ALADYR se pronuncia a favor de la Ley de construcción de plantas desalinizadoras de agua de mar en Perú
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Representantes de la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua (ALADYR) se pronunciaron a favor de la Ley publicada en el diario El Peruano el pasado 5 de agosto, en la que se declara de necesidad pública e interés nacional la construcción de plantas desalinizadoras de agua de mar en los departamentos de la costa peruana y la explotación de aguas subterráneas salobres en todo el Perú. La Ley tiene como objetivo cerrar la brecha de infraestructura en el sector para garantizar el acceso futuro al agua.
Desde ALADYR consideran que este tipo de declaraciones son parte de una política de Estado necesaria para acelerar la adecuación de la infraestructura a las metas nacionales en el acceso al agua y que además supone un paso importante para la adaptación al cambio climático en lugares que ya padecen estrés hídrico.
La Asociación enfatiza la necesidad de seguir apostando a la desalinización de agua de mar en Perú y considera que la institucionalidad del país genera confianza para una simbiosis entre los sectores público y privado para la ejecución de proyectos.
La tecnología de desalación - que se ha hecho más eficiente en términos energéticos, económicos y ambientales en los últimos años - consiste en tomar agua salada del mar o de pozos subterráneos salobres y remover las sales y minerales mediante membranas como las de ósmosis inversa para hacerla potable o de uso agrícola e industrial. Estos procesos son totalmente compatibles con las energías renovables y acorde a estudios y casos de éxito en todo el mundo, no suponen una amenaza para el medio marino.
Gerald Ross, presidente de ALADYR, señaló que Perú representa uno de los mercados emergentes de desalinización más importantes de Latinoamérica por contar con una destacada cartera de proyectos abierta a la participación privada y con garantías que estimulan la captación de empresas competentes en el rubro.
Por su parte, Wilian González, representante general de ALADYR para Perú, añadió que es momento de dar prioridad a los proyectos de potabilización con agua de mar porque las principales regiones de la Costa cada vez tienen más dificultades para abastecerse de fuentes continentales.
También dijo que la desalación del agua de mar para potabilización por muchos años ha sido vista como costosa, contaminante o compleja pero que, sin embargo, esta percepción viene cambiando poco a poco.
“Venimos trabajando en la educación y concientización de todos los peruanos. Con la puesta en funcionamiento de la planta PROVISUR en Lima, que beneficia a más de 100.000 habitantes, los peruanos vemos con optimismo la instalación de más plantas. Se vienen megaproyectos como las plantas desaladora en el Ilo, Paita, Talara y Lambayeque. La promulgación de esta ley acentúa la continuidad de estos proyectos” declaró.
El instrumento legal dispone al Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego y el Ministerio de Energía y Minas en el marco de sus competencias y atribuciones, en coordinación con los gobiernos regionales y gobiernos locales involucrados, a realizar las acciones y medidas necesarias para cumplir con el objeto de la declaración.
Para ALADYR, la Ley publicada en el diario El Peruano es un paso importante para el desarrollo del país debido a que el acceso al agua subyace a toda actividad humana por lo que la construcción de plantas desalinizadoras de agua de mar y la explotación de aguas subterráneas salobres son medidas imprescindibles para el crecimiento económico y social.
Experiencia regional
La desalinización de agua de mar y pozos salobres es cada vez más frecuente en Latinoamérica y a medida que la demanda ejerce mayor presión sobre las fuentes naturales, más proyectos se planifican para asegurar la resiliencia de los sistemas hídricos ante la escasez.
En Chile la desalinización se utiliza ampliamente para la minería y el agua municipal. Ciudades como Tocopilla en Antofagasta, dependen totalmente del mar para abastecer sus necesidades potables. Además, se observa una tendencia creciente en la construcción de plantas multipropósito con proyectos como el de Aguas Marítimas de Cramsa, servirá para consumos industriales, humanos y agrícolas
En Brasil, el programa "Água Doce" ha sido implementado para desalinizar agua y proporcionarla a la agricultura familiar bajo su propia gobernanza y asistencia. Este programa ha utilizado unidades de desalinización por ósmosis inversa. Además, se espera la construcción de una planta de desalinización en Praia do Futuro, en la ciudad de Fortaleza. Esta planta tiene como objetivo abastecer de agua potable a la población local y reducir la dependencia de fuentes de agua dulce en una región afectada por la sequía.
En México, en la región de San Quintín, Baja California, se utiliza la desalinización para el riego de frutas de exportación en zonas consideradas desérticas. También existen importantes proyectos en ejecución para fines potables en ciudades que padecen los embates de sequías cada vez más intensas y prolongadas.