La huella hídrica protagoniza la VI Jornada de la Cátedra del Agua

La jornada contó con la intervención de Asunción Martínez, miembro del patronato de la Fundación Aquae, quien destacó los objetivos de la fundación y su la voluntad de convertirse “en un referente en el mundo del agua y la gestión sostenible”. “Queda mucho por hacer y mucho por investigar”, afirmó. Y ahí están los Premios de tesis y la Cátedra para demostrarlo.  

La jornada fue presentada por Esther Souto, nueva vicerrectora de Investigación en la UNED, y el papel de la Cátedra en tres ejes cardinales: investigación, transferencia de conocimiento y difusión. 

El encargado de abrir la jornada fue Alberto A. Álvarez López, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UNED, quien destacó el trabajo que ha llevado a cabo la Cátedra desde que se creó en 2013, y presentó como prueba de ello el gran nivel de las investigaciones presentadas hasta la fecha. “El agua es un recurso necesario pero cada vez más escaso”, apuntó, de ahí que la economía del agua sea un tema importante.

Amelia Pérez Zabaleta, directora de la Cátedra, presentó la III edición de los Premios a las mejores tesis doctorales sobre el agua, y destacó el aumento de tesis presentadas (de 6 en la primera convocatoria a 15 en la segunda): “Cuando convocamos los premios no sabíamos que había tantas tesis dedicadas a la economía del agua”, afirmó, “así que esperemos que en esta tercera edición se presenten todavía más”. Y mencionó también las becas pre-doctorales de reciente creación, que “serán sin duda un estímulo para el trabajo de los investigadores”.

Daniel Chico, gestor de proyectos de Water Footprint Network, llevó a cabo la ponencia central de la jornada, en la que expuso el concepto de “huella hídrica” como indicador de sostenibilidad. “La huella hídrica es un indicador numérico que es necesario contextualizar y que nos permite entender qué presión ejercemos sobre los recursos hídricos, para ver cómo los podemos gestionar mejor”. Chico puso como ejemplo dos casos de estudio, uno realizado en varias ciudades latinoamericanas, como Lima, Quito, Recife o La Paz, en el que se trataba de responder a preguntas como “¿Es sostenible la gestión del agua en estas ciudades?” o “¿Cómo les afecta el cambio climático?”; y otro que se llevó a cabo en Oaxaca, una de las zonas turísticas más importantes de México. Aquí se comparó el uso de los recursos hídricos entre la población local y el impacto del turismo. 

Chico acabó su ponencia con una pregunta: “¿Qué modelo energético queremos?” “No se trata sólo de cerrar el grifo”, dijo “hay que pedir acciones colectivas”.