Retos, oportunidades y enfoques clave de la RAP en textiles

La implantación de estos ecosistemas debe hacerse desde una amplia visión integral, holística y sistémica para darles una amplia continuidad
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03-06-2025

La Presidencia del Consejo y los representantes del Parlamento Europeo alcanzaron, el pasado 19 de febrero, un acuerdo provisional sobre la revisión específica de la Directiva Marco de Residuos por la que se establecen medidas dirigidas a lograr un sector textil con menor generación de residuos y que será de obligada aplicación en sus desarrollos nacionales. La revisión tiene como objeto establecer una normativa armonizada sobre la responsabilidad ampliada de los productores de textil y moda reforzando la acción de los EEMM de la Unión en la prevención y en la mejora de la circularidad de los textiles.

En consonancia con la jerarquía de residuos se prioriza la prevención de los residuos, la preparación para la reutilización o el reciclaje y, en última instancia, su valorización y/o eliminación. Las medidas se articulan a partir de cuatro elementos principales: una mayor armonización europea en definiciones, principios y actos para incrementar la seguridad jurídica y evitar la fragmentación del mercado único; la introducción de la RAP (Acrónimo de Responsabilidad Ampliada del Productor) para productos textiles obligando a que sus productores cubran los costes netos de la recogida y tratamiento de los textiles usados y de sus residuos; su obligación de adherirse a un SCRAP (Acrónimo de Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor) para el cumplimiento de sus obligaciones; y ciertas normas relativas a la forma en la que los residuos deben ser tratados en los puntos de recogida.

 

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Otro de los aspectos más destacados de esta revisión es que se prevé que, las cuotas que paguen los productores al SCRAP por sus obligaciones, sean ecomodulables con el fin de incentivar el diseño sostenible de los productos textiles. Y, para ello, se prevé se tengan en cuenta progresivamente los criterios y métodos de medición establecidos en los futuros Actos Delegados de textiles derivados del Reglamento UE 2024/1781 sobre ecodiseño para productos sostenibles en función de, por ejemplo, su durabilidad. Si bien, los EMM podrán adaptar las tasas de forma acorde con sus propias especificidades nacionales.

La revisión de la Directiva Marco acordada incorpora otras novedades como la extensión de la consideración de residuo a todos los textiles que sean recogidos separadamente. Así como la sujeción de éstos a operaciones de clasificación que aseguren su tratamiento en línea con la jerarquía de residuos. El objetivo de esta propuesta es que esas operaciones produzcan fracciones de alta calidad aptas para su reutilización. El acuerdo provisional establece condiciones de competencia equitativas e, incluye, a todas las empresas en el ámbito de los programas de responsabilidad ampliada del productor. Al amparo de este marco armonizado, todas las empresas, entre ellas las más pequeñas, tendrían acceso a los recursos y la infraestructura necesarios. Si bien, con el fin de reducir su carga administrativa, las microempresas contarán con ciertas facilidades de reporte, así como con un año más para cumplir con estas obligaciones.

Los Estados miembros de la UE tendrán hasta 20 meses para adaptar su Derecho interno a las nuevas normas desde su adopción definitiva. El desarrollo normativo de la RAP en textiles -cuyo proceso de información pública se prevé próximamente- será el encargado de recoger el contenido de las Directivas europeas a escala nacional. Mientras que la Comisión se reserva la evaluación de aspectos como la financiación de los programas de responsabilidad ampliada y objetivos en relación con los residuos a más tardar en 2029.

En España, la iniciativa SCRAP de como RE-VISTE -impulsada desde la Asociación para la Gestión del Residuo Textil y Calzado AGRT- viene avanzando en sus actuaciones -de forma todavía voluntaria- ampliando progresivamente sus miembros.

 

Ordenación, planificación e implementación de la RAP de textiles

El futuro ecosistema nacional de recogida selectiva, clasificación y (pre)tratamiento de los residuos textiles deberá caracterizarse por su eficacia, eficiencia y adaptabilidad para que pueda facilitar, por un lado, prendas para su reutilización y, por otro, materias primas secundarias para su reintroducción en procesos industriales. El conjunto de ecosistemas europeos -por curvas de aprendizaje, escalabilidades y eficiencias- debería gestionar flujos de residuos de forma competitiva para que puedan alcanzarse estas últimas expectativas de reincorporación productiva.

 

Europa ha hecho dejación en inversiones locales en extracción, procesado y tratamiento de materias primas, productos básicos y principios activos durante años. Lo que supone una gran vulnerabilidad para nuestra defensa, industrias y economía en el actual contexto global.

 

Europa ha hecho dejación en inversiones locales en extracción, procesado y tratamiento de materias primas, productos básicos y principios activos durante años. Lo que supone una gran vulnerabilidad para nuestra defensa, industrias y economía en el actual contexto global. Conviene impulsar procesos locales, acuerdos internacionales con socios fiables y, por razones obvias, cadenas circulares paralelas de alto valor. Y, por supuesto, no sólo en materias fundamentales o críticas. Uno de los retos de la Unión es reforzar la resiliencia de las cadenas de valor europeas mientras ganamos en eficiencia competitiva para hacer frente a los futuros gastos e inversiones en investigación, tecnología y defensa.

Abordando, por ejemplo, la resiliencia de la Industria textil europea en sus materias primas (casi para cualquiera de sus amplios segmentos cliente: moda; productos hogar; salud, defensa y protección; automoción, navegación y aeronáutica; infraestructuras y energías renovables; agroalimentación; y un largo etcétera.), las políticas de circularidad adquieren una fuerte connotación geoestratégica. Pues más del 80% de todas las fibras naturales y sintéticas que utiliza la Industria Europea tienen su origen en Asía. Y, en el nuevo contexto, dominar el origen de esas cadenas supone ventajas evidentes. Transformar sus residuos en nuevas oportunidades tecnológicas, industriales y de empleo a través de soluciones creativas es un reto enorme. Así como, también, el desarrollo de tecnologías limpias que compartir con el resto del mundo para reducir los impactos ambientales. Una buena implantación de la RAP de textiles es fundamental para dar cobertura a estos procesos.
 

Transformar sus residuos en nuevas oportunidades tecnológicas, industriales y de empleo a través de soluciones creativas es un reto enorme. Así como, también, el desarrollo de tecnologías limpias que compartir con el resto del mundo para reducir los impactos ambientales. Una buena implantación de la RAP de textiles es fundamental para dar cobertura a estos procesos.

 

Podríamos distinguir hasta tres fases distintas en la determinación de la RAP. Todas ellas van a conllevar un esfuerzo significativo para poner de nuevo en el mercado los productos recogidos para su reutilización o los materiales resultantes de las diferentes técnicas y/o tecnologías de reciclado o su valorización al final de su vida útil.

Nos centraremos en este artículo en sus dos últimas:

• Su planificación estratégica. Que aborde objetivos progresivos (su hoja de ruta) -que sean razonables (con los activos, organización y competencias) y coherentes (en maduración tecnológica)- en ecodiseño, sensibilización, recogida selectiva y (pre)tratamiento para su reutilización (como “segunda mano”) o bien reciclado como materia prima para distintas manufacturas o, en su caso, valorización en diálogo permanente con sus operadores, sus proveedores tecnológicos y su Industria demandante. Que fomente el ecodiseño en los nuevos productos comercializados en Europa sobre la base de sus Actos Delegados en conceptos tales como durabilidad, reciclabilidad o contenido reciclado. Y que establezca definiciones concretas para las obligaciones de trazabilidad, transparencia y rendición de cuentas exigibles en estos procesos.

• Y su implementación efectiva. Este aspecto es crucial. Y no sólo en cuanto a la necesidad de optimizar el modelo de recogida, clasificación y (pre)tratamiento previo de los residuos incluyendo su logística, métodos organizativos e innovaciones tecnológicas. Bastante a menudo olvidamos que abordarlo desde una visión “push” regulatoria -sin tener en cuenta su visión “pull” desde el mercado- puede colapsar literalmente el sistema. Por lo que es necesario profundizar paralelamente tanto en los mercados de reutilización de prendas -a nivel nacional sigue habiendo espacio para nuevas tiendas de segunda manocomo en los mercados industriales para sus materias primas secundarias (MMPPSS) tras su reciclado siguiendo especificaciones del cliente.

En definitiva, la implantación de estos ecosistemas debe hacerse desde una amplia visión integral, holística y sistémica para darles una amplia continuidad. Y, para ello, en algunos de sus eslabones serán necesarios nuevos agentes relacionados con la recuperación, con el reciclaje -fundamentalmente químico o termoquímico- y la industria manufacturera. Y, por supuesto, la participación pública para reducir el riesgo vs beneficio de las cuantiosas inversiones requeridas para ello.

 

Innovación, desarrollo tecnológico e inversión en nuevas capacidades

do más comunes nos indicará los niveles requeridos en clasificación y (pre) tratamiento para cada una de ellas. La más conocida está basada en procesos mecánicos y viene utilizándose en la Industria desde hace muchos años para reciclar residuos posindustriales con composiciones homogéneas, conocidas y limpias. Pero, si hablamos de posconsumo, su capacidad para retornar las fibras usadas a nuevas fibras de alto valor es reducida. Y, en cualquier caso, requiere clasificaciones significativas por su composición y color. Por lo que una parte de sus producciones deberá orientarse a múltiples manufacturas. Tras ella se encontrarían las tecnologías termomecánicas. Pero la pureza del residuo que pueden tratar para obtener polímeros la hacen poco frecuente en textil.

 

La implantación de estos ecosistemas debe hacerse desde una amplia visión integral, holística y sistémica para darles una amplia continuidad.

 

Un paso más allá lo constituyen las tecnologías de reciclado químico en desarrollo, que descomponen los polímeros usados en sus monómeros para, de nuevo, polimerizarlas produciendo fibras de alto valor. El problema es que, hoy por hoy, requieren de una clasificación significativa por composiciones con descartes importantes. Y, a su vez, requieren de economías de escala importantes. Los métodos más desarrollados se centran en poliéster por craqueo y algodón por disolución. Y, finalmente, aquella fracción que no tenga salida a través de los métodos de reciclado mencionados, puede llevare a valorización termoquímica (por pirólisis, gasificación y/o combustión).

Por último, cabe también mencionar un nuevo campo en desarrollo de despolimerización de las fibras plásticas mediante degradación enzimática (reciclado bioquímico).

Por tanto, uno de los aspectos críticos para alcanzar los objetivos legislativos europeos de reciclado fibra a fibra, sigue siendo la falta de madurez de las tecnologías específicas para el reciclado de alto valor. Y, en cualquier caso, las economías de escala que requieren, por ejemplo, las tecnologías químicas para una implantación eficiente, es otra gran barrera de entrada. Por lo que, para que una parte de los residuos pueda volverse a incorporar en el ciclo productivo textil -tal vez con objetivos progresivos paralelos a los efectos positivos del ecodiseño, de los avances tecnológicos, a las nuevas capacidades industriales y, por supuesto, a objetivos creíbles de negocio- deberán también abordarse otros potenciales clientes para los residuos textiles en función de los avances en su recogida.

 

Uno de los aspectos críticos para alcanzar los objetivos legislativos europeos de reciclado fibra a fibra, sigue siendo la falta de madurez de las tecnologías específicas para el reciclado de alto valor.

 

Por último, para extender los conceptos circulares será necesario traccionar sus materias primas secundarias recicladas o por valorizar desde la demanda Y, de ahí, la importancia de impulsar también sus mercados potenciales mediante diálogos sectoriales con clientes que puedan, por ejemplo, (a) sustituir materias vírgenes por materiales reciclados en sus aprovisionamientos, (b) que mejoren las características de sus productos agregándolas en sus propias formulaciones o (c) que puedan transformarlos en otras materias esenciales aptas para el mercado.

La innovación, el desarrollo tecnológico -incluidas tecnologías transversales, fabricantes de equipos y maquinaria- y la inversión en esas nuevas capacidades productivas se hace imprescindible.