La UE prevé recortar un 54% sus emisiones netas en 2030, aún por debajo del objetivo del 55%

Los últimos datos muestran que, en conjunto, los Estados miembros de la UE esperan lograr una reducción neta de emisiones del 54% para 2030 respecto a los niveles de 1990, siempre que se apliquen plenamente las políticas y medidas actuales y previstas. Esta previsión se sitúa ligeramente por debajo del objetivo del 55% fijado en la legislación climática europea.

Los Estados miembros de la UE esperan lograr una reducción neta de emisiones del 54% para 2030 respecto a los niveles de 1990.

Según el informe “Trends and projections in Europe 2025” de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), en 2024 las emisiones netas de gases de efecto invernadero de la UE (tal como se definen en el objetivo de 2030 de la Ley Europea del Clima) cayeron un 37% respecto a 1990. Si se consideran únicamente las emisiones netas domésticas de la UE, es decir, excluyendo la aviación y el transporte marítimo internacionales, la reducción supera el 39%.

La transición energética, principal motor de reducción

Como en los últimos años, las mayores reducciones en 2024 se registraron en el sector del suministro de energía. Los recortes interanuales en sectores como agricultura, edificios y residuos fueron más limitados, mientras que las emisiones aumentaron ligeramente en la industria y tanto en el transporte doméstico como en el internacional.

El informe subraya que la transición energética está en marcha y que la reducción acumulada de emisiones desde 1990 se ha debido principalmente al abandono progresivo de los combustibles fósiles más intensivos en carbono, como el carbón y el petróleo, y al despliegue de energías renovables.

La UE se ha fijado un objetivo común de alcanzar al menos un 42,5% de energía renovable en 2030 y de avanzar en nuevas reducciones del consumo energético. No obstante, la distancia a estos objetivos sigue siendo considerable:

• Para alcanzar la meta de renovables, las nuevas capacidades de energía renovable añadidas cada año deberán más que duplicarse respecto a las medias de los últimos cinco años.

• En el caso del consumo final de energía, las reducciones anuales también deberán más que duplicarse.

La AEMA estima que estas ambiciones son alcanzables, pero requerirán una plena y amplia aplicación de la legislación y un esfuerzo máximo para ampliar los facilitadores de la transición, entre ellos tecnologías como las bombas de calor y los vehículos eléctricos, que pueden reducir emisiones y consumo energético frente a las alternativas fósiles.

La AEMA estima que estas ambiciones son alcanzables, pero requerirán una plena y amplia aplicación de la legislación y un esfuerzo máximo para ampliar los facilitadores de la transición.

Señales de alerta: vehículos eléctricos, sumideros de carbono y sectores rezagados

El informe identifica varios elementos que exigirán atención específica en los próximos años para mantener el ritmo de reducción:

• Descenso interanual en las ventas de vehículos eléctricos en 2024.

• Estancamiento en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en determinados sectores y Estados miembros.

• Una tendencia negativa a largo plazo en la capacidad de los bosques y suelos de la UE para actuar como sumideros de carbono.

En conjunto, estas tendencias refuerzan la necesidad de mantener un fuerte enfoque en la acción climática y de sostener la inversión en mitigación. El informe señala que la base para avanzar ya está sentada, con una aceleración reciente de las reducciones de emisiones y la aparición de numerosas soluciones tecnológicas y de política pública.

Al mismo tiempo, subraya la magnitud del desafío pendiente, en particular la necesidad de reforzar sumideros de carbono más resilientes, acelerar la descarbonización del transporte y garantizar la aplicación efectiva de las políticas a escala nacional.