
La aridificación ya afecta al 40 % del planeta y amenaza a más de 2.300 millones de personas, según la UNCCD
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El avance de la aridificación —el proceso mediante el cual las zonas áridas del planeta se expanden de manera permanente— ya afecta al 40,6 % de la superficie terrestre y amenaza directamente a más de 2.300 millones de personas, según el último informe de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD). La organización advierte de que, sin medidas urgentes, esta tendencia podría duplicar el número de personas expuestas antes de final de siglo y generar impactos devastadores sobre ecosistemas, medios de vida y estabilidad socioeconómica.
A diferencia de la sequía, que es un fenómeno transitorio, la aridificación implica un déficit hídrico sostenido en el tiempo y está remodelando paisajes, reduciendo los recursos hídricos disponibles y aumentando la vulnerabilidad de comunidades enteras. Ante esta situación, un grupo de investigadores internacionales, coordinados por Sergio Vicente-Serrano (Instituto Pirenaico de Ecología - CSIC), ha publicado en Nature Water un artículo de llamada a la acción política coordinada a escala mundial, con medidas adaptativas y una nueva gobernanza climática basada en la cooperación.
Medidas clave: vigilancia, adaptación e integración de políticas
Entre las recomendaciones destacadas por el equipo científico se encuentra la necesidad de mejorar la monitorización tanto de la aridez como de las sequías, para comprender sus impactos y construir un marco global de respuesta. También subrayan la urgencia de desarrollar estrategias de adaptación innovadoras, capaces de responder a las especificidades locales pero que estén alineadas con objetivos internacionales. La cooperación interregional y el intercambio de conocimiento son considerados elementos clave para aumentar la resiliencia de los territorios afectados.
Además, los autores critican la fragmentación actual de las políticas relacionadas con sequía, gestión del agua y degradación del suelo.
"Muchos países actúan con medidas reactivas a corto plazo, en lugar de apostar por una combinación global de estrategias proactivas", advierte Vicente-Serrano.
Por ello, reclaman una financiación adecuada, un marco de gobernanza justo y mayor concienciación pública para evitar que la aridificación agrave las crisis de agua y alimentos, desplace a millones de personas y exacerbe los conflictos geopolíticos.
La aridez, una amenaza creciente en escenarios de cambio climático
Las proyecciones para las próximas décadas muestran una tendencia clara de expansión de las zonas áridas en grandes regiones del mundo, en especial bajo escenarios pesimistas de cambio climático. En esas condiciones, el número de personas afectadas por la aridificación podría superar los 5.000 millones a finales del siglo XXI, una cifra que alerta de la magnitud del reto a escala global.
El informe insiste en que la ventana de oportunidad para actuar se está cerrando rápidamente y que, sin una respuesta firme por parte de los gobiernos y organismos internacionales, será cada vez más difícil frenar sus efectos y proteger a las poblaciones más vulnerables. La comunidad científica señala que este fenómeno debe ser tratado como una prioridad global, no solo por sus implicaciones ambientales, sino por su impacto directo en la estabilidad social, económica y geopolítica.