La planta de valorización energética (PVE) de Campdorà, ubicada en el norte de Girona, afronta una nueva etapa tras una profunda reforma que la sitúa a la vanguardia tecnológica en incineración y recuperación energética a partir de residuos. Operada por TRARGISA, empresa pública de los ayuntamientos de Girona, Salt y Sarrià de Ter, la instalación ha pasado de ser una infraestructura envejecida —su inauguración data del año 1984— a un moderno complejo capaz de cumplir con las Mejores Técnicas Disponibles (MTD) recogidas en el BREF de incineración aprobado por la Comisión Europea en 2019.
La transformación no solo ha supuesto una actualización tecnológica, sino un replanteamiento integral de su funcionamiento, con el objetivo de optimizar el rendimiento energético, mejorar la depuración de gases y garantizar una operación segura, eficiente y respetuosa con el medio ambiente.

De una planta obsoleta a una instalación de última generación
En sus primeros años, la planta operaba con dos hornos “Martin” de 3 toneladas por hora cada uno y un sistema básico de filtrado de cenizas volantes. Con el tiempo, se añadieron mejoras: en los noventa, un sistema de recuperación de energía que permitía generar 2 MW eléctricos; y en torno al año 2000, un sistema de depuración de gases con tecnología SNCR para reducir óxidos de nitrógeno, inyección de reactivos secos y filtros de mangas. Sin embargo, en 2017 la instalación mostraba un notable desgaste. Inicialmente se planteó un revamping parcial para prolongar su vida útil, pero la entrada en vigor de la nueva normativa europea en 2019 obligó a un replanteamiento más ambicioso.
El objetivo por tanto es cumplir con el ratio de eficiencia energética R1 y las exigencias medioambientales más estrictas. La Agencia de Residuos de Catalunya (ARC) decidió entonces acometer una inversión de 41,5 millones de euros para dotar a la planta de un nuevo horno-caldera de 6 toneladas por hora, una turbina de mayor capacidad, un sistema de depuración de gases actualizado y mejoras clave en la manipulación de residuos y en la seguridad operativa.
Un corazón nuevo: el horno-caldera
El elemento central de la reforma es un horno-caldera de última generación, suministrado por la italiana RUTHS Spa y equipado con parrilla refrigerada por agua de patente NOELL. Su capacidad nominal —6 toneladas por hora con un PCI del residuo en torno a 2.000 Kcal/kg— y su diseño permiten una combustión más estable, eficiente y controlada. El sistema de reducción de óxidos de nitrógeno (NOx) utiliza tecnología SNCR con 16 lanzas de inyección de urea, mientras que la caldera incorpora innovaciones para maximizar el rendimiento y minimizar el ensuciamiento, como el sistema de autolimpieza por “ducha” de agua de DUBLIX y serpentines verticales con limpieza mecánica mediante martillos. La recirculación de un 20% de los gases de chimenea contribuye a mejorar la eficiencia térmica y reducir emisiones.
Más energía, mayor eficiencia
La antigua turbina ha sido sustituida por un turbo-grupo de diseño alemán (Howden, antigua KKK), instalado por la UTE AESA-Pasch, que eleva la potencia de generación de 2 a 3,5 MW eléctricos. El sistema cuenta con torres de refrigeración TORRAVAL capaces de disipar toda la energía de la caldera en caso de no poder turbinar el vapor, y una planta de tratamiento de agua (PTA) de SETA para producir agua desmineralizada de alta calidad, esencial para la operación segura de la caldera.

Depuración de gases y control ambiental
El nuevo reactor de depuración, desarrollado por DEFISA, optimiza la neutralización de gases ácidos y la captura de contaminantes como dioxinas, furanos y metales pesados. La instalación mantiene el uso de hidróxido cálcico y carbón activado en seco, con mejoras en la filtración mediante cuatro módulos reconstruidos y un control automatizado que ajusta la dosificación en función de las emisiones. Las cenizas se transportan mediante un sistema neumático en fase diluida, con recirculación parcial para aprovechar los reactivos no consumidos. Todo el proceso está diseñado para garantizar emisiones muy por debajo de los límites legales.
Innovaciones en la manipulación de residuos y obra civil
La reforma también ha incluido la ampliación de la nave del foso y la instalación de dos puentes grúa semiautomáticos de 3,2 toneladas, capaces de alimentar el horno sin riesgo de paradas por avería. El diseño estructural, en acero laminado atornillado, incorpora forjados colaborantes para mantenimiento, paneles sándwich para cubierta y puertas rápidas resistentes a vientos C5. Se ha implantado un nuevo sistema de transferencia de residuos mediante tolva y compactadora de 40 toneladas, con contenedores reforzados, y se han adoptado tratamientos anticorrosión específicos para soportar ambientes de alta agresividad (tipo C4).

Un proyecto colaborativo y de precisión
La complejidad de la reforma ha requerido una coordinación minuciosa. SURIS ha integrado la instrumentación y el control de todos los sistemas, empleando PLCs de SIEMENS para garantizar compatibilidad y fiabilidad. La ingeniería FICHTNER RESA ha actuado como asistencia técnica de TRARGISA, responsable del anteproyecto, los pliegos, la supervisión de obra y la gestión del proyecto. Los trabajos se han desarrollado en fases, iniciándose con la ampliación de la nave y la instalación de puentes grúa, seguida por la construcción del nuevo foso de escorias y, finalmente, la instalación y ajuste de los sistemas principales.
El primer encendido del nuevo horno tuvo lugar el 25 de junio de 2025 y actualmente la planta se encuentra en fase de pruebas, con previsión de alcanzar la operación estable en los próximos meses. Así, la nueva planta de valorización energética de Campdorà es, hoy, una referencia en modernización de instalaciones de tratamiento de residuos urbanos. Combina eficiencia energética, control ambiental riguroso y fiabilidad operativa, reforzando el compromiso de Girona y su área metropolitana con una gestión de residuos sostenible y alineada con los objetivos europeos.