La construcción es un sector clave en la economía global, pero también uno de los más contaminantes y menos eficientes en el uso de recursos. Por ejemplo, la construcción consume más del 50% de los materiales extraídos globalmente, como acero y cemento, y es responsable de alrededor del 35% de los residuos en Europa, lo que equivale a más de 500 millones de toneladas al año. También destaca por su elevado consumo energético, representando el 40% de la demanda global, y por ser una de las mayores fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Según el último informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente, de octubre 2024, la construcción es la responsable del 30% de la huella ambiental global de la Unión Europea, y es el sector socioeconómico con mayor impacto en Europa.
Navarra tiene el potencial de ser un referente nacional e internacional, demostrando que un modelo constructivo sostenible no solo es viable, sino esencial para un futuro más resiliente y equitativo.
En Navarra, donde el sector representa el 6,3% del Valor Añadido Bruto (VAB) y emplea a cerca de 19.000 trabajadores, los datos indican que, por ejemplo, aunque los residuos de construcción y demolición (RCD) han alcanzado tasas de valorización del 84%, solo el 11% del árido consumido proviene de reciclaje. Esto refleja la necesidad de mejorar tanto los procesos de separación en obra como el marco normativo para garantizar la utilización efectiva de materiales reciclados.

Estrategias circulares clave
La transición a una economía circular en la cadena de valor de la construcción propone repensar el ciclo de vida de los edificios, integrando principios de sostenibilidad desde la planificación hasta el fin de su vida útil. Algunas estrategias destacadas incluyen:
• Ecodiseño: Incorporar materiales reciclados y diseñar estructuras modulares para facilitar su desmontaje y reciclaje.
• Digitalización: Implementar herramientas como el Building Information Modeling (BIM) y pasaportes digitales de productos para rastrear materiales y mejorar su trazabilidad.Mejoras en la demolición: hacer demoliciones selectivas que permitan una recuperación de materiales de mayor calidad.
• Utilización de materiales: Valorizar residuos como recursos, desarrollando materiales secundarios de alta calidad.
• Construcción industrializada: Favorecer procesos prefabricados que reduzcan residuos, tiempo y consumo energético.
Estas prácticas no solo aumentan la circularidad de la cadena de valor, sino que también generan ahorros económicos a largo plazo, disminuyen los impactos ambientales y mejoran la competitividad del sector.
La transformación hacia un modelo circular en la construcción no solo es una respuesta a la crisis climática, sino una oportunidad para innovar y generar valor.
Barreras y oportunidades
La adopción de la economía circular enfrenta barreras significativas de tipo cultural, sectorial, regulatorias o financieras, entre las que se pueden destacar:
• Fragmentación del sector: La construcción opera de manera lineal, con actores que rara vez colaboran más allá de su ámbito.
• Escasez de datos y trazabilidad: La falta de digitalización dificulta medir y controlar los flujos de materiales, o mejorar la recuperación de residuos.
• Falta de normativa clara: Aunque existen iniciativas, la regulación sigue siendo insuficiente para fomentar el uso de materiales reciclados o establecer estándares de circularidad.
• Falta de incentivos para implementar la economía circular: aunque existen vías específicas de financiación para la circularidad, se necesitan mayores garantías para explorar nuevos modelos de negocio. No obstante, existen grandes oportunidades para superar estas barreras que incluyen, entre otras:
• Mayor colaboración entre las partes interesadas de la cadena de valor junto con una mayor colaboración público-privada.
• Utilización de incentivos económicos que minimicen los costos de producción secundarios (por ejemplo, exenciones fiscales y subsidios para la adopción circular e impuestos más altos para los recursos vírgenes)
• Innovación tecnológica para el desarrollo de materiales inteligentes o herramientas digitales puede transformar el sector, haciéndolo más eficiente y competitivo.

Navarra como ejemplo
En el caso de Navarra, diversas iniciativas están contribuyendo a mejorar la implementación de la economía circular en la construcción. Por ejemplo, en el marco de la Agenda de desarrollo de la economía circular en Navarra 2030 (ECNA 2030) y como parte de Navarra Zirkular, Gestión Ambiental de Navarra ha elaborado un estudio sobre el impulso de la economía circular en la construcción desde una perspectiva de cadena de valor en el que han participado agentes de toda la cadena de valor.
El objetivo de este estudio ha sido facilitar ese cambio productivo a lo largo de la cadena de valor a través de mostrar una primera aproximación a la situación actual de Navarra en cuanto a consumo de materias primas, generación de residuos y circularidad del sector; determinar las principales estrategias, barreras y oportunidades de economía circular que podrían adoptarse en Navarra a lo largo de la cadena de valor; mostrar soluciones circulares que puedan servir de inspiración a otros agentes; y finalmente, determinar los siguientes pasos a dar en colaboración con los agentes implicados.
Por otro lado, y, con el objetivo de impulsar la construcción industrializada en Navarra, en 2023 se creó el Clúster de la Construcción Industrializada (iCONS), que busca transformar la cadena de valor de la construcción para también reducir el impacto ambiental, optimizar el uso de materiales y generar menos residuos.
Además, desde el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente se lleva años trabajando para la mejora del flujo de residuos de construcción y demolición (RCD) con objetivos y acciones concretas dentro del Plan de Residuos de Navarra 2017-2027 y la participación en proyectos europeos de intercambio de buenas prácticas y mejora de políticas públicas para la valorización de residuos inertes e inorgánicos (RCdiGreen e Inertwaste).
Visión a futuro
Sin embargo, aunque la región está movilizándose hacia la adopción de modelos más circulares, aún queda mucho por hacer para garantizar que la cadena de valor de la construcción en Navarra sea realmente circular. Para consolidar esta transición, Navarra necesita seguir apostando por:
• Normativa más ambiciosa: Obligar a la trazabilidad de residuos desde su generación y establecer estándares de calidad para materiales reciclados.
• Formación y concienciación: Capacitar a profesionales en técnicas de economía circular y sensibilizar a consumidores sobre su importancia.
• Desarrollo de mercados circulares: Promover el uso de materiales reciclados a través de incentivos y certificaciones ambientales.
Conclusión
La transformación hacia un modelo circular en la construcción no solo es una respuesta a la crisis climática, sino una oportunidad para innovar y generar valor. Navarra tiene el potencial de ser un referente nacional e internacional, demostrando que un modelo constructivo sostenible no solo es viable, sino esencial para un futuro más resiliente y equitativo.
Un artículo de Eva Sevigné Itoiz, responsable del área Agenda de Economía Circular de la sociedad pública GAN-NIK.