Una gestión integrada y más sostenible de los acuíferos, clave ante la escasez de agua

La escasez de agua es una realidad cada vez más presente, causada principalmente por la sobreexplotación de los recursos y los efectos del cambio climático. Ante esta situación, es necesario desarrollar estrategias sostenibles que permitan garantizar la cantidad y la calidad de los recursos hídricos existentes en el futuro. Los acuíferos son piezas clave para afrontar este reto, ya que en ellos se almacena la tercera parte del agua dulce del planeta. Por ello, preservar el agua subterránea mediante una gestión sostenible de los acuíferos es crucial para asegurar la disponibilidad futura de este recurso.

En este sentido, Cetaqua, Centro Tecnológico del Agua, organizó el 12 de diciembre la jornada “Hacia una gestión más sostenible de los acuíferos”, en el marco de los proyectos DESSIN y SASMIE. El evento reunió a entidades y profesionales relacionados con la gestión de las aguas subterráneas a nivel nacional y local con el objetivo analizar la situación actual de este ámbito y debatir las posibles soluciones que permitan una gestión más sostenible de las aguas subterráneas.

Un centenar de personas asistieron a las ponencias de expertos de primer nivel en la materia, como Emilio Custodio, Catedrático de Hidrología Subterránea de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) o Enrique Fernández Escalante, Doctor en Ciencias Geológicas y especialista en Tragsa I+D+i. Durante la jornada, Custodio presentó el libro que recoge los resultados del proyecto SASMIE, en el que se ha analizado el estado de salinización de los acuíferos costeros españoles de las áreas mediterráneas e insulares. Asimismo, destacó que “cada recurso hídrico tiene su momento, y los acuíferos son el elemento de conexión y cohesión entre todos ellos”. Por su parte, Escalante expuso diferentes experiencias internacionales de éxito en la recarga gestionada de acuíferos y subrayó que la recarga gestionada de acuíferos está creciendo pero aún le queda camino por recorrer.  

Además, Manuel Argamasilla, investigador de Cetaqua, presentó los resultados obtenidos en la demostración realizada en el acuífero del Baix Llobregat en el marco del proyecto europeo DESSIN. Esta inicitativa ha demostrado que inyectar directamente agua pre-potable en los acuíferos es una técnica factible para mejorar la sostenibilidad económica y ambiental de la recarga de aguas subterráneas. Este proyecto se ha probado con éxito en la ETAP de Sant Joan Despí, donde Aigües de Barcelona dispone desde 1969 de un sistema de recarga, y ha logrado tener un impacto positivo en el acuífero del Baix Llobregat, tanto en la calidad como en la cantidad del agua.

Finalmente, se celebró una mesa redonda moderada por Marina Arnaldos, Responsable del Área de Recursos Hídricos, Producción y Regeneración de Cetaqua, en la que representantes de la administración, comunidades de usuarios, empresas operadoras y de servicios hidrogeológicos debatieron sobre los retos futuros de la gestión de las aguas subterráneas y las posibles estrategias o herramientas para afrontarlos. 

Los participantes en el debate coincidieron en que una gestión sostenible de los acuíferos debe ser integral, incluyendo las aguas subterráneas como elemento clave dentro del ciclo integral del agua y apostando por tecnologías que permitan reutilizar aguas residuales y provenientes de otras fuentes, como las desalinizadoras. Por otro lado, Antoni Munné, Jefe de Control y Calidad de las Aguas en la Agència Catalana de l’Aigua (ACA), resaltó que “el problema de las estrategias de gestión de aguas subterráneas es su implementación; faltan herramientas de gobernanza para un mayor entendimiento entre gestores, usuarios y administradores”.

Por último, mejorar la calidad y cantidad del agua subterránea es uno de principales retos, ya que actualmente en España solo el 35% de las 37 masas de agua presentes se consideran en buen estado. Para ello, según concluyó Bartolomé Andreo, Director del Centro de Hidrogeología de la Universidad de Málaga (UMA), es importante invertir en un mayor conocimiento de las aguas subterráneas, insistiendo en aspectos como la formación de especialistas hidrogeólogos, la investigación conjunta entre los actores del sector o la potenciación de las comunidades de usuarios.