La Xunta de Galicia reitera su compromiso para tener las rías saneadas para el año 2020

La conselleira de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Beatriz Mato, reiteró el compromiso del Gobierno de la Xunta para que la Comunidad gallega cuente con unas rías saneadas y con buena salud ambiental en el año 2020. Así lo puso de manifiesto una vez más en el Pleno del Parlamento, donde destacó que es “absolutamente prioritaria la mejora y conservación de la calidad de las masas de agua” y para eso la Xunta cuenta con una hoja de ruta “el Plan Hidrológico Galicia-Costa, que recoge 150 medidas y supone una inversión de 654 millones de euros, de los cuales 130 se destinan a las rías”.

Gracias a este programa de planificación, en el horizonte 2020 estará concluida toda la planificación del saneamiento de las rías y la mayor parte de las infraestructuras estarán en ejecución, puntualizó.

Mato Otero recordó que la mejora de las rías es una cuestión que centró los esfuerzos del Gobierno de la Xunta desde el año 2009 y añadió que dichos esfuerzos se traducen en la movilización de más de 1.100 millones de euros en saneamiento y abastecimiento, gracias a los cuales se llevaron a cabo más de 350 actuaciones de saneamiento que beneficiaron a 165 ayuntamientos; más de 300 actuaciones en materia de abastecimiento en 186 ayuntamientos; y también se construyeron 45 noticias depuradoras, con capacidad para dar servicio a 1,7 millones de gallegos y gallegas, es decir, a más de la mitad de los ciudadanos.

La conselleira de Medio Ambiente indicó que estas cifras tienen su reflejo real en obras y proyectos ya finalizados o en ejecución. A modo de ejemplo, recordó la reciente puesta en funcionamiento de la EDAR de Vigo, en la que se invirtieron 208 millones, de los que 75 corresponden a la Xunta. Recordó que es la infraestructura que supuso la mayor inversión en una obra hidráulica en la historia del Gobierno gallego y que vendrá a mejorar la situación de las aguas de esta ría y del marisqueo.

En la ría del Burgo se invirtieron más de 100 millones en los últimos años, que incidieron directamente en el estado de esta ría, gracias a los cuáles fue una realidad a EDAR de Bienes y de su emisario, en los que la Xunta invirtió más de 21 millones. Las dos actuación que restan -y que se finalizarán este año- son el tanque de tormentas de Santa Cruz, con una inversión de 4 millones, y los bombeos del Temple y de la Pasaxe, obra valorada en 2,1 millones.

También destacan los 36,5 millones de euros invertidos en el saneamiento de la ría de Pontevedra desde el año 2009 e indicó que las futuras actuaciones para la mejora definitiva de esta ría estarán enmarcadas en el Plan de Saneamiento Local. Otra actuación prioritaria para mejorar el estado de la Ría de Pontevedra es la Edar de Poio, para la que se reserva una partida de 6 millones de euros; pero cuyo emplazamiento está pendiente desde hace casi dos años; a pesar de que la Xunta presentó al Ayuntamiento varias opciones.

Las masas de agua en buen estado en Galicia pasaron del 70,6% al 77,5%; esta mejora fue gracias -en buena parte- a los 55 millones de euros invertidos en la ría de Arousa, para la puesta en marcha de la Edar de Ribeira y el impulso de las depuradoras de O Grove, Ribadumia o Corrubedo; sin olvidar el convenio de colaboración firmado con Ayuntamiento de Rianxo, por un importe de 14 millones de euros, para completar el saneamiento, con la ampliación de la Edar y la creación de una nueva red de colectores y tanques de tormentas.

En la zona norte, destaca el trabajo realizado en la ría de Ferrol, cuyo inversión de la Xunta de 115 millones de euros, que se suma a los 270 millones del Gobierno estatal, permitió financiar íntegramente el saneamiento de la margen sur de la ría y todo el sistema está en servicio con la puesta en marcha de la EDAR y la conexión de la nueva red. De hecho, en septiembre se firmaba el convenio para el saneamiento de la ensenada de la Malata, con 7 millones de euros.

A lo largo de estos últimos años también se actuó en las Rías Altas, con la puesta en marcha de la EDAR de Ribadeo (18,5 M€) y sin trabajó en los proyectos de la noticia depuradora de Foz, en la ampliación de la EDAR de Burela y en la mejora del saneamiento del Viveiro.

Edar de Santiago

La conselleira destacó que el Gobierno gallego ha dado pasos decididos y continuos, trabajando con esfuerzo para conseguir una gestión eficaz y eficiente del agua que garantice el saneamiento integral de nuestras rías. Un trabajo para lo cual es necesario la colaboración de los ayuntamientos, que es la administración que tiene las competencias en depuración y saneamiento.

En este sentido, la conselleira de Medio Ambiente lamentó la actitud de triple “deslealtad” que mantiene el Ayuntamiento de Santiago con una actuación prioritaria e ineludible como es la futura depuradora de Santiago. Señaló que la postura de ayuntamiento local ponen de manifiesto su falta de compromiso con el medio ambiente, con el río Sar; con la ciudadanía de Compostela, que impide la idónea planificación del ciclo urbano del agua; y con las administraciones, Xunta y Estado, que están colaborando en el desarrollo de una competencia estrictamente municipal.

Recordó que esta actuación está declarada de interés general del Estado, que implica la tres administraciones, para lo cual ya había un compromiso de financiación e incluso un primer borrador de convenio, llegando a celebrarse en septiembre de 2017 una reunión para cerrar un texto definitivo.

No obstante, el Ayuntamiento de Santiago mudó de parecer explicando por carta que no podía firmar un convenio, que estaba prácticamente cerrado, y planteando dudas sobre el emplazamiento y sobre lo reparto de financiación.

Lamentó que el Ayuntamiento no comparta la opinión de la Xunta que considera prioritario que Santiago cuente con una nueva Edar y que lo haga el antes posible por varios motivos: por la cercanía de la caducidad de la Declaración de Impacto Ambiental, la posible pérdida de las aportaciones del fondo europeo Feder, y una posible sanción de Europea, porque sobre esta aglomeración urbana recae una sentencia de la Unión Europea por incumplimiento de la directiva de tratamiento de aguas.