Javier Domínguez asiste en Braga al lanzamiento de un proyecto de compostaje participado por Sogama

El presidente de Sogama, Javier Domínguez, viajó esta semana a la ciudad portuguesa de Braga para participar en el acto de lanzamiento oficial de un proyecto de cooperación transfronteriza Galicia-Norte de Portugal sobre valorización de residuos orgánicos en el que la entidad pública gallega participa como cobeneficiaria.

Bajo el título “Valorización de residuos orgánicos: producción de sustancias húmicas (Res2ValHum)” y enmarcado en el programa INTERREG V-A España-Portugal (POCTEP) 2014-2020, el principal objetivo del proyecto, que cuenta con un presupuesto asignado de 2.108.235,31 euros, permaneciendo en vigor hasta septiembre de 2019, es promover el compostaje industrial como herramienta de gestión de residuos orgánicos, poniendo en valor la utilización del compost resultante en aplicaciones diversas, con la consiguiente reducción de la cantidad de desechos desviados a vertedero.

Además de Sogama, el proyecto aglutina a otras dos entidades gallegas (Universidad de Santiago de Compostela –USC- y Centro de Valorización Ambiental del Norte, S.L –CVAN-) y cuatro portuguesas (Servicio Intermunicipalizado de Gestión de Residuos de Grande Porto –LIPOR-, Centro para la Valorización de Residuos –CVR-, Valorización y Tratamiento de Residuos Sólidos, S.A –BRAVAL- y Universidade do Minho –Uminho-), estando liderado por esta última.

TAREAS Y COMPETENCIAS

El encuentro que tuvo lugar en Portugal  sirvió también para perfilar competencias y concretar las tareas a desarrollar por los socios, entre las que cabría destacar la creación de herramientas de gestión de residuos, la implementación del proceso de compostaje con variación de escala, la realización de ensayos de aplicación del compost y el desarrollo de sesiones técnicas de capacitación, así como de acciones de sensibilización y educación ambiental, entre otras.

Entre las labores a realizar, cabría destacar igualmente la caracterización de  los flujos de residuos orgánicos, así como los factores físico-químicos y microbiológicos que mejoran la producción de compost en reactores piloto e industriales, previéndose la evaluación y optimización del abono resultante a fin de aumentar su contenido en sustancias húmicas.

De acuerdo con los preceptos de la economía circular, el proyecto pretende disminuir el impacto negativo de los desechos sobre el medio ambiente mediante la transformación de los residuos orgánicos en materia prima para la elaboración de fertilizantes biológicos de alta calidad y remediación de suelos contaminados, además de otros posibles usos vinculados a la cosmética y acciones terapéuticas, generando en todo caso productos de gran valor añadido que también podrían abrir la puerta a nuevas áreas de negocio y empleo.

EL COMPOSTAJE EN EL MODELO SOGAMA

En el transcurso de su intervención, Domínguez quiso dejar patente la experiencia de Sogama en el ámbito del compostaje, así como sus objetivos de cara a los próximos años. En este sentido, recordó que la entidad cuenta con más de 200 entidades adscritas a su programa de compostaje doméstico, habiendo distribuido hasta el momento del orden de 7.000 compostadores entre ayuntamientos, centros educativos y colectivos sociales. Una iniciativa con la que la empresa contribuye a alcanzar importantes beneficios ambientales, posibilitando la reducción de la frecuencia de recogida y transporte de residuos, con la consiguiente disminución de las emisiones de CO2, así como económicos, aminorando el importe de la factura que los ayuntamientos deben pagar por su servicio, y sociales, recuperando una práctica tradicional en Galicia  (segregación de la materia orgánica para alimento del ganado y/o elaboración de compost).

Asimismo, el máximo responsable de la compañía se refirió a la planta de compostaje industrial que pondrá en marcha en el vertedero de residuos no peligrosos de Areosa (Cerceda-A Coruña), a la que destinará una inversión de 2,5 millones de euros y que contará con capacidad suficiente para procesar 15.000 toneladas anuales, obteniendo entre 3.000 y 4.000 toneladas de compost.