El agua es un elemento esencial en el desarrollo de cualquier actividad económica y en el caso de la industria química del Camp de Tarragona, no ha sido una excepción. En los principios de su implantación las empresas decidieron crear una empresa para la gestión del agua y que gestionase los recursos de forma conjunta. Es por ello que en 1965 nace Aguas Industriales de Tarragona, S.A. (AITASA) con el fin de buscar los recursos de agua en el territorio y garantizar un suministro robusto, ya que se trata de una actividad que se realiza de forma continuada.
El devenir de AITASA condujo a focalizarse en el desarrollo de proyectos conjuntos que aporten valor para las empresas en la gestión del agua. Es por ello que se diseñó y ejecutó un proyecto para la construcción de un emisario conjunto el cual vehicula las aguas tratadas en la industria hasta llevarlas al medio.
La gestión del emisario conjunto ha optimizado tanto las aguas emitidas a medio, el control de las mismas y la gestión por parte de la administración en cuanto a los requerimientos normativos.
El compromiso con la sostenibilidad de las industrias petroquímicas hizo que a finales de los años 90 AITASA realizase el primer estudio sobre la viabilidad de la reutilización industrial, mediante la regeneración de aguas de EDAR municipales. Más adelante se acordaron las condiciones para poder hacer realidad el proyecto mediante la firma de un convenio con la administración hidráulica competente: la Agència Catalana de l’Aigua (ACA). En 2012 se puso en funcionamiento iniciando el consumo de agua regenerada por parte de las industrias, consolidándose como caso de éxito y un referente mundial dentro de la reutilización de aguas.
La planta supone un tratamiento adicional o final a las aguas previamente tratadas en los diferentes centros para dar cumplimiento a los nuevos límites de emisión al medio fijados en los Bref del Common Waste Water (CWW) y el del Refino.
Las exigentes normativas europeas respecto al cumplimiento de las emisiones de los sectores industriales afectaron a la industria petroquímica por la publicación de 2 documentos de referencia: Bref del Common Waste Water (CWW) y el del Refino.
La necesidad de mejorar notablemente la calidad de los vertidos al medio obligó al análisis para la realización de una planta EDARi de gestión conjunta. La planta supone un tratamiento adicional o final a las aguas previamente tratadas en los diferentes centros para dar cumplimiento a los nuevos límites de emisión al medio fijados en los Bref.
Para el diseño, se tuvo en consideración las siguientes condiciones:
Los caudales a tratar fueron objeto de debate, por cuanto la capacidad de diseño medio de la planta se tenía que adaptar a los volúmenes aportados por las empresas, con una variabilidad diaria significativa. Por ello, aun definiendo un caudal medio de tratamiento de la EDARi de 1.348 m3/h, hubo que definir un caudal máximo de tratamiento (+10%) y un caudal máximo hidráulico. Este último sin garantías de tratamiento y con la finalidad de poder vehicular las aguas en planta en caso de catástrofe en los equipos o partes del proceso.
La finalidad de la ejecución de un proyecto conjunto ha sido dar cumplimiento a los bref citados: CWW y Refino. El cumplimiento inicial a nivel de parámetros, es el expresado en la siguiente tabla:
Debido a que la planta da servicio a 10 centros productivos de diferentes actividades químicas o del refino, en la resolución de la AAI (Autorización Ambiental Integrada) los parámetros de cumplimiento han sido más extensos que los inicialmente definidos. La administración unificó todos los parámetros de las respectivas AAI de cada centro, quedando reflejados para su cumplimiento en la AAI de AITASA.
La reducción esperada en las concentraciones de los parámetros de salida respecto a los de entrada, debía ser del 70%, de promedio de todos los parámetros.
Teniendo en cuenta los aspectos anteriores, AITASA formalizó un grupo de trabajo con los técnicos de las empresas que iban a ser las usuarias del servicio. El grupo tenía el encargo de la definición de las diferentes partes del proyecto a nivel técnico, siendo el aspecto más relevante la validación de la línea de proceso.
Para lograr los objetivos marcados y definir las partes que conforman la planta, AITASA contó con la colaboración de AQUALIA, empresa que con su trayectoria podía dar respuesta a estos requerimientos.
Para lograr los objetivos marcados y definir las partes que conforman la planta, AITASA contó con la colaboración de AQUALIA, empresa que con su trayectoria podía dar respuesta a estos requerimientos.
Para un proyecto de esta envergadura AITASA consideró imprescindible realizar un pilotaje, a escala industrial de la línea de tratamiento propuesta, con el fin de garantizar el correcto funcionamiento. La línea de tratamiento definida, fue la siguiente:
• Homogeneización y laminación en balsas de entrada
• Tamizado fino (inferior a 1 mm)
• Tratamiento Biológico MBR con eliminación de nitrógeno
• Clarificación mediante Ultrafiltración
Como tratamiento auxiliar de los lodos generados en proceso, la adopción de un filtro prensa se consideró la más adecuada por el tipo de fangos. Se probaron otras tecnologías que demostraron menor capacidad de secado.
El desafío para asegurar una línea de tratamiento robusta que dé garantías, precisó de un pilotaje exhaustivo de más de 6 meses, como ya hemos indicado. El primer objetivo perseguido en el pilotaje fue asegurar el correcto cumplimiento de los parámetros de salida, tanto en condiciones normales de influentes como en posibles episodios. Un segundo objetivo era comprobar que las diferentes tecnologías o tratamientos fueran resistentes a cualquier posible alteración en la calidad de los influentes, en especial el reactor biológico. Entre otros aspectos, la posibilidad de cambios bruscos en la conductividad generó dudas respecto a la robustez.
El esquema de instalación en cada uno de los pasos fue el que figura en la tabla 1.
Para la definición del tipo de membrana, aunque durante el pilotaje probamos membranas de ultrafiltración de reconocido recorrido comercial, dando un resultado excelente. En el diseño definitivo del proyecto se acordó la instalación de membranas alternativas, garantizando el funcionamiento a largo plazo. Las características de las membranas instaladas figura en la tabla 2.
Alternativamente el diseño y construcción final de la EDARi ha dispuesto de sistemas auxiliares para tratar aguas con especificaciones fuera de rango. En concreto se ha instalado:
La puesta en funcionamiento de la instalación vino precedida de un periodo de pruebas, determinado por la administración en la autorización ambiental (AAI) y limitado a un máximo de 4 meses. El excelente resultado en la puesta en funcionamiento redujo el arranque y estabilización del sistema a 5 semanas, teniendo especial cuidado en el escalado del volumen de entrada.
La inoculación de los fangos para la puesta en servicio del reactor biológico, se optó por una mezcla de los fangos. El mayor volumen procedió de una EDAR urbana anexa a las instalaciones (90%) y los generados en una de las empresas participantes en el proyecto (10%). Las características de estos últimos fueron imprescindibles por estar aclimatados a trabajar en aguas de origen industrial.
La robustez y funcionamiento del sistema ha sido ejemplar desde su puesta en funcionamiento, dando valores de salida en los parámetros de cumplimiento por debajo de los planificados y requeridos en la AAI.
Como hemos indicado al principio, la planta debe dar garantías de funcionamiento para las aguas que llegan durante 24h del día y sin interrupción del servicio. La robustez y funcionamiento del sistema ha sido ejemplar desde su puesta en funcionamiento, dando valores de salida en los parámetros de cumplimiento por debajo de los planificados y requeridos en la AAI.
En los siguientes gráficos se puede observar la efectividad en la reducción de concentración de los parámetros más significativos:
En la estrategia de gestión del agua en la industria química del Camp de Tarragona, AITASA se ha marcado el objetivo de alcanzar que el 40% del agua que utiliza la industria petroquímica de Tarragona sea reutilizada.
La EDARi que hemos comentado jugará un papel fundamental ya que debido a que la calidad exigida en las aguas de salida es elevada, AITASA ya está trabajando en la reutilización de éstas con el fin de minimizar las aguas vertidas a medio y disminuir la captación de agua en origen.
Este proyecto representa un gran reto y salto cuantitativo, para el cual nos hemos fijado como objetivo la puesta en funcionamiento durante el año 2026.
En el marco de la estrategia de gestión del agua en la industria química del Camp de Tarragona, AITASA se ha marcado el objetivo de alcanzar que el 40% del agua que utiliza la industria petroquímica de Tarragona sea reutilizada.
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