La Comunidad de Madrid incrementa un 15% la producción de estruvita en la EDAR Sur en 2024
Canal de Isabel II ha producido más de 4.000 toneladas de este fertilizante desde la puesta en marcha de su planta en Getafe en 2016
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La Comunidad de Madrid ha elevado un 15,4% la producción de estruvita en 2024 en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) Sur de Getafe, gestionada por Canal de Isabel II, alcanzando las 643 toneladas. Esta cifra supone 86 toneladas más que en 2023 y 277 más que en 2022 y 2021, cuando se produjeron 366 toneladas anuales.
La planta, pionera a nivel nacional y considerada la mayor del país dedicada a este cometido, cristaliza el fósforo presente en el agua residual para obtener este fertilizante de liberación lenta, altamente valorado por el sector agrícola. Desde 2016, la instalación ha generado más de 4.000 toneladas de estruvita, un compuesto conocido como el oro blanco de la agricultura por su aporte de nutrientes esenciales como fósforo, nitrógeno y magnesio.
La estruvita es un compuesto conocido como el oro blanco de la agricultura por su aporte de nutrientes esenciales como fósforo, nitrógeno y magnesio.
Además de su capacidad fertilizante, ensayos realizados por el IMIDRA han demostrado que la estruvita mejora la estructura del suelo y prolonga su efecto en el tiempo, facilitando una concentración sostenida de nutrientes y optimizando la producción agrícola.
Lodos deshidratados y compost: más allá de la estruvita
El impulso a la economía circular se extiende también al tratamiento y valorización de los lodos de depuracióngenerados en las instalaciones de Canal. En 2024 se produjeron unas 415.000 toneladas, de las cuales 147.000 se aplicaron directamente a suelos agrícolas y otras 219.000 se sometieron a secado térmico, generando 40.600 toneladas de grano seco reutilizable en agricultura.
También se elaboraron 11.000 toneladas de compost mediante la mezcla de fangos y residuos vegetales, mientras que otras 4.600 toneladas fueron valorizadas energéticamente en plantas cementeras. Estas cifras refuerzan el papel de las EDAR como biofactorías urbanas capaces de recuperar fertilizantes, compost, energía y agua regenerada, avanzando hacia un modelo integral de sostenibilidad y gestión de residuos.
