Canal de Isabel II supera el millón de contadores inteligentes con telelectura en la Comunidad de Madrid

La compañía pública avanza hacia su objetivo de conectar el 100% de los 1,6 millones de contadores antes de 2026, mejorando el control del consumo, la detección de fugas y la planificación de la demanda

Canal de Isabel II ha alcanzado un hito clave en su estrategia de digitalización del ciclo urbano del agua: más de un millón de contadores de la Comunidad de Madrid disponen ya de servicio de telelectura.

Este despliegue sitúa a la empresa pública en la senda de cumplir su objetivo de conectar el 100% de los equipos de medida antes de finales de 2026, cuando estarán integrados en el sistema 1,6 millones de dispositivos.

 

Más de un millón de contadores de la Comunidad de Madrid disponen ya de servicio de telelectura, marcando un hito en la estrategia de Canal de Isabel II en digitalización.

 

Los nuevos contadores inteligentes registran el volumen consumido cada hora y transmiten la información diariamente mediante conectividad NB-IoT (Narrow Band – Internet of Things). Frente a la tradicional lectura presencial bimestral, la telelectura multiplica por 1.460 la cantidad de datos disponibles, lo que permite reducir de forma drástica los tiempos de detección de incidencias y mejorar la eficiencia en la gestión de la red.

 

Telelectura para detectar fugas y ahorrar agua

El análisis masivo de estos datos ha permitido a Canal alertar, en los últimos dos años y medio, a más de 84.000 clientes cuyos patrones de consumo resultaban anómalos. Estos avisos por posibles fugas se han traducido en más de 75.000 reparaciones realizadas por los propios usuarios, con un ahorro estimado de 17 hectómetros cúbicos de agua, una cantidad equivalente a más del 3% del consumo total de la región.

 

El análisis masivo de estos datos ha permitido a Canal alertar, en los últimos dos años y medio, a más de 84.000 clientes cuyos patrones de consumo resultaban anómalos.

 

Los servicios asociados a la telelectura, así como la instalación y conexión de los contadores, no suponen ningún coste añadido para los clientes. A través de la Oficina Virtual de Canal de Isabel II, los usuarios pueden consultar su consumo con todo detalle, hora a hora, y configurar avisos personalizados. Esta información más fina suele traducirse en una mayor conciencia sobre el uso del agua y en la adopción de medidas de ahorro individuales.

Las alarmas pueden configurarse tanto para detectar consumos diarios u horarios superiores a un umbral establecido como para identificar situaciones en las que no se alcanza un consumo mínimo. Más de 6.700 personas han activado ya este tipo de avisos.

El sistema permite, por ejemplo, identificar actividad en la vivienda cuando se supone que está vacía, lo que puede indicar una fuga, un uso fraudulento o incluso una ocupación no autorizada del inmueble. En sentido inverso, la ausencia de consumo en contratos de personas mayores o dependientes puede servir como señal de alerta, de modo que Canal pueda avisar a los titulares y favorecer una rápida reacción ante posibles incidencias.

 

El sistema permite, por ejemplo, identificar actividad en la vivienda cuando se supone que está vacía, lo que puede indicar una fuga, un uso fraudulento o incluso una ocupación no autorizada del inmueble.

 

Conectividad avanzada para una red más eficiente

Los contadores de última generación utilizan tecnología NB-IoT, que se apoya en las redes de telefonía móvil y ofrece una mayor penetración de la señal en ubicaciones donde la conectividad convencional resulta limitada, como sótanos, arquetas o cuartos de contadores.

Esta capacidad de comunicación en entornos complejos es esencial para garantizar la fiabilidad del sistema de telelectura en todo el territorio.

 

Los contadores de última generación utilizan tecnología NB-IoT, que se apoya en las redes de telefonía móvil y ofrece una mayor penetración de la señal en ubicaciones donde la conectividad convencional resulta limitada.

 

La digitalización del parque de contadores no solo tiene impacto en el ámbito doméstico, sino que también proporciona a Canal de Isabel II una base de datos mucho más robusta para optimizar la operación de la red de abastecimiento en su conjunto.

El conocimiento detallado de los patrones de consumo permite ajustar la planificación de la demanda, mejorar la detección temprana de fugas en la red, reducir pérdidas y avanzar hacia un modelo de gestión más eficiente y sostenible de un recurso tan estratégico como el agua.

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