"El crecimiento de VEGA en el sector del agua ha sido espectacular"
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Desde los años 90, VEGA es el líder mundial en tecnología de medición de nivel radar, así como otros principios de medición como los ultrasonidos, el radar guiado, la radiometría o la medición capacitiva, que completan la tecnología de medición y detección de nivel.
Gracias a toda esta experiencia, independientemente de la aplicación, VEGA tiene una solución disponible. Los sensores de medición VEGA no solo se adaptan, sino que desde la compañía han creado soluciones específicas para cada tarea dentro de la industria.
Con motivo de la presentación de su nueva gama de sensores radar VEGAPULS, una de los buques insignia de la compañía, hemos hablado con Francisco Rey, director técnico de la compañía.
Para comenzar nos gustaría que nos hablara sobre VEGA, ¿cuál es la filosofía de la compañía, objetivos y sectores de actividad?
Los procesos industriales son cada vez más diversos y complejos, por lo que la tecnología de medición requerida para controlarlos y/o supervisarlos debe ser adaptable, fácil de utilizar y altamente fiable. VEGA tiene como objetivo principal desarrollar tecnología innovadora y que marquen la diferencia para afrontar estos retos. Desarrollamos soluciones para las industrias químicas, farmacéuticas, alimentarias, papeleras, aguas y aguas residuales, acuicultura, minería, energía, oil&gas, naval y aviación entre otros.
¿Cómo se ha comportado el negocio de VEGA en el sector del agua durante los últimos tiempos?
La presencia de VEGA en el sector del agua se ha ido incrementando notablemente en los últimos diez años, no obstante desde 2020 nuestro crecimiento ha sido espectacular gracias a los nuevos productos y soluciones lanzados, específicos para este sector y con plazos de entrega muy cortos.
¿Qué productos y mercados están impulsando el negocio de VEGA? ¿Cuál es la estrategia de la compañía?
Los sensores compactos de presión y radar para aplicaciones sin altas demandas han impulsado a la compañía en los últimos años en sectores claves como la alimentación o el tratamiento del agua. No obstante, la necesidad de automatización y seguridad en procesos complejos también ha crecido en otros sectores como el químico o las energías verdes, donde se requieren sensores con altos requerimientos y donde veremos novedades a principios de este mes de marzo.
El Internet Industrial de las Cosas (IIoT) es otra necesidad emergente, a la que VEGA ya se anticipó hace años con el desarrollo de sensores autónomos que proporcionan valores de medida de forma remota. También se han desarrollado plataformas para dar soluciones a distintas necesidades, como el “VEGA Inventory System” para la gestión y planificación de stocks de depósitos y plantas remotas o “myVEGA” donde nuestros clientes disponen de diferentes funciones para gestionar sus activos.
"El radar es la tecnología perfecta para todas las aplicaciones de medida de nivel en este sector".
Recientemente VEGA ha presentado la nueva gama de sensores radar, uno de los productos estrella de la compañía, ¿qué novedades se incorporan?
Estos sensores radar son perfectos para la industria del agua, ya que han sido desarrollados para cubrir todos sus requerimientos. El radar es la tecnología perfecta para todas las aplicaciones de medida de nivel en este sector, insensible a las condiciones atmosféricas y del proceso, pero se requería un equipo competitivo, con un diseño compacto y a su vez que se adaptase a cualquier depósito, balsa, silo o canal fácilmente. Esto lo conseguimos con un solo sensor gracias al amplio abanico de accesorios de montaje disponibles, pero siempre ofreciendo plazos de entrega muy cortos.
Los nuevos VEGAPULS incorporan un diseño nuevo de microchip que emite ondas electromagnéticas a frecuencias de 80GHz, lo que permite una focalidad del haz nunca visto en este tipo de sensores aún con antenas muy pequeñas. El software inteligente para el tratamiento de señales adapta al sensor para ofrecer una medida fiable según la aplicación, independientemente del tipo de producto (líquido o sólido), aplicación, tipo de depósito o montaje.
Todos los VEGAPULS de las series 10-20-30 incorporan comunicación Bluetooth®, por lo que no es necesario ningún accesorio especial para su configuración. La puesta en servicio es rápida y sencilla mediante la app VEGATOOLS instalada en un Smartphone o tableta y conectándonos al sensor mediante Bluetooth®. Uno de los beneficios de usar la tecnología Bluetooth es la reducción de riesgos laborales, ya que se evita tener que acceder a zonas peligrosas o de difícil acceso por la configuración de los sensores.
Con la aplicación VEGATOOLS el usuario no solo puede poner en servicio su sensor, sino que puede acceder en línea a toda la documentación del mismo automáticamente, como por ejemplo el manual de instrucciones. También puede acceder a gran información relacionada con el equipo, como sus características técnicas, fecha de entrega, diagnósticos detallados, etc. El uso de un Smartphone o tableta en línea permite también la posibilidad de una conexión remota por parte del soporte técnico de VEGA de una manera fácil y rápida.
"Los nuevos VEGAPULS incorporan un novedoso microchip que emite ondas electromagnéticas a frecuencias de 80GHz, lo que permite una focalidad del haz nunca visto en este tipo de sensores aún con antenas muy pequeñas".
¿Qué aporta la tecnología radar de VEGA respecto a otras opciones?
La tecnología radar se ha convertido en una de las preferidas para la medida de nivel en todo tipo de productos y aplicaciones por su flexibilidad, fiabilidad y facilidad de uso. Las principales virtudes de esta tecnología es que el sensor mide sin contacto con el producto y que la medida es independiente de las características del producto o de sus variaciones (densidad, conductividad, dieléctrico, …). Sin embargo, conocemos una tecnología muy utilizada en el sector del agua con estas mismas características, los ultrasonidos. ¿Y cuáles son las diferencias? ¿por qué los VEGAPULS están sustituyendo a los ultrasonidos?
Los ultrasonidos miden el tiempo que tarda la onda sonora desde que se emite hasta que se recibe el eco de la superficie del producto. Conocida la velocidad del sonido y medido el tiempo, podemos calcular la distancia (d = v * t). La velocidad del sonido es aproximadamente 343 m/s en la atmósfera terrestre, a una temperatura de 20ºC, con una humedad del 50% y a nivel del mar. ¡Muchas condiciones que difícilmente se darán en nuestras aplicaciones de medida de nivel en procesos industriales! Aquí radica la gran diferencia entre la tecnología radar y los ultrasonidos. Mientras la velocidad del sonido, y por tanto la medida, depende de factores como el tipo de gas, su concentración, la presión, la temperatura o la humedad, la velocidad de las ondas electromagnéticas son virtualmente insensibles a estas condiciones, lo que permite medir de forma muy precisa como es requerido en tanques de almacenamiento o caudal en canal abierto.
"La tecnología radar se ha convertido en una de las preferidas para la medida de nivel en todo tipo de productos y aplicaciones por su flexibilidad, fiabilidad y facilidad de uso".
A veces no es un problema de precisión, si no de fiabilidad o seguridad. Los ultrasonidos no pueden funcionar en depósitos despresurizados o pueden tener problemas de medida con episodios de fuertes ráfagas de aire o lluvia. Las adherencias o las condensaciones también suelen ser un quebradero de cabeza con los ultrasonidos. Un radar puede trabajar en un depósito despresurizado, ya que la onda electromagnética no requiere de un medio, tampoco se ve afectado por el viento, lluvia u otras adversidades climáticas. Los radar VEGAPULS disponen de una función que les hace inmune a las condensaciones y gran parte de las adherencias que nos podemos encontrar en muchos procesos.
En otras ocasiones, las limitaciones de un ultrasonido impiden su utilización. En muchos casos se requiere medir nivel en un depósito muy pequeño o donde pueden alcanzarse niveles de llenados muy altos, como puede ser en el alcantarillado de una población. Los ultrasonidos tienen por definición una zona muerta cercana al transductor, donde el sensor no puede medir. Esto es debido porque el transductor utiliza el mismo elemento para emitir la onda sonora como para recibirla, por lo que cuando el nivel de llenado está cerca del transductor, el eco de la superficie se recibe cuando todavía se está emitiendo. Con un radar esto no sucede, las zonas muertas son muy pequeñas y en algunas aplicaciones con agua inexistentes.
Otra de las ventajas del radar frente al ultrasonido es que el radar es capaz de medir el nivel en el interior de depósitos de plástico desde el exterior. En los tanques de químicos de las plantas de tratamiento de aguas podemos medir el nivel instalando un sensor VEGAPULS en el exterior para que mida el nivel a través del techo de plástico, aislado del ambiente corrosivo y agresivo del interior y permitiendo un montaje seguro para los operarios de la planta.
¿Cómo ha sido la acogida de estas novedades?
Los explotadores de plantas depuradoras, potabilizadoras, desaladoras, alcantarillado suministro de agua potable, embalses y pantanos ya conocían la tecnología radar y de algunas de sus ventajas, pero en muchos casos el coste de este tipo de equipos impedía su utilización para todas las aplicaciones. Ahora, con un radar a precio de ultrasonido y optimizado para este tipo de aplicaciones y requerimientos, los usuarios han acogido al VEGAPULS como la solución ideal, no solo para las aplicaciones complejas, sino también para la medida de nivel en sus aplicaciones cotidianas.
"Con un radar a precio de ultrasonido y optimizado para este tipo de aplicaciones, los usuarios han acogido al VEGAPULS como la solución ideal".