Nueva línea de clasificación y recuperación de vidrio del Centro de Tratamiento de Villarrasa

Nueva línea de clasificación y recuperación de vidrio del Centro de Tratamiento de Villarrasa
Nueva línea de clasificación y recuperación de vidrio del Centro de Tratamiento de Villarrasa
28-08-2018
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El objeto del presente artículo es hacer una breve descripción de la nueva línea de clasificación y de recuperación de vidrio instalada en el Centro de tratamiento de residuos no peligrosos de Villarrasa (Huelva), adscrita al Servicio Provincial de Transporte y Tratamiento de Residuos no Peligrosos de la Provincia de Huelva de la Diputación Provincial de Huelva.

Este proyecto promueve la reducción de la cantidad de residuos que llegan a los vertederos y el aumento de las tasas de recuperación de materiales en las plantas de tratamiento de residuos.

Antecedentes

La Diputación de Huelva puso en marcha el Servicio Provincial de Transporte y Tratamiento de Residuos no Peligrosos de la Provincia de Huelva en el año 1995, tras la clausura y sellado por parte de esta Diputación de más de 100 vertederos incontrolados, que existían a lo largo y ancho del territorio provincial.

El servicio tiene como ámbito de actuación desde el año 2006, la totalidad de los 79 municipios de la provincia, donde residen, aproximadamente, 519.596 habitantes (datos del INE del año 2016) repartidos en una extensión de más de 10.000 Km2.

Este servicio hace frente a todos los residuos provenientes de la recogida no diferenciada domiciliaria (que engloba la fracción orgánica y la fracción resto), no incluyéndose en este Servicio los residuos procedentes de la recogida selectiva.

Este Servicio Provincial está gestionado por la la UTE Tratamiento Huelva (Cespa, S.A. - Cespa G.R., S.A.), empresa concesionaria del Servicio desde el año 2006. Este Servicio cuenta con dos Centros de Tratamiento de Residuos no Peligrosos (Villarrasa y Andévalo) y sus respectivas Estaciones de Transferencia de Residuos no Peligrosos (Almonte, El Campillo, Huelva, Linares de la Sierra, y La Redondela).

Mediante concurso promovido por Ecovidrio en 2016, la UTE Tratamiento Huelva como gestora y explotadora del Centro de tratamiento de residuos no peligrosos de Villarrasa, ha sido adjudicataria de la construcción y explotación de una nueva planta de clasificación y recuperación de residuos de envases de vidrio.

Centro de tratamiento de residuos no peligrosos de Villarrasa 

En el centro de tratamiento de Villarrasa se encuentran instalados los equipos necesarios para una correcta separación y clasificación de residuos, diferenciándose una zona de recuperación de materiales y otra zona para el bioestabilizado de la materia orgánica y su posterior afino graunlométrico.

Durante 2016, en las dos líneas de tratamiento (de 40 ton/h de capacidad cada una) se han procesado un total de 242.795,25 toneladas de residuos.

La clasificación y selección de los materiales valorizables, se realizan en un proceso continuo que se inicia mediante cribas rotativas (trómeles) y posteriormente, en cabinas de triaje manual donde se realiza la primera valorización de materiales como plásticos y chatarra férrica voluminosa, cartón y vidrio.Posteriormente se pasa el material de tamaño adecuado por unos abrebolsas y otras cribas rotativas para hundir la materia orgánica que será enviada directamente a la zona de fermentación. El resto del flujo es conducido a una zona de la planta totalmente automatizada, que consta de captación neumática de ligeros, separadores balísticos, separadores férricos, separador inductivo y separadores ópticos, todo ello orientado a conseguir el mayor índice de recuperación de materiales posible. En el caso concreto del vidrio, se han recuperado más de 290 toneladas durante el 2016.

Los productos orgánicos se envían al parque de fermentación, donde se desarrolla el proceso de bioestabilización en dos reactores o cubetos de compostaje, que mediante un control automático de la temperatura, del oxígeno aportado, del anhídrido producido y la humedad, junto a una constante homogeneización del proceso, permite acelerar el compostaje de la materia orgánica y mejorar la calidad del material bioestabilizado obtenido.

Una vez finalizada la fermentación, se somete este material bioestabilizado a un proceso de afino, secado y acopio para conseguir un material bioestabilizado de calidad que facilite su expedición y uso como enmienda de suelos.

Descripción del proceso de recuperación de vidrio

Esta nueva planta se ubica, dentro del flujo de proceso, justo después de los equipos de recuperación de materiales y antes de la entrada al proceso de bioestabilización.

Para el diseño de la nueva línea, se ha hecho un análisis de la situación actual, cuantificando flujos y caracterizando los distintos materiales en estos flujos.

El objetivo inicial de recuperación se estima en 8.890 t/año el primer año, aunque puesto que se prevé mejorar la recogida selectiva, esta cantidad se irá reduciendo a lo largo de los años.

El punto de partida de la nueva instalación son las líneas de hundido de los trómeles de orgánica y cribado de balísticos, que aportan material con una elevada carga orgánica. Estas dos líneas se caracterizan por tener una granulometría entre 0 y 80 mm.

A partir de aquí, una criba de doble etapa, dotada de mallas elásticas de polietileno, permitirá discriminar en tres fracciones granulométricamente diferenciadas:

• Fracción 0 – 10 mm: en función de la caracterización y mediante una cinta transportadora reversible, podrá dirigir esta fracción hacia el rechazo o bien a la zona de bioestabilización.
• Fracción de 50 – 80 mm: de esta fracción se separará el aluminio. Este proceso permite incrementar la recuperación de metales no férricos de la planta. Aprovechando la sinergia anterior, se procederá a la instalación de un separador de inducción, cuya misión será la de recuperar los metales no férricos presentes en esta corriente, siendo todo lo rechazado redirigido hacia la zona de bioestabilización mediante una la cinta transportadora.
• Fracción entre 10 - 50 mm: Esta fracción contiene vidrio con la calidad y cantidad suficiente para ser recuperado. La fracción comprendida entre estos valores se dirige a una captación neumática con separador de tambor, donde los materiales ligeros son apartados y enviados a bioestabilización. Por otra parte, el material pesado es el encargado de alimentar el primer separador óptico, tipo láser, que sopla el vidrio en positivo, es decir, el vidrio que es válido es soplado hacia un segundo separador óptico, mientras que lo no soplado o no válido se dirige hacia la zona de bioestabilización. El material soplado pasa por un segundo separador óptico, dotado con una unidad de iluminación de tecnología LED, con refrigeración líquida, que realiza una última depuración en negativo, de modo que lo que no se sopla va dirigido hacia la zona de almacenamiento de vidrio, garantizándose gracias a este segundo separador óptico la calidad del producto final exigida en las especificaciones. En el lado opuesto, lo soplado cae se redirige hacia la zona de bioestabilización. Además, cabe señalar que este separador óptico identifica colores, formas y metales a partir de sólidos mezclados, lo que ayuda a incrementar la calidad y eficiencia del proceso.

Para el almacenamiento del vidrio recuperado se diseñan y proyectan las construcciones de dos trojes de hormigón en los que se podrá hacer tanto la descarga directa de material en ellos como sobre contenedores de caja abierta de 30 m3 situados en su interior.

Por último, los tres flujos resultantes (el ligero de la separación neumática, el no soplado del primer óptico y el soplado del segundo óptico) se envían a bioestabilizar, mientras que el rechazo generado se une a la línea de rechazo existente.

Conclusiones

Con el presente proyecto se pretende recuperar la máxima cantidad de vidrio posible de entre la basura mezclada y que a su vez dicho material cumpla con una serie de requisitos de calidad, que permita su reciclado.

La nueva línea instalación se prevee que tenga un rendimiento del 70%. Con este rendimiento se espera que la recuperación de vidrio supere el 3,5% respecto a los materiales tratados en Centro de Tratamiento de Villarrasa, lo que supondrá un aumento de más de 3 puntos porcentuales en la recuperación total.

La puesta en marcha de este proyecto, aparte de aumentar considerablemente la cantidad de vidrio recuperado, repercute directamente en la disminución de los rechazos depositados en vertedero con el beneficio tanto económico como medioambiental que esto conlleva.

Recogida Selectiva de Vidrio

La ciudadanía de la provincia de Huelva recicló 4.252 toneladas de residuos de envases de vidrio en 2016, 5,9% más que el año anterior. Este proyecto complementará estos resultados de reciclaje de vidrio a través de los más de 2.500 contenedores instalados en las vías públicas que gestiona Ecovidrio.


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