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La minería europea se encuentra ante un momento decisivo. La Ley de Restauración de la Naturaleza (UE 2024/1991), adoptada el 17 de junio de 2024, publicada el 29 de julio y en vigor desde el 18 de agosto, marca un rumbo claro: restaurar ecosistemas degradados, proteger la biodiversidad y consolidar un modelo productivo sostenible. Para el sector minero, no se trata solo de cumplir con una obligación legal: es una oportunidad para reinventarse, liderar innovación y generar valor compartido.
Objetivos claros, metas ambiciosas
La ley establece objetivos progresivos y medibles: restaurar al menos el 30 % de los hábitats degradados para 2030, 60 % en 2040 y 90 % en 2050. Los Estados miembros deben presentar sus planes nacionales de restauración antes de 2026, con medidas específicas, indicadores de seguimiento y responsabilidades definidas. Los ecosistemas incluyen bosques, humedales, ríos, suelos agrícolas y zonas urbanas degradadas.
Para la minería, esto significa mucho más que cumplir: es una invitación a integrar la sostenibilidad en el diseño, operación y cierre de los proyectos, convirtiendo la restauración en una ventaja competitiva tangible.
De la extracción a la regeneración
Las minas pueden dejar de ser cicatrices en el territorio y convertirse en espacios vivos, corredores ecológicos, laboratorios de innovación y motores de valor compartido. Incorporar soluciones basadas en la naturaleza, trazabilidad ambiental y economía circular transforma los impactos pasivos en resultados visibles y medibles, posicionando a la minería como un sector moderno, responsable y estratégico.
Ejemplos prácticos:
- Revegetación y biodiversidad: Rio Tinto ha implementado programas de revegetación con especies autóctonas en minas cerradas en Europa, generando corredores ecológicos y aumentando la biodiversidad local.
- Gestión hídrica sostenible y reducción de presas de lixiviación: FLS implementa sistemas de gestión integral del ciclo del agua que permiten reducir, o incluso eliminar, el tamaño de las presas de lixiviación, disminuyendo la presión territorial y mejorando la biodiversidad.
- Eficiencia en el uso del agua: Anglo American ha desarrollado sistemas de reutilización y tratamiento de aguas que optimizan su consumo mientras minimizan impactos ambientales.
- Economía circular de residuos mineros: FLS transforma residuos minerales en materias primas secundarias para construcción o industria química, reduciendo impacto ambiental y generando valor económico.
- Trazabilidad digital: Glencore y FLS aplican sistemas de trazabilidad de minerales para medir la huella ambiental de manera transparente a lo largo de la cadena de suministro.
- Bioingeniería y recuperación de suelos: Veolia acelera la restauración de suelos degradados mediante bioingeniería avanzada, combinando microorganismos y fertilización ecológica.
Un contexto global que exige responsabilidad
Los avances europeos contrastan con los riesgos señalados recientemente por el informe Finance for Transition Mineral Mining is Driving Destruction and Abuse (publicado por The Guardian el 3 de septiembre de 2025). Según este análisis, entre 2016 y 2024 los bancos han prestado o garantizado casi 493.000 millones de dólares a compañías de minerales de transición, mientras que los inversores poseen alrededor de 289.000 millones de dólares en acciones y bonos.
El informe alerta de que casi el 70 % de las minas de minerales de transición se superpone con tierras indígenas o campesinas, y el 71 % se encuentra en regiones de alta biodiversidad. Además, muchas instituciones financieras carecen de políticas ESG sólidas, lo que aumenta los riesgos de deforestación, contaminación, violaciones de derechos humanos y destrucción de ecosistemas en lugares como Brasil, Indonesia, la República Democrática del Congo o Australia.
En este marco, la minería europea regulada por la Ley de Restauración de la Naturaleza se posiciona como un referente posible: demostrar que la transición energética puede y debe ser compatible con la justicia ambiental, la biodiversidad y la regeneración de ecosistemas.
Innovar y colaborar para escalar impacto
La restauración efectiva requiere colaboración: comunidades locales, agricultura, silvicultura y gestión hídrica deben trabajar junto a la minería para lograr resultados integrales.
La tecnología y la cooperación son clave para medir, mejorar y escalar el impacto:
- La trazabilidad digital permite un seguimiento transparente del desempeño ambiental.
- Proyectos intersectoriales, como el “Mine Rehabilitation Fund” en Alemania, integran agricultura y silvicultura para restaurar terrenos mineros y generar ingresos locales.
- La bioingeniería acelera la recuperación de suelos y fortalece los servicios ecosistémicos.
Liderar esta transformación no es solo cumplir la ley: construye reputación, atrae talento y abre acceso a financiación europea. La sostenibilidad deja de ser un coste y se convierte en un motor de negocio y liderazgo.
Beneficios estratégicos
- Financiación europea: fondos LIFE y Horizon Europe apoyan proyectos innovadores y medibles.
- Licencia social y reputación: impactos positivos tangibles fortalecen la relación con comunidades, reguladores e inversores.
- Innovación aplicada: bioingeniería, trazabilidad y economía circular generan ventajas replicables.
- Colaboración intersectorial: trabajar con agricultura y gestión hídrica multiplica el impacto y crea sinergias estratégicas.
Hacia un modelo minero regenerativo
La Ley de Restauración de la Naturaleza ofrece un camino claro: la minería europea puede evolucionar de un modelo extractivo a uno regenerativo, equilibrando desarrollo económico, innovación y sostenibilidad.
En un contexto global donde el financiamiento de la minería de transición muestra graves riesgos sociales y ambientales, Europa tiene la oportunidad de liderar con un enfoque distinto: regenerar en lugar de destruir, integrar en lugar de excluir y demostrar que la transición energética no debe repetirse a costa de comunidades y ecosistemas.
Cumplir la ley no basta: se trata de liderar con visión y acción. Cada hectárea restaurada, cada proyecto innovador y cada colaboración efectiva demuestra que minería y sostenibilidad son un binomio poderoso. La pregunta no es si podemos hacerlo, sino cómo vamos a hacerlo, y la respuesta empieza hoy.

