El combustible sólido recuperado: Producción y marco regulador
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11-04-2018
En los diferentes modelos de plantas de tratamiento de residuos domiciliarios, además de recuperar materiales destinados al reciclaje, se generan unos rechazos que no tiene utilidad y que generalmente se destina a vertedero. Sin embargo, poseen un contenido energético elevado debido a que están formados por una mezcla de materiales combustibles. La principal alternativa para la valorización de los rechazos es su conversión en un combustible sólido recuperado (CSR), con ello se lograría reducir el volumen de residuos enviados a vertedero y proporcionar combustibles alternativos para las industrias que hacen un uso intensivo de energía no renovable.
En este artículo se presenta el marco normativo y legal de los CSR en España y se compara con el de otros países europeos. En este sentido, se analizarán los parámetros de calidad exigidos hoy en día a nivel europeo. Además, también se analizan los posibles usos del CSR y su posibilidad de considerarlos como un subproducto en lugar de residuo.
Introducción
En el marco de la estrategia Europa 2020, se pretende generar un crecimiento inteligente, sostenible e integrador mediante un uso eficaz de los recursos. En diciembre de 2015 la Comisión Europea adoptó un ambicioso nuevo paquete para impulsar la transición de Europa hacia una economía circular que impulse la competitividad mundial, fomente el crecimiento económico sostenible y cree nuevos puestos de trabajo. Las acciones propuestas contribuirán a «cerrar el círculo» de los ciclos de vida de los productos a través de un mayor reciclado y reutilización, y aportarán beneficios tanto al medio ambiente como a la economía.
Dentro de este contexto, los residuos domiciliarios (RD) que no se pueden reutilizar o reciclaje, pueden convertirse en Combustibles Sólidos Recuperados (CSR). Intentar dar un uso posterior al CSR reduciría la cantidad de residuos enviada a los vertederos al tiempo que serviría de sustituto de otros combustibles fósiles. En Europa, desde hace tiempo varios países empezaron a producir y a regular el uso de estos combustibles. Asímismo, como consecuencia del aumento de su uso en más países, la Unión Europea ha publicado unos estándares de calidad del CSR para crear un lenguaje común entre los productores.
Por otro lado, el desarrollo de la sociedad ha venido acompañado de un gran consumo de energía y del uso de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural) para satisfacer sus necesidades. Además, en los últimos años ha entrado en juego una nueva variable: el cambio climático derivado de las emisiones de gases de efecto invernadero. Por lo que, con el objetivo de reducir el efecto negativo del uso de estos combustibles, ha sido necesario el desarrollo de nuevas medidas desde el punto de vista energético y medioambiental, entre las que se incluye el uso de fuentes de energías renovables alternativas. En este sentido, el Plan de Acción Nacional de Energías Renovables, aprobado en 2011 (PER 2011-2020) contempla los RD como fuente de energía renovable. Por todo ello, su transformación en un combustible alternativo supone una serie de ventajas medioambientales y económicas que hacen más atractiva la posibilidad de llevar a cabo su valorización energética (Ghani et al. 2009).
En este artículo se presenta el estudio del marco normativo y legal de los CSR en España y Europa, realizado por el grupo de investigación INGRES y la Cátedra RECIPLASA de Gestión de Residuos, ambos de la Universitat Jaume I. Su objetivo es analizar el estado actual de esta alternativa de valorización de los rechazos de plantas de tratamiento mecánico-biológico y la posiblidad de que pueda ser un subproducto en lugar de residuo.
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