbito científico?

Maria Pachés (M.P):  A nivel investigador la mujer está representada, sin embargo, su presencia en los cargos de responsabilidad es escasa.

Remedios Martínez (R.M): No es simplemente en el mundo de la ciencia es un problema a nivel general. Por ejemplo, la Universitat Politècnica de València (UPV) al ser un centro generalmente de carreras técnicas, éstas eran inicialmente cursadas por hombres, y por ello actualmente son quienes ocupan los cargos de mayor responsabilidad.

Inmaculada Romero (I.R): Nosotras somos la excepción que confirma la regla, ya que nuestro grupo está compuesto íntegramente por mujeres.

- Entonces, ¿son los órganos directivos en la ciencia un mundo para hombres?

I.R: Esto depende del área de conocimiento. En otras ramas de la ciencia el porcentaje femenino es mayor que el masculino. En nuestra universidad, como decía Remedios, hasta hace pocos años el porcentaje de estudiantes mujeres en las carreras era prácticamente inexistente.

Sin embargo, la tendencia está cambiando y la incorporación de las mujeres al mundo de la ingeniería es cada vez mayor. Espero que dentro de unos años, el porcentaje en cargos de responsabilidad se equipare. Hay que acabar con el estereotipo de que las ingenierías son carreras enfocadas a los hombres y enfermería o magisterio a las mujeres.  

- ¿Estáis a favor de un sistema de cuotas como ocurre en Noruega?

R.M: Actualmente pienso que, a igual capacidad y conocimiento, es necesario el sistema de cuotas porque tenemos que romper la tendencia. Una vez se normalice el hecho, de que una mujer puede ocupar un cargo de dirección, las cuotas no serán necesarias.

I.R: No todo se soluciona con un sistema de cuotas, hay otros problemas que son de índole social. Por ejemplo, en muchas ocasiones la realidad diaria de la sociedad hacia las propias mujeres, es un obstáculo. Cuando tu hijo/a se pone enferma en el colegio, ¿a quién llaman primero? A la madre.

Esta es una forma de machismo. Se presupone que la mujer tiene que estar más pendiente del hijo/a que el hombre y nosotras mismas, lo asumimos.  Esta “supuesta responsabilidad innata” que tenemos las mujeres, también ocurre en el caso de la atención hacía nuestros mayores. ¡Deben cambiar los estereotipos de género!

M.P: Lo que comentaba Inma ocurre porque lo perpetuamos las mujeres y lo peor de todo, lo permitimos. Por ello, cuando a la mujer se le plantea optar un puesto de responsabilidad se niega, porque no puede asumir el cargo por las “obligaciones” señaladas anteriormente. Tenemos una “mochila de obligaciones” cargando sobre nuestra espalda.

- ¿Cuál es el futuro para que haya una igualdad real?

M.P: El futuro de la igualdad real está en la educación, impulsándola desde un principio en el ámbito escolar y familiar, para que de este modo, se extienda a todos los campos de la sociedad. El papel de los hombres también es fundamental, se deben implicar en el respeto hacia las mujeres y la igualdad.

I.R: Absolutamente de acuerdo con María. Una reflexión, ¿por qué a nivel general el porcentaje de mujeres que pueden optar a un cargo directivo es muy bajo? Porque no existe igualdad real.

R.M: El cambio también tiene que producirse a nivel mental, que la mujer sepa que la famosa “mochila” debe ser compartida. Seguimos aún en el “período de transición”, las mujeres además de estar en casa también están en el trabajo (asienten Inma y María).

- A nivel general, sorprende que en las universidades haya un mayor porcentaje de estudiantes mujeres, pero luego quien ocupa los cargos sean hombres, ¿qué podemos hacer para cambiar esta tendencia?

I.R: Implicarse y participar en los órganos de dirección. Por ejemplo, en el IIAMA de los 10 grupos de investigación sólo hay una mujer responsable, que sin embargo también es vicedirectora del instituto. Este es el camino, demostrar que tenemos las mismas capacidades.

- ¿Existen barreras para progresar a nivel científico por el hecho de ser mujer?

M.P: Por ser mujer, no. Las mismas dificultades que en cualquier otro ámbito.

I.R: Hablando siempre desde la investigación en el sector de la Administración Pública, yo no he tenido impedimentos ni trabas para poder progresar, pero tampoco ninguna ayuda. En el sector privado, ya lo desconozco.

- En vuestra trayectoria profesional, ¿habéis tenido algún obstáculo por el mero hecho de ser mujer?

R.M. No. 

M.P: Yo tampoco.

I.R. El único obstáculo que puedo haber tenido es a nivel de formación, y me lo impuse yo misma. Por ejemplo, yo tuve hijos y no me fui al extranjero a completar mi formación, mientras que otros compañeros sí que lo hicieron y actualmente, se encuentran ocupando cargos de responsabilidad. A veces me pregunto, ¿si hubiera sido hombre me habría ido?

- ¿Os habéis encontrado con algún caso de machismo en vuestra profesión?

R.M: Por suerte no. En mi trayectoria profesional nunca me he sentido discriminada por ser mujer, ni a nivel investigador ni académico.

M.P: Yo tampoco.

I.R: No son propiamente casos de machismo, pero por ejemplo en las reuniones internacionales donde el porcentaje de hombres es superior al femenino, a la hora del café o descanso, hay hombres que no se acercaban a conversar con las mujeres porque presuponen que los hombres son quienes gestionan los proyectos.

- Por último, ¿es necesario conmemorar el 8 de marzo?

I.R:  El año en que no se celebre el día Internacional de la mujer, significará que hay igualdad.

R.M: Es triste que tengamos conmemorar esta fecha porque esto significa que tenemos que reivindicar los mismos derechos y capacidades que cualquier otra persona. Esto denota que queda mucho camino por recorrer.

M.P: Estoy de acuerdo con Inma, si celebramos este día es porque es necesario, no hay igualdad real. 

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