Digitalización sí, pero responsable

María Monzó, Directora de Innovación de Aigües de Barcelona
Digitalización sí, pero responsable
Digitalización sí, pero responsable
02-04-2019

Por María Monzó, Directora de Innovación de Aigües de Barcelona


A estas alturas, a ninguno se nos escapa que nos encontramos inmersos en un tsunami tecnológico, una tormenta perfecta en la que se combinan todas las últimas disrupciones que han aparecido en los últimos años y que continuamente nos sorprenden con nuevas aplicaciones sobre big data, internet de las cosas, inteligencia artificial o machine learning, por mencionar algunos ejemplos, que dan lugar a lo que los expertos llaman la cuarta revolución industrial. Afirman los entendidos que esta nueva revolución es comparable a la que produjo en su época la imprenta o la máquina de vapor, siendo en el caso de esta cuarta, la velocidad vertiginosa de cambio y la hiperconexión que nos proporciona, las características fundamentales que la definen. 

Este escenario está cambiando prácticamente todos los sectores de nuestra sociedad y de nuestra economía, y la gestión del agua no escapa a esta transformación. 

Las nuevas tecnologías están creando tendencias que posibilitan aumentar nuestras capacidades operativas, permitiendo, entre otros, el tratamiento masivo de datos para tener mejor conocimiento en la toma de decisiones, y optimizando nuestra gestión responsable.

Por citar algunos ejemplos, nos permiten gestionar información generada por sensores que monitorizan las redes a tiempo real, afectar positivamente la movilidad de los trabajadores en terreno para interactuar a distancia, mejorar su agilidad, o utilizar nuevos canales digitales de comunicación con los clientes, basados en la confianza, transparencia y seguridad,  desarrollando gamificación para un mejor entendimiento con el cliente, a la vez que concienciarlo sobre el consumo responsable de nuestro recurso. 

La telelectura, solución inteligente de medición del consumo de agua, que permite obtener las lecturas del contador a distancia y  detectar, de forma prematura, posibles fugas de agua o variaciones significativas en el consumo. La inspección de los activos (grandes tuberías, colectores, depósitos, …) a través de drones, que ofrece una mayor velocidad y seguridad en las operaciones; o el despliegue del mantenimiento predictivo de nuestros activos, como pueden ser bombas o válvulas, a través del Big Data son algunos ejemplos de nuestra capacidad de resiliencia, tan necesaria hoy en día, teniendo en cuenta que el futuro del planeta se desarrollará en las ciudades: se espera que a mitad de siglo, el 70% de la población mundial viva en zonas urbanas, según datos de la ONU. 

Este panorama plantea grandes retos en aspectos esenciales como son las infraestructuras, la movilidad o servicios básicos como el agua en el sector urbano. El objetivo es desarrollar ciudades innovadoras, sostenibles, seguras y al servicio del ciudadano. Es decir, ciudades inteligentes que den respuesta al crecimiento acelerado de la población y a los efectos del cambio climático, siendo, al mismo tiempo, eficientes y sostenibles.

Sin embargo, no podemos olvidar que el reto de la digitalización no es solamente tecnológico,  sino de adaptación a este nuevo paradigma de Industria 4.0. Es decir, el gran desafío está en las personas, en la nueva mirada que puedan tener acerca de la tecnología, y en el criterio que tengan para seleccionar y adoptar aquellas tecnologías que requerimos para satisfacer las necesidades de una gestión más responsable y más sostenible , asegurando un impacto positivo en nuestra sociedad. 

Los expertos apelan a la ley de Martec, que pone de manifiesto que mientras que la tecnología cambia a ritmo exponencial, las organizaciones lo hacen a ritmo logarítmico, mucho más lento, creándose esa sensación de brecha digital que, con su velocidad galopante de cambio acelerado, genera la sensación de incapacidad de adaptación ante esas nuevas disrupciones. 

Tan fundamental es que la tecnología se encuentre disponible para alcanzar nuestros objetivos, como que el talento de nuestras organizaciones se recicle, se prepare y esté convencido y motivado para afrontar ese cambio cultural que se requiere para la integración de los procedimientos aún vigentes con nuevas maneras de hacer las cosas. El equilibrio entre el presente y el futuro y la capacidad para trabajar de forma ágil y flexible para adaptarnos en cada momento, sólo es posible partiendo de una cultura de la innovación integrada en todas las áreas de nuestras organizaciones.

La transformación digital, conexionada con la innovación, requiere una estrategia clara, que debe pasar indudablemente por la innovación “ad-intra”, conectando entre sí el gran talento que tenemos en nuestras compañías, y por la innovación abierta, que te permite encontrar sinergias con tus grupos de relación, colaboración clave para el éxito de dicha estrategia.

Como conclusión sólo dos ejemplos que demuestran las bondades y las oportunidades que nos brindan las nuevas tecnologías. The Zone of Hope*, instalación interactiva en Barcelona, abierta a la ciudadanía, y diseñada para hacer sentir a los participantes de forma inmersiva y a través de la realidad virtual, las consecuencias del cambio climático. Este viaje al futuro es un proyecto sin precedentes donde confluyen concienciación, compromiso, tecnología, innovación y, sobre todo, esperanza. 

Y en segundo lugar, Start4Big, la primera alianza estratégica impulsada por 5 grandes corporaciones en Europa: Aigües de Barcelona, CaixaBank, Naturgy, SEAT y Telefónica han sumado sus fuerzas para poner en marcha esta iniciativa digital, abierta y multisectorial nacida en Barcelona, para atraer startups, tanto nacionales como internacionales, que resuelvan diferentes retos planteados con el objetivo de mejorar la experiencia de sus consumidores y, en general, facilitar el día a día de las personas. 

Las organizaciones tenemos la responsabilidad de potenciar la transversalidad y la innovación compartida de forma cercana y tangible, creando espacios de cooperación y digitalización, que fomenten la incubación de nuevas ideas y la creatividad aplicada a solucionar los grandes retos que tenemos como humanidad, sin perder de vista la ética en todo lo referente a la gestión de datos, y gestionando ese nuevo talento más digital de las nuevas generaciones, que es desde ya el talento de nuestro presente.


(*)La exposición “The Zone of Hope” se podrá visitar hasta el 31 de mayo de 2019 en el Real Círculo Artístico de Barcelona. Se pueden adquirir las entradas a través de la web www.thezoneofhope.com


Artículo publicado en el número 212 Enero/Febrero 2019 de RETEMA

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