Entrevista

"Para Europa, la economía circular es un plan geoestratégico y de supervivencia para el futuro"

Entrevista a Joan Marc Simon, Director Fundador de Zero Waste Europe
Autor/es
Griselda Romero
04-10-2023
Publicado en

El aumento masivo de los niveles de producción y consumo han llevado a nuestro planeta a acumular cantidades ingentes de residuos que, junto a las prácticas inadecuadas para su gestión, están amenazando seriamente la salud de nuestro planeta y la calidad de vida de las personas, contaminando aire, suelo y agua, y contribuyendo a la degradación de ecosistemas vitales para la biodiversidad.

En un contexto tan crítico como el actual, la adopción de nuevos enfoques se ha vuelto imperativa: mientras en el siglo XX, el objetivo fue minimizar el daño medioambiental mediante la recogida de residuos y su adecuada eliminación; el reto del XXI es atender a los límites planetarios, que nos alertan de la necesidad de repensar las políticas sobre residuos para gestionar adecuadamente los recursos disponibles.

En esta línea surge el movimiento Zero Waste o Residuo Cero, que impulsa el rediseño de productos y servicios, de forma tal que los recursos utilizados puedan ser reducidos, reutilizados y reciclados. Si bien el concepto tiene sus orígenes en los años 80 en California, en Europa no calaría hasta bien entrados los 2000. Se trató, por tanto, de un cambio de paradigma en la percepción de los residuos, que antes podría haberse contemplado como un “futuro distópico”, pero que en la actualidad ha calado hondo y la cuestión ya no es si sucederá, sino cómo y cuándo.

Bajo esta filosofía, comenzó a gestarse en 2006, la red europea de comunidades, organizaciones, líderes locales, expertos y agentes de cambio que trabajan para la eliminación de los residuos en nuestra sociedad: Zero Waste Europe (ZWE).

“Somos la red de ONGs menos al uso, puesto que trabajamos con más de 500 municipios a nivel europeo, en los que levantamos la estrategia “residuo cero”; y con empresas, con las que probamos diferentes alternativas en los procesos para ayudarlas a reducir sus residuos”. Así nos lo explica Joan Marc Simon, Director Fundador de Zero Waste Europe, a quien hemos entrevistado para profundizar en la visión de la entidad respecto a la gestión de residuos, la efectividad de las políticas europeas para enfrentar la transición circular, y los desafíos y oportunidades a enfrentar.

 

La Unión Europea está aumentando la ambición de las políticas en materia de residuos para acelerar la transición hacia la economía circular. ¿Cómo valoráis desde ZWE los pasos que se están dando?

Zero Waste Europe lleva más de diez años trabajando en proyectos de economía circular en Europa. Sin duda, se trata de una buena estrategia, pero no estamos siendo lo suficientemente rápidos. Pese a las numerosas políticas existentes en esta materia, de las que ya deberíamos estar viendo resultados, la circularidad en la Unión Europea aún es inferior al 12%. Si bien es cierto que el reciclaje ha aumentado en la última década, lo ha hecho paralelamente al aumento masivo y descontrolado del consumo y la producción, lo que hace cada vez más difícil el camino hacia la circularidad. Si se hubiesen mantenido los niveles de producción y consumo de hace diez años, seríamos un poco más circulares, pero la realidad es que en la actualidad, consumimos más rápido de lo que circulamos.

 

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¿En qué aspectos creen que se está yendo en buena dirección y cuáles no para lograr los objetivos propuestos en esta materia?

Las políticas a nivel europeo se están planteando bien, lo que está fallando clamorosamente es su implementación a nivel local, donde se están percibiendo pocos cambios. Las leyes existen, y son buenas iniciativas europeas, pero carecen de utilidad si los Estados miembros no las aplican o no lo hacen correctamente. Podemos tomar como ejemplo a España, que pese a las obligaciones de la Directiva Marco de Residuos de separar los residuos orgánicos, aún pierde o destina a vertederos o incineradoras grandes cantidades de materia orgánica, que en su lugar podrían estar compostándose o transformándose en biogás.

 

"Las políticas a nivel europeo se están planteando bien, lo que está fallando es su implementación a nivel local".

 

 

Recientemente han presentado un Whitepaper en el que ponen de relieve la necesidad de repensar las políticas sobre residuos para un uso más sostenible de los recursos, ¿cuáles son las principales líneas de acción propuestas en el documento?

El documento pone de relieve que la percepción sobre los residuos y las políticas que tenemos, que se iniciaron en 1975, están ya obsoletas. Para nosotros, el residuo no es más que un producto que ha llegado al final de su vida; y por consiguiente, un producto mal diseñado se traduce en una pérdida de materias primas. Nuestra propuesta pasa por crear un marco legislativo que, en lugar de mirar separadamente a los residuos de los productos o las materias primas, aplique una visión holística que conecte a todas las partes, pues tratándolos separadamente no se están obteniendo los resultados que podrían si se aplicaran instrumentos bien diseñados.

Ejemplo de esto podría ser el Pasaporte Digital del Producto (Digital Product Passport), que recopila todos los datos sobre un producto y su cadena de suministro, y pone la información a disposición de todas las partes interesadas, para que puedan comprender cómo se ha producido, con qué materiales, cuál es su impacto, su trazabilidad, etc. Esto facilitaría el establecimiento de incentivos sobre el consumo o los precios, y el gravamen sobre lo que es menos sostenible. Asimismo, este tipo de instrumentos deben funcionar conjuntamente y retroalimentarse con otras políticas como la Directiva Green Claims o la Directiva Marco de Residuos.

Otra de nuestras principales reivindicaciones es que debemos atender a los límites del sistema. Sabemos que los recursos son limitados y que nuestro planeta no da para más, por lo que debemos repensar el uso que hacemos de las materias primas. Como he mencionado anteriormente, de nada sirve aumentar el reciclaje, si no conseguimos parar o reducir el consumo y la producción.

El marco climático existe, y es el que establece los límites. Sabemos que la cifra máxima del calentamiento global es de 1,5ºC, y no se trata de un dato arbitrario. Esto significa que tenemos un presupuesto de carbono aproximado de unas 400 gigatoneladas de emisiones, de las que podemos usar 80 para materiales. En los próximos 27 años esta previsto que el plásitco solo emita el equivalente a 125 gigatoneladas de CO2. Mucho más que el presupuesto de carbono disponible para cemento, aluminio, acero y plástico juntos.

El reto está en comprender qué materiales necesita Europa para obtener un buen nivel de vida, y nuestra propuesta consiste en reestructurar el sistema sin rebasar los límites: si queremos consumir más plástico, debemos reducir el consumo de otros materiales como el cemento, acero, etc.

 

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El progreso en materia de economía circular no parece estar siendo significativo, a pesar de las medidas en marcha, ¿qué palancas se hacen necesarias para acelerar esta transición desde vuestro punto de vista?

Lo ideal sería crear los incentivos adecuados para que hacerlo bien sea más barato y más fácil que hacerlo mal. Hoy en día, se continúa subsidiando a los combustibles fósiles o se gravan más los impuestos sobre el trabajo que sobre los combustibles, entre otros muchos ejemplos. Bajo nuestro punto de vista, debería plantearse un cambio impositivo, y un cambio legislativo; y se debería facilitar a ciudadanos, empresas y organizaciones a que tomaran las decisiones más adecuadas. A menos que hagamos que las políticas de la UE se ajusten a su propósito, no podremos alejarnos de los actuales modelos económicos lineales e ineficientes de tomar, hacer, desperdiciar.

 

"Nuestra propuesta pasa por crear un marco legislativo que, en lugar de mirar separadamente a los residuos de los productos o las materias primas, aplique una visión holística que conecte a todas las partes"

 

 

¿Qué oportunidades ofrece entonces la economía circular para Europa?

La economía circular para Europa ofrece la oportunidad de sobrevivir en el mundo que se nos viene encima. Nuestro continente no tiene más recurso que el conocimiento, todos los materiales esenciales nos llegan de fuera. El éxito de la economía circular en Europa, limitando la producción y el consumo, nos permitiría reducir nuestra dependencia del exterior y ser más independientes en el futuro.

 

"La economía circular para Europa ofrece la oportunidad de sobrevivir en el mundo que se nos viene encima"

 

 

¿Cómo valoran la reciente propuesta de la revisión de la Directiva Marco de Residuos?

Las enmiendas han sido insuficientes y han llegado demasiado tarde. La nueva propuesta contempla residuos textiles y alimentarios, con medidas que ya se habían planteado en la última revisión en 2018, y que a estas alturas, ya deberían estar implementadas. Si bien valoramos las iniciativas positivamente, esperábamos una Directiva que marcase el rumbo y las pautas para alcanzar la mayoría de objetivos de reciclaje y prevención establecidos por la UE, algo que de momento, no ha ocurrido.

 

"Las enmiendas han sido insuficientes y han llegado demasiado tarde. Esperábamos una Directiva que marcase el rumbo y las pautas para alcanzar la mayoría de objetivos de reciclaje y prevención establecidos por la UE"

 

 

¿Son optimistas respecto al rumbo que llevará el continente en esta transición hacia la economía circular?

Europa puede ser optimista si se compara con el resto del mundo; pero también debemos ser realistas, sin olvidar que estamos lejos de cumplir los objetivos climáticos y de residuos que nos hemos marcado. En nuestro continente, aún muchos países perciben la economía circular como un plan verde o medioambiental, cuando se trata de un plan geoestratégico y de supervivencia económica para el futuro de Europa. Mencionando nuevamente el caso de España, aunque existe una buena narrativa que apoya la transición circular, no se está llevando a la práctica y en cuanto a la implementación estamos a la cola. La clave en este sentido es la voluntad política, a nivel europeo y local: si empezamos por implementar las políticas y las leyes que ya tenemos, obtendremos grandes avances.

 

"En Europa todavía se percibe la economía circular como un plan medioambiental, cuando se trata de un plan geoestratégico y de supervivencia económica para el futuro"

 

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