EMACSA eleva un 60 % la inversión para modernizar las redes de agua en Córdoba

La Empresa Municipal de Aguas de Córdoba (EMACSA) ha anunciado un aumento del 60 % en la inversión destinada al mantenimiento y modernización de las redes e infraestructuras de abastecimiento y saneamiento de la ciudad.

La partida pasará de 20 a 32 millones de euros, una decisión que, según su presidente, Daniel García-Ibarrola, responde a la necesidad de mejorar la eficiencia del servicio y avanzar en sostenibilidad, adaptación climática y cumplimiento de normativas ambientales.

García-Ibarrola ha explicado que este refuerzo presupuestario forma parte de una estrategia iniciada en 2024, centrada en fortalecer la capacidad de respuesta del sistema municipal de aguas.

“EMACSA ha venido trabajando intensamente en la mejora del servicio, con una apuesta clara por un modelo de gestión sostenible, basado en la prevención y en la optimización de la infraestructura municipal”, señala el también teniente de alcalde de Sostenibilidad y Medio Ambiente.

Un compromiso reforzado ante los desafíos climáticos

El presidente de EMACSA ha subrayado que la ciudad necesita redes más robustas y preparadas para los desafíos actuales y futuros derivados del cambio climático, así como para proteger el entorno natural. “Este refuerzo nos permitirá avanzar en un servicio más eficiente, más seguro y plenamente alineado con los criterios de sostenibilidad”, ha añadido.

También ha recordado que el incremento inversor responde a la subida generalizada de los costes operativos del sector y a la entrada en vigor de nuevas normativas que exigen adaptaciones técnicas.

“Nuestro objetivo es que Córdoba cuente con un sistema de abastecimiento y saneamiento robusto, moderno y capaz de crecer de forma sostenible”, ha afirmado.

Actuaciones previstas y tecnología para mejorar la gestión

El nuevo plan incluye mejoras en las redes, intervenciones en instalaciones del ciclo integral del agua y la incorporación de tecnología avanzada para reducir incidencias, optimizar recursos y mejorar la protección ambiental.

El foco se dirigirá principalmente a la red de saneamiento y a las aguas residuales, áreas que requieren una actualización para garantizar la resiliencia del sistema.