Europea aprueba un Libro Verde sobre la financiación a largo plazo de la economía europea

Europea aprueba un Libro Verde sobre la financiación a largo plazo de la economía europea
Europea aprueba un Libro Verde sobre la financiación a largo plazo de la economía europea
29-12-2015

La Comisión Europea ha adoptado un Libro Verde con el que pone en marcha una consulta pública de tres meses de duración destinada a recabar opiniones sobre la manera de favorecer la oferta de financiación a largo plazo y de mejorar y diversificar el sistema de intermediación financiera para la inversión a largo plazo en Europa. La inversión a largo plazo es un gasto que mejora la capacidad productiva de la economía. Puede referirse a las infraestructuras energéticas, de transporte o de comunicaciones, las instalaciones industriales y de servicios o las tecnologías ecoinnovadoras y de lucha contra el cambio climático, pero también incluye la educación y la investigación y el desarrollo. Europa tiene grandes necesidades de inversión a largo plazo, cuya satisfacción es crucial para apuntalar un crecimiento sostenible. Para financiar sus inversiones a largo plazo, los gobiernos, las empresas y los hogares han de tener acceso a una financiación a largo plazo que resulte previsible.

La crisis financiera ha mermado la capacidad del sector financiero europeo para encauzar los ahorros hacia inversiones a largo plazo. Por ello es indispensable que examinemos qué puede hacerse para mejorar la disponibilidad de fondos a largo plazo; este Libro Verde se centra en el funcionamiento de ese proceso. 

Una de las preguntas importantes a las que hay que responder es si la gran dependencia que ha tenido siempre Europa respecto de los bancos para la financiación de las inversiones a largo plazo debe dar paso o no a un sistema más diversificado, en el que tengan mucho más peso la financiación directa en los mercados de capitales (es decir, la financiación mediante obligaciones y bonos) y la participación de los inversores institucionales (p. ej., los fondos de pensiones) o bien a otras opciones. Las necesidades de financiación de las PYME merecen especial atención, porque estas empresas pueden ser un puntal del crecimiento a largo plazo. Las PYME han de poder acceder a la financiación tanto bancaria como no bancaria.

Las respuestas a la consulta que se inicia hoy ayudarán a la Comisión a determinar qué puede hacerse para superar los obstáculos que dificultan la financiación a largo plazo. La Comisión podría tomar a continuación diversas iniciativas, tanto legislativas como no legislativas.

Según el comisario de Mercado Interior y Servicios, Michel Barnier, «la economía europea se enfrenta a enormes desafíos, entre los cuales se cuentan sus importantes necesidades en materia de inversión a largo plazo. Estas inversiones son fundamentales porque son la base de la innovación y la competitividad, que favorecerán a su vez la recuperación del empleo y del crecimiento sostenible en Europa. Para atender a esas necesidades es preciso contar con financiación a largo plazo. Garantizar que nuestra economía y nuestro sector financiero, incluida la banca e inversores institucionales como las compañías de seguros y los fondos de pensiones, sean capaces de aportar fondos para la inversión a largo plazo es una tarea importante pero compleja. Hemos de determinar qué dificultades obstaculizan la financiación a largo plazo y qué más podemos hacer para superarlas.»

El vicepresidente responsable de Asuntos Económicos y Monetarios y del Euro, Olli Rehn, ha declarado que «está en marcha el necesario proceso de reequilibrio de la economía europea y los mercados financieros deben estar en condiciones de apoyar los cambios estructurales que se suceden con rapidez creciente. Es importante garantizar que el marco para la inversión y la financiación a largo plazo sea lo suficientemente global y flexible para adaptarse a estos cambios con vistas a reforzar el potencial de crecimiento de Europa.»

Contexto

Este Libro Verde trata de la inversión a largo plazo como instrumento de formación de capital material e inmaterial duradero. Muchas inversiones en infraestructuras energéticas, lucha contra el cambio climático, educación, etc., redundan en beneficio de la población en general porque, al apoyar servicios esenciales y mejorar el nivel de vida, tienen para la sociedad una rentabilidad más amplia que otras inversiones. Sus efectos pueden empezar a percibirse también a corto plazo. Estas inversiones permiten a las empresas y a los gobiernos responder a nuevos desafíos económicos, sociales y medioambientales, facilitando la transición a una economía más sostenible e impulsando el crecimiento de la productividad y la competitividad a largo plazo. La evolución observada en lo que respecta al cambio climático y el agotamiento de los recursos naturales vienen a subrayar el desafío que representa el crecimiento sostenible, porque requieren que aumentemos nuestra inversión a largo plazo en energías hipocarbónicas, en infraestructuras, y en eficiencia energética y eficiencia en la utilización de los recursos, en consonancia con el objetivo político de limitar el cambio climático de modo que no sobrepase 2ºC y de disociar el crecimiento económico de la utilización de recursos. La importancia que reviste la financiación a largo plazo para el crecimiento y la creación de empleo ha sido reconocida en el plano internacional por el G?20.

La capacidad de la economía para financiar la inversión a largo plazo depende de la capacidad del sector financiero para canalizar esos fondos con eficacia y eficiencia hacia los usuarios y las inversiones adecuados a través de mercados abiertos y competitivos. Este proceso puede llevarse a cabo por conducto de diversos intermediarios (entre los que se cuentan los bancos, las compañías de seguros y los fondos de pensiones) y mediante el acceso directo a los mercados financieros.

La ratio entre la inversión o el ahorro y el producto interior bruto es más ventajosa en Europa que en otras regiones del mundo. Sin embargo, este dato global oculta el hecho de que los ahorradores y los inversores experimentan en la actualidad mayor incertidumbre, mayor aversión al riesgo y mayor desconfianza, como consecuencia de la situación macroeconómica y de las perspectivas de evolución, lo cual puede tener efectos perdurables, al crear barreras más permanentes a la oferta de financiación a largo plazo.

Una de las principales lecciones que hemos de extraer de la crisis es que, para restablecer la estabilidad financiera y la confianza en los mercados, necesitamos reglamentar y supervisar adecuadamente el sector financiero. En este sentido, la UE ha puesto en marcha un extenso programa de reforma del sector financiero como complemento de una reforma económica y presupuestaria más amplia. La estabilidad financiera es indispensable, pero no es suficiente por sí sola. La modulación cuidadosa del nuevo marco reglamentario y de supervisión debe permitir, en el contexto de una respuesta más global, que el sector financiero apoye efectivamente a la economía real, sin poner en peligro la estabilidad financiera. Partiendo de esta base, la actuación para mejorar la financiación a largo plazo de la economía europea debe abordar toda una serie de factores interrelacionados:

- la capacidad de las instituciones financieras para canalizar la financiación a largo plazo;

- la eficiencia y eficacia con que los mercados financieros ofrecen instrumentos de financiación a largo plazo;

- los factores transversales que hacen posible el ahorro y la financiación a largo plazo; y

- la facilidad con la que las PYME pueden acceder a la financiación bancaria y no bancaria.

Véase también MEMO/13/280

Newsletter

La información más relevante en tu correo.

Suscribirme

Último número