Cañete apuesta por consolidar un sistema nacional del agua sólido y viable integrando todos los recursos disponibles
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El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha subrayado que el Gobierno quiere configurar un sistema nacional del agua que incluya todos los usos e integre todos los recursos convencionales, desalación y reutilización. Se trata de “un sistema sólido y viable desde el punto de vista económico, y gestionado de forma coordinada en el marco de la colaboración público-privada”.
Miguel Arias Cañete hacía estas manifestaciones durante su participación en la jornada “Gestión de los recursos hídricos en España”, organizada por Casa Mediterráneo, en Alicante. Al acto ha asistido también el secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, la Directora General de Casa Mediterráneo, representantes de las comunidades de regantes de la Comunidad Valenciana y otras autoridades.
En su intervención, Arias Cañete ha señalado que el Gobierno, desde el principio de esta legislatura, trabaja con el propósito de asegurar un suministro de agua suficiente y de calidad para abastecer las necesidades de la población y de sus actividades económicas, en todo el territorio y de manera sostenible”.
Para ello, el ministro ha apuntado la necesidad de conocer y conciliar, al menos, cuatro elementos fundamentales: los recursos disponibles; los usos que se deben abastecer, tanto de las poblaciones como de los sectores clave de la economía; las exigencias que suponen los compromisos contraídos con los socios en la Unión Europea; y las dotaciones económicas disponibles para conservar y reforzar infraestructuras e impulsar mejoras en abastecimiento y depuración.
En cualquier caso, Arias Cañete considera que la gestión de los recursos hídricos no es fácil, sobre todo si “se incumplen los compromisos con la Unión Europea, se prescinde de una planificación técnica y económica seria, se contraponen soluciones parciales y se alimentan las guerras del agua entre territorios”. Por eso, a los cuatro elementos mencionados anteriormente, el ministro ha añadido “la situación recibida, tras años en los que se ha hecho evidente lo que supone dejar de gestionar los recursos hídricos, lo que conlleva no ejercer con responsabilidad una de las políticas de gobierno más importantes: la del agua”.
Como ejemplo de estos incumplimientos, Arias Cañete ha recordado que España tenía la obligación de completar, antes de 2010 y conforme a la Directiva del Agua, todos sus planes hidrológicos. Pero en 2012 sólo se había aprobado uno, el de las cuencas interiores de Cataluña, “que fue anulado posteriormente”. Asimismo, el ministro se ha referido a los incumplimientos de las exigencias comunitarias en materia de depuración de agua, “lo que constituye una amenaza para las personas y los ecosistemas, además de haber acarreado tres procedimientos de infracción”. También ha criticado la falta de eficacia y el alto coste económico del plan de construcción de desaladoras puesto en marcha por el anterior ejecutivo.
SISTEMA NACIONAL DEL AGUA
Ante esta situación, Arias Cañete ha apuntado que este Gobierno trabaja para diseñar “un modelo de gestión de nuestros recursos hídricos capaz de afrontar estos condicionantes y garantizar la sostenibilidad del sistema”. Así, para configurar este sistema nacional del agua, el ministro considera prioritario analizar “cuidadosamente” los recursos necesarios.
Para ello, ha anunciado que el Ministerio está estudiando cuáles son las necesidades de financiación del sector del agua. También será necesario promover cambios en el régimen económico-financiero del agua, que permitan cumplir con el principio de recuperación de costes, “estableciendo incentivos adecuados para que los usuarios utilicen de forma eficiente los recursos hídricos”.
Asimismo, se van a introducir reformas organizativas para mejorar la gestión y la administración del agua, y evitar así duplicidades. Y, al mismo tiempo, “estamos preparando un anteproyecto de ley que permita una regulación específica del ciclo del agua de uso urbano, porque es imprescindible contar con una normativa básica que regule en conjunto el abastecimiento, la distribución, el saneamiento y la depuración”, ha explicado.
En definitiva, “se trata de contar con normas claras que proporcionen seguridad jurídica y transparencia, tanto a los usuarios como a los operadores”, ha completado. Para el ministro, esta clarificación facilitará la colaboración público-privada, “indispensable para acometer todas las actuaciones necesarias en materia de depuración y calidad de las aguas”.
RETOMAR POSICIÓN ACTIVA Y DE LIDERAZGO
En cualquier caso, Arias Cañete ha reiterado que, mientras se diseña este nuevo marco de gestión del agua, “avanzaremos en recuperar el retraso en el incumplimiento de nuestros compromisos con Europa y retomar una posición activa y de liderazgo”
En relación con la planificación hidrológica, el ministro ha detallado la aprobación, a fecha de hoy, de 15 planes, mientras que los tres restantes que son competencia del Estado ya han sido informados favorablemente por el Consejo Nacional del Agua. Por lo tanto, en el primer semestre de este año estará completado el primer ciclo de planificación de competencia estatal o autonómica (18), restando los planes que corresponde aprobar a la Comunidad Autónoma de Canarias (7).
Arias Cañete ha subrayado el valor de estos nuevos planes hidrológicos, que “constituyen un instrumento indispensable para que todas las demandas de agua de la demarcación puedan satisfacerse, con pleno respeto a las exigencias ambientales”. También ha explicado que los planes ofrecen una respuesta técnicamente solvente, y consensuada, para cumplir con los grandes principios de la gestión del agua, integrando la variable medioambiental.
En este ámbito, el ministro ha detallado algunos de los aspectos más significativos de los planes de cuenca aprobados recientemente. Respecto a los medioambientales, casi 2.500 masas de agua de la categoría de río cuentan, por primera vez, con caudales ecológicos que operan como restricciones previas a los sistemas de explotación. A este respecto, Arias Cañete ha puntualizado que la fijación de caudales ecológicos “no es un requisito de la Directiva Marco del Agua sino un requisito propio del ordenamiento jurídico español”.
En cuanto al abastecimiento y regulación de caudales, Arias Cañete ha indicado que los planes recogen las inversiones hidráulicas de cada demarcación. Para este ejercicio, el Estado prevé invertir más de 1.420 millones de euros en el programa de gestión de las infraestructuras del agua. En este programa están previstas actuaciones como la primera fase de Biscarrués—Almudévar (Aragón), la presa de Castrovido (Burgos), la presa de Enciso (La Rioja), la presa de Mularroya (Aragón), los ramales de la Llanura Manchega en Castilla-La Mancha o el recrecimiento de la presa de Yesa (Aragón).
Otro compromiso es el relativo a la calidad de las aguas, donde los programas de medidas de los planes incluyen una inversión total de 10.000 millones de euros. En particular, Arias Cañete ha señalado que para corregir la situación de incumplimiento actual, se han identificado 400 actuaciones prioritarias, a acometer por las distintas administraciones públicas, que suponen unos 1.100 millones de euros.
PACTO NACIONAL DEL AGUA
Ante esta situación, Arias Cañete considera que solo es posible avanzar en materia de gestión de recursos hidráulicos “si logramos acuerdos en cada territorio que desemboquen en un gran Pacto Nacional del Agua”.
Además, la aprobación de los planes de demarcación, junto con los demás recursos disponibles, “abren las puertas a un nuevo Plan Hidrológico Nacional, asentado en este gran pacto, un plan que recogerá las actuaciones necesarias para asegurar el suministro de agua en todos los puntos del país, incluidas las zonas de déficit hídrico”.
En opinión del ministro, “un buen ejemplo de lo que tendremos que hacer, en el contexto general de la planificación, es el acuerdo alcanzado sobre el trasvase Tajo-Segura, con todas las Comunidades Autónomas implicadas”. También ha citado como ejemplo el nuevo Plan Hidrológico de la Cuenca del Júcar, “un plan asentado en criterios técnicos, fruto del acuerdo de todas las partes, que atiende todas las demandas y garantiza el uso sostenible del agua en una demarcación compleja”, ha completado.
Por último, Arias Cañete ha reiterado que todas estas actuaciones requieren “grandes dosis de solidaridad”, para lograr vertebrar el territorio, desarrollarlo y hacerlo más atractivo para su ocupación. “Y demostrar, al mismo tiempo, que es posible construir a base de pactos, poner en valor lo que nos une y lograr soluciones en beneficio del interés general”, ha concluido.