Las emisiones de Sogama siguen disminuyendo y muy por debajo de los límites legales

En el caso de las dioxinas y furanos (ng ITEQ/Nm3), con un límite legal de 0,100, la empresa ha conseguido reducir el valor del año 2015, pasando de 0,007 a 0,002
Las emisiones de Sogama siguen disminuyendo y muy por debajo de los límites legales
Las emisiones de Sogama siguen disminuyendo y muy por debajo de los límites legales
24-10-2016
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En su firme compromiso con el cuidado del medio ambiente y la salud pública, Sogama ha hecho posible que sus emisiones a la atmósfera procedentes de la actividad de la Planta Termoeléctrica, sita en el complejo medioambiental de Cerceda (A Coruña) y en donde se lleva a cabo la valorización energética del combustible derivado de los residuos no reciclables (CDR), se hayan aminorado todavía más durante el primer semestre del año en curso, si bien desde el inicio de su actividad industrial todos los parámetros de emisión han estado muy por debajo de los límites que marca la legislación vigente.

En el caso de las dioxinas y furanos (ng ITEQ/Nm3), con un límite legal de 0,100, la empresa ha conseguido reducir el valor del 2015, que ascendía a  0,007, y situarlo en 0,002.

Respecto a las partículas (mg/Nm3), con un límite legal de 10, han descendido de 2,4 en el año 2015 a 1,5. Y el NOx (mg/Nm3), con un límite legal de 200, ha caído desde 72,9 hasta 61,1.

Esto quiere decir que la actividad industrial de Sogama, no sólo se ajusta de forma rigurosa a la ley, sino que incluso va más allá, garantizando una operativa perfectamente compatible con la protección del entorno.

TECNOLOGÍA Y BUENA GESTIÓN, LAS CLAVES

La adopción de tecnologías de última generación, junto con una gestión empresarial eficaz, eficiente y responsable, constituyen los dos principales factores que han permitido a Sogama llevar a cabo su actividad industrial con absolutas garantías. En el caso de la Planta Termoeléctrica, que cuenta con una potencia instalada de 50 MW, acoge dos calderas de Lecho Fluido Circulante en las que el CDR se pone en contacto con una arena en fluidificación a temperaturas superiores a 850ºC, facilitando con ello una combustión homogénea, estable, completa y de alta eficiencia.

La neutralización de los gases ácidos se consigue con la inyección de dolomita, y una vez enfriados se dirigen a dos líneas de depuración antes de su salida al exterior.

Tras atravesar unos ciclones donde se separan las partículas más gruesas, se utiliza cal apagada y carbón activo para reducir compuestos tales como dioxinas, furanos y metales pesados. Acto seguido, los gases pasan por un filtro de mangas para la recogida de las partículas más finas, siendo enviados a la chimenea mediante un ventilador de tiro inducido.

En el ámbito industrial, cabe recordar que este tipo de plantas son las más vigiladas en sus aspectos medioambientales, estando sometidas a un control estricto y permanente que incluso ha sido reconocido en numerosas ocaiones por grupos ecologistas tales como Los Verdes de Alemania, país que cuenta con más de 70 plantas de estas características.

Se trata de instalaciones que se encuentran perfectamente asentadas e integradas en el entorno de los países europeos más avanzados y respetuosos con el medio ambiente, emplazándose en muchos casos en el propio centro de las ciudades, lo que les permite abastecer a la población más cercana con recursos tan valiosos y necesarios como la electricidad y el calor.

Además, con este sistema han conseguido que sus niveles de vertido sean inferiores al 4%, logrando en algunos casos el vertido técnico cero; unas tasas de las que se aleja España en gran medida, toda vez que tan solo cuenta con 10 plantas de valorización energética en las que se procesan el 12% de los residuos, enviando a vertedero el 55%. Se ha constatado igualmente que los países que más valorizan energéticamente con también los que más reciclan.

ACCESO A LA INFORMACIÓN

Tanto en el laboratorio de la Planta Termoeléctrica como en la sala de recepción del edificio de oficinas de Sogama, los ciudadanos pueden comprobar, a través de equipos informáticos, los parámetros de emisión real en cada momento.

La pulcritud del proceso fue reconocida en su momento por la Comisión Europea, que ya en su informe ex post del año 2012 enfatizaba las garantías medioambientales ofrecidas por la compañía pública gallega, destacando, entre otros aspectos, el pleno cumplimiento de la normativa aplicable.

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