Instituciones y entidades de organismos internacionales, gobiernos subnacionales y locales, centros de investigación y otros colectivos implicados en la mejora de la calidad del ambiente exterior, la contaminación acústica y la salud, han adoptado hoy la Declaración de Barcelona por la calidad del aire, la reducción del ruido y la mejora de la salud en las grandes aglomeraciones urbanas. Se trata de un llamamiento a todos los agentes, ciudadanos, colectivos sociales, empresas y administraciones para que, dentro de los respectivos ámbitos de actuación, y en la medida de sus capacidades, impulsen y prioricen actuaciones para reducir la contaminación. Todos se han comprometido a trasladar la declaración en la Unión Europea y la Organización Mundial de la Salud.
La Declaración ha sido el colofón del Simposio Europeo sobre Calidad del Aire, Ruido y sus efectos sobre la Salud en las Aglomeraciones Urbanas, que se ha celebrado en el World Trade Center de Barcelona con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, y que inauguró el consejero de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, y ha cerrado el consejero de Salud, Boi Ruiz.
Han participado representantes de algunas de las principales aglomeraciones urbanas europeas, como Londres, París, Berlín, Milán o Florencia, que presentan problemáticas similares a las de la conurbación de Barcelona en materia de calidad del aire y de ruido ambiental. Todos ellos han expuesto sus experiencias en materia de Poliquin de reducción de la contaminación y han analizado las perspectivas europeas y locales.
Una declaración que insta a la acción
Los promotores de la Declaración forman parte de los departametns de Territorio y Sostenibilidad, y de Salud la Generalitat, el Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL), el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y la Red Air europea (Air quality initiative of Regiones), formada por 13 regiones que representan el 22% del PIB y el 18% de la población (unos 88 millones de habitantes), y de la que Cataluña forma parte desde su creación, en 2011 . La red incluye muchas de las áreas más densamente pobladas e industrializadas de 7 Estados, como Milán, Turín, Bolonia, Rotterdam, Amsterdam, Frankfurt, Stuttgart, Colonia, Londres o Barcelona.
La declaración hace un llamamiento a:
La calidad del aire en la aglomeración de Barcelona
En la mayor parte de Cataluña, (el 97,7% del país) la calidad del aire es buena o muy buena y sólo registra incidencias puntuales, que tienen los orígenes localizados y se está trabajando para la solución de los conflictos. Sólo el ozono troposférico (O3), que es un contaminante secundario, formado a partir de la combinación de diferentes contaminantes precursores en determinadas condiciones atmosféricas, presenta problemas de control.
En la concentración industrial del Camp de Tarragona, con el complejo petroquímico más importante de España, se hace una especial vigilancia y control de los compuestos orgánicos volátiles y otros contaminantes derivados de los procesos productivos de las industrias del sector, que van desde el refinamiento del petróleo hasta la química de base.
Por otra parte, está el territorio formado por Barcelona y 39 municipios más de su entorno, que reúne sólo el 2,3% de Cataluña pero donde viven 4,3 millones de habitantes. Es una de las formaciones urbanas más potentes del Mediterráneo, con infraestructuras logísticas y de comunicación. Estos municipios, que han sido declarados "Zonas de protección especial del ambiente atmosférico", fueron superando de manera persistente los umbrales legislados por la UE de dos contaminantes: el dióxido de nitrógeno (NO 2) y Partículas en suspensión (PM 10 ), aunque en el año 2014 los niveles de PM 10 han sido correctos.
La concentración de población, de actividad económica y de movilidad, y la presencia de grandes infraestructuras logísticas, además de determinados condicionantes, orográficas, climáticas y de estructura urbana motivan esta concentración de contaminantes. El 50% de los contaminantes generados en aqusta área tiene el origen en el transporte terrestre, un 20% en la actividad industrial y el 14% de los óxidos de nitrógeno y el 23% de las partículas en el transporte marítimo; el resto de contaminantes se originan en el transporte aéreo, la generación de energía y el sector doméstico.
Una característica específica de la aglomeración de Barcelona, ??que tiene incidencia en la calidad del aire, es el modelo de uso del suelo y de las tipologías de las calles y de los edificios tipo. En Barcelona y en las ciudades de su entorno hay una gran densidad de población y de vehículos, que concentran las emisiones en un área pequeña, al contrario de lo que ocurre en las regiones no mediterráneas donde predomina un modelo de ocupación del suelo más extensivo con abundancia de verde urbano y, por tanto, la densidad de habitantes y de vehículos que se da es mucho más baja, con lo que las emisiones asociadas se distribuyen en un área más grande.
El otro factor que complica la contaminación en Barcelona y en su entorno se debe al tipo de urbanización del interior de las ciudades donde predominan las calles estrechas y los edificios relativamente altos, que dificultan la dispersión de los contaminantes, ya que cuesta más que se aireen y que el viento disperse las emisiones.
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