Desaladora de Mina Cerro Negro Norte. Copiapó, Chile
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07-11-2015
Desde hace casi diez años para aca el problema de la escasez de recursos hídricos en el norte de Chile, específicamente en la región de Atacama, preocupa seriamente a las autoridades chilenas. Un problema que afecta tanto a las comunidades aledañas, como a las operaciones mineras que se asientan en la zona y que necesitan del agua para desarrollar sus procesos productivos, razón por la cual, se han desarrollado una serie de iniciativas de discusión e investigación sobre el tema. La disyuntiva apunta hacia las prioridades que se deben dar en la región respecto a la administración del recurso hídrico. Solo un dato: De acuerdo a un informe presentado por el Banco Mundial, si Chile no toma las medidas necesarias para enfrentar el déficit del agua en el norte, la escasez alcanzaría el 80% en los próximos 15 años. Las consecuencias hoy son evidentes, sobre todo en las localidades cercanas a Copiapó que, en los últimos dos años, han experimentado racionamientos del recurso con cortes programados del suministro.
En este escenario, todos los focos se centran en las operaciones mineras, actividad que necesita grandes cantidades de agua para producir; situación que genera preocupación, pues compite directamente con otros sectores productivos como la agricultura que, en la zona, se debilita dado la sequía de sus acuíferos subterráneos. Un hecho que genera más atención si se consideran las proyecciones que hace el sector minero respecto a sus futuras operaciones. Según planteó Álvaro Merino gerente de Estudios de la SONAMI (Sociedad Nacional de Minería de Chile), en el Seminario de Productividad en la Construcción de Grandes Proyectos Mineros, organizado por la Corporación de Desarrollo Tecnológico, “Para el año 2022 se invertirán cerca de 100.000 millones de dólares en minería”.
Otro Dato: De acuerdo a lo que planteaba el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP) en 2012, en Copiapó, “la demanda de agua ha crecido sostenidamente junto al aumento de la población y del desarrollo productivo en la Región de Atacama. Hoy el consumo de agua alcanza a los 6.400 litros por segundo, mientras que su disponibilidad, en cuanto a uso sustentable del recurso, sólo alcanza a los 3.800 litros por segundo”. La situación se vuelve un tema de primer orden para el país. El, hasta entonces, Ministro de dicha cartera, Laurence Golborne indicaba que “la crisis hídrica que se vive en la Región de Atacama, y especialmente en Copiapó, se debe en gran medida a decisiones postergadas por años que hoy perjudican enormemente a la población y al ecosistema”. Es por ello que se han desarrollado y proyectado diversas soluciones para el problema. Aquí, la innovación y la tecnología juegan un rol clave.
Es en este contexto en el que surge la alternativa de las desaladoras que, en palabras simples, corresponden a una tecnología que toma agua del mar y a través de un proceso físico llamado ósmosis inversa es “convertida” en agua dulce. Una alternativa cada vez más real para las mineras. De acuerdo a lo que se consigna en informes de prensa, en el año 2012, se encontraban operando cuatro plantas desaladoras en el país, y el Ministerio de Minería proyecta que la inversiones en estas instalaciones asociadas a la minería sumarían 3.900 millones de dólares en los próximos años.
Así surge el proyecto de la IDAM, que Compañía de Aceros del Pacífico (CAP) encargó a ACCIONA Agua y que se levanta aproximadamente a 2,5 km al sur del Puerto Punta Totoralillo, a 25 km de la comuna de Caldera, y a una distancia de 82 km de la Mina de Cerro Negro Norte, en la provincia de Copiapó. Una instalación que también beneficia a la comunidad de Tierra Amarilla, a una distancia de uunos 112 km de la planta. La multinacional española, ACCIONA, se adjudicó el diseño, construcción, puesta en marcha y operación durante veinte años de la desaladora, que ha supuesto una inversión cercana a los 100 millones de dólares y, si se tiene en cuenta el conjunto de la planta desalinizadora, los acueductos y el concentraducto desde la mina Cerro Negro Norte hasta el puerto de Punta Totoralillo la inversión total es de unos 300 millones de dólares.
ASPECTOS TÉCNICOS
La IDAM de Mina Cerro Negro en Copiapó está diseñada con una capacidad futura de 600 litros por segundo. Actualmente la capacidad instalada es de 400 l/s, de los cuales 200 litros son para la mina de Cerro Negro Norte y otros 200 l/s son para diversos consumidores de Tierra Amarilla. La toma de agua de mar se realiza a través de un emisario submarino de 280 metros de longitud captando el agua a una profundidad cercana a los 28 metros; de ahí llega hasta una estación de bombeo que sube el agua hasta la planta desalinizadora donde está la parte fundamental del proceso.
La producción total de esta planta (con la capacidad futura de 600 l/s) se traduce en una producción de 52.000 m3 de agua al día, de ellos, 17.000 m3 son para la operación minera de CAP y 34.000 m3 para la zona de Tierra Amarilla. Dicho de otro modo, el rendimiento de esta instalación es de 52 millones de litros de agua diarios.
El agua se somete a un proceso de desalación y remineralización, y la salmuera resultante es devuelta al mar mediante un sistema de difusores que facilitan la dilución. La planta utiliza la tecnología de desalación por ósmosis inversa con un pretratamiento innovador, una tecnología especialmente interesante por su flexibilidad, que permite tratar diferentes tipos de agua bruta, y por su competitividad económica y respeto al medio ambiente. El proceso de pretratamiento incorpora tecnología propia desarrollada por ACCIONA para proteger las membranas frente a fenómenos como las mareas rojas o la proliferación de medusas, típicos de esta zona del Océano Pacífico”.
EL PRETRATAMIENTO, CLAVE PARA ASEGURAR LA DISPONIBILIDAD DE LA PLANTA
La calidad del agua de mar en esta zona del Pacífico es variable y periódicamente puede sufrir variaciones derivadas de fenómenos biológicos conocidos como mareas rojas, o mejor expresado boom de algas, pues a veces tiñen el agua de diversos colores.
En estos episodios el agua de mar presenta concentraciones altísimas de algas microscópicas que reducen el contenido natural de oxigeno presente, aumenta la materia orgánica y facilita el crecimiento biológico sobre las membranas de ósmosis con lo que impide el funcionamiento de la instalación.
Los pretratamientos convencionales mediante simple filtración sobre arena y microfiltros de seguridad no son eficaces para eliminar esta masa biológica.
Para solucionar este problema, ACCIONA Agua ha instalado un sistema desarrollado por su departamento de I+D+I, el proceso ACCTIDAFF, que combina un proceso de flotación por aire disuelto con una filtración sobre arena en el mismo depósito.
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