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Desde la primavera de 2024, los precios de las prendas de segunda mano clasificadas en Europa ya no cubren los costes de procesamiento. Los precios han caído en picado, mientras que los costes de recogida, clasificación y reciclaje se han disparado. A ello se le suma un exceso de textiles usados, una drástica caída en la demanda de los mercados de exportación tradicionales y el auge de la moda ultrarrápida, lo que ha provocado una crisis peor que la vivida durante la pandemia de COVID-19.
A principios de este año, EuRIC, que representa a las industrias de reciclaje de Europa, lanzó una advertencia sobre una “crisis sin precedentes” en la clasificación y el reciclaje textil. Los signos están por todas partes: en Francia, por ejemplo, los centros de recogida de ropa están desbordados, con bolsas de ropa acumulándose mientras pequeñas asociaciones y empresas de clasificación cierran. En toda Europa, las empresas de reciclaje textil se están declarando insolventes, estranguladas por mercados en colapso y costes en aumento. ¿Necesitamos más señales? Sin una acción rápida de los legisladores europeos y apoyo financiero urgente, tendremos que acostumbrarnos a la idea de que gran parte de la industria de clasificación y reciclaje textil podría colapsar, llevándose consigo miles de empleos verdes, inversiones y cualquier esperanza de lograr una economía circular en la cadena de valor textil.
Sin una acción rápida de los legisladores europeos y apoyo financiero urgente, tendremos que acostumbrarnos a la idea de que gran parte de la industria de clasificación y reciclaje textil podría colapsar.
¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
La raíz del problema está en un exceso de textiles usados, una caída drástica en la demanda de mercados de exportación tradicionales y, por supuesto, la demora en la legislación sobre circularidad textil y las barreras comerciales.
Durante décadas, Europa exportó gran parte de su ropa de segunda mano a Europa del Este y África. Hoy en día, esos mercados están cada vez más saturados. La guerra en Ucrania ha alterado el mercado europeo de textiles de segunda mano, eliminando un destino clave y creando un enorme acumulamiento de ropa usada en Europa. Ucrania era un importante receptor de prendas de segunda mano, pero el conflicto ha interrumpido el transporte y reducido la demanda, dejando los centros de recogida europeos abrumados.
La raíz del problema está en un exceso de textiles usados, una caída drástica en la demanda de mercados de exportación tradicionales y, por supuesto, la demora en la legislación sobre circularidad textil y las barreras comerciales.
A esto se suma el problema de las plataformas de moda ultrarrápida, que están inundando los mercados globales con ropa barata y de baja calidad que no se puede reutilizar y es difícil de reciclar. Estas prendas, a menudo fabricadas con fibras mezcladas, poliéster y de construcción deficiente, son inadecuadas para su reutilización y costosas o incluso imposibles de procesar. ¿El resultado? Más residuos acumulándose, costes más altos para los recicladores e incluso la incapacidad total de reciclar estos materiales, lo que aumenta el riesgo de que terminen en vertederos o incinerados en lugar de ser reciclados.
Mientras tanto, Europa lucha por gestionar su creciente stock de textiles usados, y la situación empeorará en enero de 2025, cuando será obligatorio recoger por separado todos los textiles en la UE. Además, los costes de recogida, clasificación y reciclaje siguen aumentando. Los precios de la energía y la mano de obra se han disparado debido a la inflación, mientras que el precio de los textiles de segunda mano ha caído en picado. Por ejemplo, entre 2021 y 2023, las exportaciones de textiles usados de Alemania a Ghana pasaron de 7,624 toneladas (valoradas en 6.88 millones de euros) a 4,533 toneladas (3.78 millones de euros), una disminución significativa. Lamentablemente, estos datos no diferencian entre textiles reutilizables y residuos textiles, un problema distinto que necesita atención tanto en Europa como a nivel mundial.
La UE debe acordar rápidamente la revisión de la Directiva Marco de Residuos para acelerar la implementación de los sistemas de RAP.
A esto se suma la baja demanda de materiales textiles reciclados. Menos del 1% de los textiles se reciclan en nuevas prendas. La mayoría de las fibras recicladas terminan como trapos o materiales de aislamiento; una contribución al avance de la economía circular, pero lejos del objetivo de reciclar textiles para crear nuevos textiles. Sin una mayor demanda por parte de marcas y fabricantes, el reciclaje se vuelve económicamente inviable, y los clasificadores y recicladores de textiles se quedan con materiales excedentes que no pueden vender, enfrentando una competencia feroz de países como China, lo que los acerca aún más a la bancarrota.
¿Está fallando la Estrategia Textil de la UE?
Aunque la UE ha promovido mucho su estrategia para textiles sostenibles y circulares, la realidad es que las propuestas legislativas derivadas de esta estrategia aún no han traído el cambio necesario en la cadena de valor textil.
Por ejemplo, los sistemas de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) para textiles, que obligarían a las marcas a financiar la recogida y el reciclaje de prendas usadas, todavía están en la etapa de propuesta, con su implementación prevista para 2027-2028, un calendario que podría ser demasiado tarde para muchas empresas en dificultades. ¿Qué pasa hasta entonces? La recogida selectiva comenzará en enero de 2025 en la mayoría de los Estados miembros, pero debido a la adopción tardía de la Directiva Marco de Residuos (DMR) revisada y la ausencia de sistemas de RAP funcionales, muchos operadores estarán abrumados por el aumento de volúmenes de textiles de baja calidad. Esto significa que el sector textil europeo tendrá que reconstruir su infraestructura desde cero una vez que los sistemas de RAP estén en marcha.
¿Qué debe cambiar?
Para evitar una crisis total en el sector de reciclaje textil de Europa, y un efecto dominó que podría afectar a municipios y ciudadanos, se necesita una acción urgente. La UE debe acordar rápidamente la revisión de la DMR para acelerar la implementación de los sistemas de RAP. Dichos sistemas deben responsabilizar a las marcas de la gestión del fin de vida de sus productos, cubriendo los costes de recogida, clasificación, transporte y reciclaje de textiles.
Además, la legislación debe exigir un porcentaje mínimo de fibras recicladas en las nuevas prendas, creando una demanda estable para los materiales reciclados y fomentando la inversión en tecnologías avanzadas de reciclaje. Dado que las oportunidades comerciales están disminuyendo debido al nuevo reglamento de traslados de residuos, las industrias europeas necesitan salidas internas para los materiales reciclados, algo que actualmente no existe.
La legislación debe exigir un porcentaje mínimo de fibras recicladas en las nuevas prendas, creando una demanda estable para los materiales reciclados y fomentando la inversión en tecnologías avanzadas de reciclaje.
Asimismo, frenar el auge de la moda ultrarrápida es crucial. Para que la industria europea tenga una oportunidad, introducir impuestos más altos a estas importaciones de bajo valor, o incluso un “impuesto a la moda rápida”, parece imprescindible. Esto podría desalentar el consumo excesivo y promover productos más duraderos y de mayor calidad, recompensando la circularidad y apoyando a los actores europeos que cumplen con estrictos estándares ambientales, de seguridad y de calidad.
El apoyo financiero inmediato también es esencial para mantener a flote a los recicladores textiles en los próximos años y prevenir una ola de cierres antes de que entren en vigor las políticas a largo plazo. ¿Podría un fondo de emergencia para el sector del reciclaje textil ser la solución? Es posible. Hemos visto ejemplos similares en los que se brindó apoyo de emergencia al sector químico o a la industria de automoción para cumplir con la legislación de la UE y alcanzar sus objetivos. El sector de clasificación y reciclaje textil podría ser el próximo en beneficiarse.
¿Qué pasa si colapsa el ecosistema de clasificación y reciclaje textil de Europa? Millones de toneladas de residuos terminarán en vertederos e incineradoras, y cualquier plan de la UE sobre neutralidad climática y circularidad textil se desperdiciará. Las soluciones están al alcance. Tenemos las herramientas, la tecnología de reciclaje y el conocimiento. Lo que se necesita ahora es la voluntad política para actuar, y actuar rápido.