Josep Rull destaca el éxito del modelo catalán de saneamiento de agua

El consejero de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Catalunya, Josep Rull, inauguró la pasada semana en el Palau Robert la exposición "500 depuradoras: el saneamiento en Cataluña, un modelo pionero", que cuenta la importancia de preservar el buen estado de los ríos catalanes. Han acompañado al consejero la secretaria de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Marta Subirà; el director general de Difusión, Ignasi Genovès; el director de la Agencia Catalana del Agua (ACA), Jordi Agustí, y el director del ciclo de agua de Acciona Agua, Manuel Navarro, entre otras autoridades.

La ACA, con la colaboración de ACCIONA Agua, muestra en esta exposición la gestión del agua que se hace en nuestro país, haciendo un repaso de la evolución del número de estaciones depuradoras activas, de su papel en el saneamiento de las aguas residuales y de cómo contribuyen a mejorar el estado de nuestros ríos y del litoral. La muestra se podrá visitar hasta el 12 de marzo del 2017 en el Jardín del Palau Robert.

El consejero Rull ha querido destacar el papel capital de Cataluña en materia de saneamiento: "Queremos ser un país moderno, plenamente alineado con las directivas comunitarias, como la Directiva Marco del Agua, capaz de progresar y de generar oportunidades de crecimiento y bienestar , pero queremos hacerlo de manera equilibrada y sostenible, con respecto al territorio, a su gente ya su biodiversidad. Hemos cumplido con creces las directivas europeas".

El director del ciclo de agua de ACCIONA Agua, Manuel Navarro, ha puesto el énfasis en el binomio agua y energía: "Hay que avanzar con la "i" de innovación, enfocada a la mejora de la eficiencia en los procesos de depuración, tanto ambientales como energéticos y económicos, reduciendo así la huella de carbono y la emisión de gases de efecto invernadero como el CO2".

Gestión flexible

El agua es un recurso sostenible, frágil y finito que hay que preservar y de lo que hay que hacer un uso responsable. Sólo un 0,007% del agua que hay en nuestro planeta puede destinarse al consumo humano. Cataluña es un país con recursos hídricos limitados y condicionado por el clima mediterráneo, que alterna largos periodos de falta de lluvias con episodios intensos y de corta duración. Esto provoca que en periodos con una pluviometría inferior a la media puedan quedar comprometidas todas las demandas. A esta variabilidad climatológica se suma el cambio climático, que está provocando fenómenos más extremos a los que nos tendremos que adaptar.

Estas condiciones hacen que la Generalitat, a través de la ACA, lleve a cabo una planificación del agua centrada en una gestión flexible de los recursos hídricos, el fomento de la cultura del ahorro y la preservación de los ecosistemas acuáticos.

Sin calidad no hay cantidad

En la planificación hidrológica catalana gana cada vez más importancia una buena gestión de las depuradoras y de los sistemas de saneamiento. Estos permiten, por un lado, depurar las aguas residuales generadas por la actividad humana y, por otro, devolver esta agua tratada a los ríos y al mar.

En la década de los setenta del siglo pasado era habitual encontrar ríos como el Llobregat y el Besós totalmente contaminados, con colores anormales y espumas generadas por la actividad industrial. Muchos ríos catalanes quedaron prácticamente ocultos, apartados y fuera de la vida de las ciudades.

A partir de los ochenta y, sobre todo, en la década de los noventa, se dio un gran impulso a la construcción de sistemas de saneamiento. Este esfuerzo ha hecho posible, durante el 2016, el logro de 500 depuradoras en servicio en Cataluña, que garantizan el saneamiento de más del 97% de la población catalana. Esta importante hito debe consolidarse en el horizonte 2021, cuando se prevé poder desarrollar 1.000 proyectos de saneamiento para pequeños núcleos o poblaciones aisladas.

El futuro, la reutilización

Cataluña sanea anualmente unos 622 hm3 de agua, de los que sólo se reutilizan de forma directa unos 30 hm3 para usos industriales, lúdicos -como campos de golf-, ambientales y de regadío. El resto del volumen se libera en ríos, para alimentar su caudal de agua, y en el mar, que es lo que se conoce como reutilización indirecta.

La reutilización es un proceso más avanzado y refinado de la depuración, a través de lo que se conoce como tratamiento terciario, que permite obtener un agua de calidad. Actualmente, hay dos centros de interés sobre el uso del agua regenerada. Por un lado, el terciario de la depuradora de Vila-seca y Salou (Tarragona), que aporta agua regenerada a las industrias del Camp de Tarragona, liberando agua procedente del Ebro para demandas domésticas. El otro es la Estación Regeneradora de Agua (ERA) de la depuradora del Baix Llobregat, El Prat de Llobregat, que abre la posibilidad de aportar agua regenerada al río para incrementar el caudal del tramo final, que se puede potabilizar posteriormente y que sirve para recargar el acuífero del delta del Llobregat.