El viaje del dato del agua. Cómo la digitalización mejora la gestión hídrica en España

En la cara visible hay redes de sensores y contadores inteligentes; detrás, sistemas integrados, gemelos digitales e inteligencia artificial. Una infraestructura conectada en la que la gobernanza y la seguridad del dato son fundamentales
Autor/es
Patricia Ruiz Guevara
Publicado en
04-12-2025

En todo el territorio español, los datos que se obtienen del ciclo del agua se analizan para detectar fugas, anticipar incidencias, optimizar las instalaciones y mejorar el servicio a los ciudadanos. También para sumar a la sostenibilidad. En la cara visible hay redes de sensores y contadores inteligentes; detrás, sistemas integrados, gemelos digitales e inteligencia artificial. Una infraestructura conectada en la que la gobernanza y la seguridad del dato son fundamentales.

Detrás del gesto de abrir un grifo, activar un riego por goteo o programar un proceso industrial que necesita litros y litros de agua sucede mucho más de lo que aparentemente se ve. Sí, el resultado es que sale agua, pero cada una de esas gotas, su flujo, el comportamiento de la infraestructura, nos dice mucho más de ese viaje hídrico.

Son muchas las herramientas y tecnologías que pueden utilizarse para analizarlo. Gemelos digitales, redes inteligentes, monitorización, data science, inteligencia artificial... Algunas llevan años desplegadas con cifras de éxito, y otras empiezan a ser un imperativo por el que apostar en administraciones y gestoras en toda España. Pero para que esa infraestructura digitalizada funcione hace falta un ingrediente, líquido y cuantitativo: datos sobre el agua.

 

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Sensores, telelectura y contadores inteligentes recaban información sobre el ciclo del agua a nivel urbano, agrícola e industrial, que después se puede analizar para entender cómo mejorar procesos, detectar fugas y pérdidas, y dar mejores soluciones a los usuarios. Esa capa de datos permite también anticipar, gestionar y optimizar el recurso hídrico de una forma mucho más precisa, contribuyendo a la economía circular del agua. Los datos recogidos y su digitalización hacen que, a la postre, tomar pequeñas decisiones en base a ellos pueda tener grandes resultados.

 

Una gota en Cartagena

Con la información que da el consumo de agua se pueden averiguar cosas tan cruciales como si le ha ocurrido algo a una persona mayor que vive sola. Esto se consigue detectando posibles oscilaciones bruscas del consumo de agua que realiza en su hogar. Es una de las aplicaciones de la digitalización de la red de abastecimiento y alcantarillado de Cartagena, en el marco del proyecto CARTADi (Cartagena Agua Digital).

"El desarrollo de CARTADi forma parte del trabajo que desde hace años Hidrogea desarrolla en Cartagena. 2024 cerró con un rendimiento técnico del 92,10% de las redes y una minimización de las pequeñas fugas de agua", indica Jorge Bonilla, gerente de Hidrogea-Cartagena. Esto "se traduce en una mejora del servicio a la ciudadanía a través de la recogida de datos en el hub operativo Dinapsis Región de Murcia. También en ahorro inmediato de recursos, apuesta directa por la sostenibilidad y protección ambiental a medio y largo plazo", añade.

Entre las principales actuaciones que se están desarrollando actualmente en CARTADi está la ampliación del sistema de sensorización y telecontrol, que prevé la instalación de 60.000 contadores de telelectura, para llegar a más del 60% de los hogares y negocios del municipio. "Los contadores de telelectura instalados utilizan la tecnología Narrowband IoT (Internet de las Cosas de Banda Estrecha). Este sistema, mediante tarjetas SIM, conecta los contadores a la red de telecomunicaciones permitiendo enviar datos las 24 horas del día", detalla Pinilla.

La instalación de estos nuevos contadores da la posibilidad a los usuarios de tener información en tiempo real del consumo de agua, "lo que puede ser de utilidad para detectar ocupaciones, fugas en viviendas que no se usan habitualmente o conocer el estado en el que se encuentra una persona mayor que viva sola", ejemplifica el gerente. 

Los operarios de Hidrogea también desarrollan en este momento la "colocación de sensores en la red de alcantarillado de la que, a través de más de 50 nuevas estaciones remotas, se podrá hacer un seguimiento en tiempo real del caudal y niveles de agua en la red de saneamiento cartagenera, así como recoger los datos sobre niveles de agua y calidad en puntos críticos de la red", explica. Estas actuaciones posibilitarán anticiparse a posibles episodios de inundaciones y vertidos.

 

"La información es la principal herramienta para actuar ante posibles contingencias. La digitalización de la red de abastecimiento y alcantarillado permite detectar fugas y saber si le ha ocurrido algo a una persona mayor" - Jorge Bonilla, gerente de Hidrogea-Cartagena.

 

 

Una gota en Córdoba

Datos hidráulicos (presiones, caudales, niveles), eléctricos (intensidades, consumos energéticos, rendimientos), químicos (pH, turbidez, conductividad, DBO, DQO), meteorológicos y de calidad de red. Datos procedentes de telelectura de contadores inteligentes y de sistemas corporativos como el ERP, el GMAO o el GIS. Con toda esa riqueza de variables trabajan en EMACSA (Empresa Municipal de Aguas de Córdoba), donde gestionan todo el ciclo integral del agua del municipio de Córdoba.

 

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Proyecto DIGITAGUABUR. Foto: Aguas de Burgos
 

"El dato se ha convertido en una herramienta de trabajo diaria para todos los niveles de la organización. Toda esta información fluye hacia una infraestructura de datos industriales unificada, que actúa como el sistema nervioso digital de la empresa. Este entorno permite historizar, contextualizar y correlacionar datos en tiempo real, garantizando trazabilidad y fiabilidad en la toma de decisiones", explica José Fernández Martínez, coordinador de digitalización de procesos de EMACSA.

Por ejemplo, los operadores pueden visualizar el comportamiento hidráulico de la red en tiempo real, detectar fugas por desviaciones de caudal o presión, y activar alarmas automáticas ante pérdidas anómalas. En mantenimiento,"la analítica sobre datos históricos nos permitirá anticipar averías antes de que ocurran, detectando patrones de comportamiento en bombas, válvulas o equipos de proceso", añade.

Actualmente trabajan en cuatro proyectos clave: digitalización de contadores y balance hídrico, integrando AVEVA PI con PowerRunner para la lectura masiva y analítica avanzada para más de 100.000 contadores inteligentes; modernización del SCADA corporativo (AVEVA System Platform); renovación de la infraestructura de red de comunicaciones redundante de banda estrecha por una nueva red digital de comunicaciones críticas para las estaciones remotas; y un Centro Unificado de Operaciones (UOC), que será el cerebro operativo del ciclo del agua. Después de recibir casi 5,3 millones de euros del PERTE de Digitalización del Ciclo Integral del Agua, podrán potenciar la ampliación de la sensorización en redes de abastecimiento y saneamiento, el UOC, y el ecosistema de datos industriales y de analítica avanzada.

"Estos proyectos no solo digitalizan los procesos, sino que los conectan. El verdadero valor no está en añadir más sensores, sino en dotar de coherencia, contexto y propósito a los datos. Estamos trabajando para que esta información fluya entre sistemas", sostiene Fernández Martínez. Por ejemplo, que un evento detectado en el sistema de control pueda generar automáticamente una orden de trabajo en el mantenimiento asistido por ordenador, vincularse a una instalación georreferenciada y reflejar su coste en el sistema económico-financiero.

 

"Cada mejora en eficiencia operativa tiene un impacto directo en la sostenibilidad. El objetivo final no es solo operar mejor, sino transformar datos en conocimiento y conocimiento en decisiones sostenibles" - José Fernández Martínez, coordinador de digitalización de procesos de EMACSA.

 

 

Una gota en Burgos

El PERTE de Digitalización del Ciclo Integral del Agua ha dado fuelle a otros muchos de los planes que apuestan por los datos para optimizar la gestión hídrica. Es el caso de los proyectos de Aguas de Burgos, DIGITAGUABUR y +WeBur, seleccionados en la convocatoria, que incluyen la instalación de múltiples sensores que se suman a la monitorización que ya existía. "Al despliegue de sensores se añade la telelectura que se implanta en una primera fase en 17.000 contadores de los 65.000 de la ciudad que permitirá conocer con detalle horario el consumo de los usuarios de más del 50% del caudal suministrado", indica la directora técnica, Mirian Fernández Lara. 

Por otra parte, "se realiza un importante despliegue de monitorización en la red de saneamiento que nos permite cumplir con la nueva normativa, además de conocer mejor el funcionamiento de la misma tanto en capacidad hidráulica como para la detección de vertidos anómalos", detalla. Recogen datos de caudal, nivel, presiones, consumos y calidad, entre otros. Mediante diferentes tecnologías de comunicación, estos se incorporan a través de plataformas a las herramientas de análisis, y empieza el verdadero viaje del dato del agua.

"Los datos se están incorporando a la gestión diaria de manera progresiva. Ahora mismo estamos finalizando la fase de despliegue de la sensórica de toma de datos; algunos datos del despliegue previo ya eran utilizados para la operación", indica Fernández Lara.

En cualquier caso, la digitalización no es algo inmediato y también requiere de acciones que no solo son tecnológicas. Como recuerda la directora técnica de Aguas de Burgos, "el reto de la incorporación de los datos a la gestión diaria pasa por potenciar esta transformación digital de la empresa, incorporando la cultura de la innovación y transformación digital a la operación".

 

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Una gota en Vizcaya

El proyecto UR DATA, liderado por el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia (CABB), también bebe del PERTE: fue uno de los diez mejores proyectos presentados a la primera convocatoria y "representa un salto cualitativo en cuanto a digitalización, ya que se caracteriza por dar un enfoque global a la gestión del ciclo integral del agua", considera Esther Torvisco, subdirectora de Gestión de Activos del CABB.

Los sensores y contadores inteligentes del proyecto generan datos en tiempo real sobre caudales, presiones, consumos domiciliarios, niveles de depósitos, calidad del agua, consumos energéticos y parámetros de funcionamiento del proceso de depuración, entre otros muchos parámetros. Información que no viene de cero, sino con la que contaban ya gracias a unos sistemas centralizados que reciben más de 500.000 datos por segundo. La experta explica que "no se trata solo de instalar sensores, sino de extender una forma de entender el servicio: basada en el dato, en la anticipación y en la eficiencia". 

La trayectoria en cuanto a digitalización del ciclo integral del agua del CABB les permite "detectar fugas de forma temprana, anticipar averías en equipos, optimizar la operación de redes y mejorar la eficiencia energética. En definitiva, nos da una visión dinámica del sistema que sin la tecnología sería imposible", sostiene Torvisco.

Otro factor que hace diferencial el proyecto UR DATA es su objetivo de llevar el modelo de digitalización a las zonas más rurales. En el caso del primer PERTE, "está centralizado en la comarca de Busturialdea, que se ha incorporado recientemente al Consorcio, y donde, además de partir de un nivel de digitalización mucho más bajo que el resto, existe un déficit de recurso hídrico que hace más importante si cabe el uso responsable de los recursos". En caso del segundo PERTE, "aprovecharemos para homogeneizar los sistemas y extender al resto de los municipios del Consorcio los sistemas que se van a implantar en el primero. Para nosotros, llevar nuestro modelo digital a zonas más rurales como Busturialdea no es solo una mejora técnica, es una apuesta por la equidad territorial", afirma Torvisco.

 

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Una gota en Madrid

Como vemos, los sensores y contadores son piezas clave de la digitalización del agua, y en Madrid lo saben. Canal de Isabel II tiene más de 1,6 millones de contadores en la Comunidad de Madrid, de los cuales casi un millón son contadores inteligentes. "Estos equipos leen el consumo cada hora y lo transmiten todos los días. Es decir, en la actualidad, se generan casi 24 millones de datos diarios, es decir, más de 16.000 por minuto", detalla Francisco Javier Fernández Delgado, subdirector de Telecontrol en Canal de Isabel II.

Los usuarios pueden consultar estos datos en la oficina virtuales y establecer alarmas que les avisen de "si hay un consumo continuado, si su consumo supera un umbral, si se ha producido un consumo en un determinado rango de fechas o si, por el contrario, no se ha registrado consumo cuando sí se esperaba", lo que les permite identificar situaciones.

Canal de Isabel II también notifica de manera proactiva a sus clientes los consumos continuados característicos de las pérdidas en instalaciones interiores. "Se han emitido más de 50.000 avisos de este tipo, que han redundado en más de 45.000 reparaciones, y un ahorro de agua estimado de 10 hectómetros cúbicos", especifica Fernández Delgado. Esta información también contribuye a que se puedan detectar pérdidas en las redes de distribución con más celeridad y precisión. 

El uso de los datos del ciclo del agua no es nuevo para el Canal de Isabel II. Su primer sistema de telemetría con un SCADA data se remonta a los años 80 del siglo pasado, cuando se comenzaron a supervisar en tiempo real los embalses. Desde entonces hasta hoy, su sistema de telecontrol "gestiona más de 250.000 señales de todo tipo de magnitudes: niveles (en embalses, depósitos, canales, colectores, tanques de tormenta, etc), caudales, presiones, datos de consumo y generación de energía eléctrica, estado de motores, válvulas y compuertas y calidad del agua, tanto residual como potable". A esto se suman casi 50 estaciones de monitorización y cerca de un millón de contadores inteligentes desplegados.

Esta información se usa "para la gestión diaria de las infraestructuras, en particular el abastecimiento, y para llevar a cabo la alerta temprana de cualquier problema que pueda ocurrir en nuestras infraestructuras, minimizando de este modo sus consecuencias", detalla el subdirector de Telecontrol. 

 

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Gotas digitalizadas en toda España

Estos son solo algunos de los ejemplos que muestran cómo la digitalización y el uso inteligente de los datos ha llegado de lleno al sector del agua en España. A lo largo de nuestra geografía se repiten más iniciativas y proyectos.

En Sevilla, la Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamiento de Aguas de Sevilla (EMASESA) tiene en marcha proyectos para impulsar y modernizar la telelectura, con el 76% de su parque con estos contadores, "lo que supone unos 315.000 contadores que dan servicio a más de 800.000 usuarios que pueden consultar su consumo en la app y obtener servicios añadidos, como avisos por ausencia o existencia de consumo", indicó el jefe de División Transformación Digital de EMASESA, José Luis López, en Future4 Water 2025, organizado por RETEMA. "Con todos estos datos que procesamos podemos detectar fugas interiores, manipulaciones de contador y averías, y activar alarmas y hacer los correspondientes trabajos de resolución", añadió.

En Elche, Aigües d’Elx ha instalado cerca de 39.000 contadores inteligentes para monitorizar el consumo e identificar posibles fugas en tiempo real. Esto ha hecho que pudieran enviar más de 14.000 avisos a usuarios y usuarias por consumos anómalos o fugas interiores entre julio de 2024 y junio de 2025. Según sus datos, gracias a esto el consumo total se ha reducido un 12% y su red hídrica tiene un rendimiento superior al 87%. Buscan lo mismo en Cáceres, donde el proyecto AQUA-CERES incluirá la instalación de contadores con telelectura y conectividad para conocer el consumo en tiempo real y detectar fugas.

 

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En Asturias, digitalizar y recabar datos les ha servido para poder mejorar la gestión del agua en un territorio caracterizado por tener 78 municipios. "Teníamos pequeñas fotos, pero si no ves la foto completa, no te sirve. Hemos buscado modelos que nos permitan identificar la predicción de recursos y la disponibilidad en el corto, medio y largo plazo de todo el territorio", explicó Vanesa Mateo, directora general del Agua del Gobierno de Asturias, en Future4 Water 2025. La directora detalló que en su estrategia decidieron no solo digitalizar los embalses, también esos municipios, y que lo primero era ver la infraestructura para ello: "Si vamos a digitalizar y vamos a tener un lugar donde procesar esos datos, tenemos que empezar con nuestra plataforma. Esto nos permite tener una visión global de todo el territorio, que era lo que nos faltaba".

 

A favor de la sostenibilidad del agua

Un factor común que se deduce de todos los proyectos analizados es que un buen uso de los datos contribuye a una gestión más sostenible y circular del agua, y a una reducción de pérdidas en las redes, algo fundamental ante los desafíos que plantea la crisis climática. 

En Córdoba, gracias a la integración de datos en tiempo real han conseguido reducir fugas, optimizar bombeos y dosificaciones químicas para el tratamiento del agua, y controlar de forma precisa los consumos energéticos. "A menos pérdidas, menos agua captada y tratada. Con menos bombeos innecesarios, menor consumo eléctrico y menor huella de carbono. Con un mejor control de procesos, mayor calidad y durabilidad de las infraestructuras", compara José Fernández Martínez de EMACSA. Los datos también les permiten avanzar hacia un modelo más circular del agua. "En la depuradora monitorizamos biogás, fangos y rendimientos de digestión para maximizar la recuperación energética", explica.

En Aguas de Burgos, los datos de la red de saneamiento ayudan a una mejora del estado de las masas de agua, y con el proyecto DIGITAGUABUR se ha llevado a cabo un "plan de acción con nuevos componentes tecnológicos para la reducción de fugas y con un software de gestión para la monitorización de la red de distribución de agua potable, que también está ayudando en la reducción del agua no registrada. Así aumentamos la disponibilidad del recurso y un uso eficiente del mismo", detalla Mirian Fernández. 

No solo son valiosos los datos en tiempo real, también los que se guardan a lo largo del tiempo. "Los históricos de información sobre precipitaciones, consumo y volúmenes embalsados se usan para una planificación mensual óptima de la explotación, que maximiza el aprovechamiento de los recursos, al tiempo que minimiza el gasto energético y provee un plan de turbinación óptimo", especifica Fernández Delgado de Canal de Isabel II. También los datos de caudales y presiones en los sectores permiten detectar pérdidas de manera proactiva, reduciendo estas a un mínimo. Además, posibilitan "la detección de eventos de manera temprana, de modo que se pueden tomar medidas para reducir al máximo el impacto que una incidencia pueda tener sobre la ciudadanía", añade el experto.

 

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En general, "los datos recabados sobre caudales, presiones, niveles, parámetros de calidad, consumos finales y consumos energéticos, y sobre todo la correlación entre ellos, permiten predecir y anticipar incidencias, y optimizar el funcionamiento de las instalaciones en cuanto a consumo energético y parámetros de salida", resume Torvisco del CABB.

Así, el viaje del dato del agua, recogido a lo largo de su ciclo hídrico en toda España, contribuye a garantizar el abastecimiento, mejora su calidad y además suma a la sostenibilidad. Si en 2006 el matemático Clive Humby acuñó la frase “los datos son el nuevo petróleo”, en 2025 podemos decir que los datos son el nuevo caudal que impulsa el ciclo del agua.

 

La gobernanza del dato

En todo proceso de digitalización hay aspectos que no deben olvidarse, como la salvaguarda de la ciberseguridad, el acompañamiento con una transformación cultural, y la seguridad y propiedad de los datos. La información debe integrarse, sí, pero a la par que se preserva la privacidad de los ciudadanos y los procesos de las empresas.

En Canal de Isabel II se encuentran inmersos en un proyecto global de gobernanza del dato. "Por el momento, los sistemas de aseguramiento de la calidad del dato abarcan aquellos parámetros más relevantes para la gestión diaria de la empresa. La seguridad de la información es parte integral de todos nuestros sistemas de información, que gozan de múltiples capas de protección y de sistemas avanzados de recuperación en caso necesario", afirma Francisco Javier Fernández Delgado. 

El subdirector de telecontrol explica que, en el caso de las administraciones, la información se comparte por los canales que estas proveen, y en el caso de la ciudadanía, "se encuentra en desarrollo un portal de transparencia, donde se podrán obtener de modo abierto datos del modo previsto en la legislación vigente".

En los proyectos de Hidrogea-Cartagena existen diferentes barreras para garantizar la seguridad de los datos de consumo que envían los contadores de telelectura. "La propia red Narrowband IoT cuenta con mecanismos de seguridad para las comunicaciones, que evitan accesos no autorizados para extraer información. Además, para preservar la privacidad, se disocian los datos del propietario, se eliminan los identificadores personales y se utilizan códigos en lugar de los datos personales del abonado", detalla Jorge Bonilla. 

El gerente asegura que la información se trata de forma responsable y transparente, de acuerdo al Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), porque "es importante recordar que el dato de consumo pertenece al ciudadano".

Por su parte, toda la información sobre agua obtenida en el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia se centraliza en sistemas de control que cuentan con sistemas de almacenamiento robusto. "Vamos a implementar un data-lake donde automatizaremos la creación y seguimiento de indicadores clave que puedan simplificar la operación del volumen datos que estamos generando. El futuro SIICABB (Sistema Integrado de Información del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia) contará con un modelo de datos único que permitirá gestionar la gobernanza a través de toda la entidad", detalla Esther Torvisco.

A su vez, también dentro del proyecto UR DATA, están enviando a la Agencia Vasca del Agua (URA) datos en tiempo real tanto de captaciones de agua como parámetros de vertido en plantas de tratamiento. "Esta integración permite mejorar la trazabilidad del recurso, reforzar el control ambiental y facilitar la coordinación entre administraciones para una gestión más transparente, eficiente y alineada con los objetivos de sostenibilidad", señala Torvisco.

La experta no se olvida de la ciberseguridad como medida para garantizar la confidencialidad, integridad, disponibilidad y trazabilidad de la información en el sector público y sus proveedores. Ahora, siguen de cerca la evolución de la Directiva NIS2, que amplía las exigencias de ciberseguridad a entidades esenciales e importantes, como las del sector del agua. "Aunque aún no sabemos cómo quedará esta directiva, ya estamos trabajando en medidas proactivas: análisis de riesgos, refuerzo de la seguridad en la cadena de suministro y planes de contingencia, restauración y continuación del servicio orientados a los activos operacionales".

 

Gemelos digitales e inteligencia artificial

El futuro llama a la puerta, y son dos las tecnologías que más se repiten como innovaciones incipientes que ya están aquí: los gemelos digitales (una representación digital precisa de un objeto físico, proceso o sistema que puede ser utilizado para simulaciones y análisis) y la inteligencia artificial. 

En Aguas de Burgos, dentro del proyecto DIGITAGUABUR, a partir de los modelos hidráulicos de las redes de abastecimiento y saneamiento y del despliegue de sensores, se han incluido gemelos digitales que facilitan la operación y toma de decisiones. "En el gemelo digital de la red de abastecimiento se incluyen simulaciones cada 10 minutos en función del último dato de nivel de los depósitos del SCADA, comparativas de los resultados del modelo con las señales en tiempo real y creación de alertas en caso de variaciones significativas con la medición real", indica la directora técnica Mirian Fernández Lara.

También miran a la inteligencia artificial: "En el proyecto +WeBur incluimos un sistema avanzado de alerta temprana de inundaciones que -gracias a inteligencia artificial, los datos de predicción meteorológicos, y la instrumentación tanto de meteorología como de monitorización de la red y de los modelos hidráulicos- permite generar alertas tempranas", desarrolla Fernández Lara.

En el CABB están implantando gemelos digitales para la operación de las redes de saneamiento, que permitirán optimizar su operación ante diferentes situaciones meteorológicas. "Gracias a estos gemelos podremos anticiparnos a los distintos escenarios de lluvias y minimizar los desbordamientos que pudieran causar. También estamos desarrollando un gemelo digital de la principal instalación de bombeo, que permita optimizar el consumo energético optimizando la operación de los activos disponibles", señala Esther Torvisco, que considera que disponer los datos en una plataforma centralizada es la antesala a la inteligencia artificial.

En Córdoba, estas nuevas tecnologías también son el siguiente paso natural. "El ecosistema actual —basado en GIS, SCADA, PI y UOC— nos da la base sólida para desarrollar gemelos digitales de las redes de abastecimiento del municipio, de las redes de alcantarillado y de las principales instalaciones (ETAP, EDAR, bombeos, depósitos)", explica José Fernández Martínez de EMACSA. El objetivo es simular comportamientos hidráulicos y energéticos en tiempo real, permitiendo comparar la operación real con un modelo ideal, anticipar desviaciones y evaluar escenarios futuros. También buscan aplicar IA y aprendizaje automático para "predecir la demanda y la evolución de consumos, detectar fugas o anomalías incipientes, y optimizar la gestión energética y química" gracias a la conexión con entornos cloud y servicios de análisis avanzado.

En Martorell, en el Baix Llobregat, quieren monitorizar puntos estratégicos de la red de saneamiento mediante un Sistema de Alerta Temprana (SAP) capaz de detectar vertidos contaminantes e identificar su origen. Lo harán posible gracias a la implantación de un gemelo digital, sensores y sondas, cuyas obras ha sacado a licitación la Agència Catalana de l’Aigua. Se recogerán datos como el pH, la turbidez y la conductividad del agua. También se centró en el desarrollo de un gemelo digital, en este caso, en el sector de la agricultura en Lleida, el proyecto AI4WATER, de la Universidad Politécnica de Cataluña. 

En Palma, en Mallorca, el proyecto 'Digital Agua: hacia un uso inteligente del agua' de EMAYA fue seleccionado como uno de los 50 mejores proyectos a nivel nacional en la segunda convocatoria de ayudas del PERTE. Su objetivo es transformar la gestión hídrica incorporando inteligencia artificial y gemelos digitales para optimizar procesos, desde la captación hasta el saneamiento.

En Madrid, Canal de Isabel II está desarrollando capacidades para usar IA, que ya están aplicando en la optimización de la explotación de depósitos, la eficiencia energética y la detección temprana de anomalías en motores eléctricos. "La construcción de un gemelo digital de nuestro sistema de abastecimiento está en nuestra cartera de proyectos", indica Fernández Delgado, que subraya que lo que tiene sentido es usar herramientas tecnológicas cuando son útiles para hacer mejoras.

Porque gemelos digitales e inteligencia artificial o no, lo importante "no es tener más tecnología, sino garantizar que cada dato sirva para mejorar la vida de los ciudadanos, asegurar el acceso al agua y cuidar el entorno", recuerda Fernández Martínez de EMACSA. Y es que "el reto más importante no es tecnológico, es organizativo y cultural".

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