Cómo crear un Living‐Lab para la reutilización y recuperación de recursos hídricos en Castellón

El proyecto CASwaterLAB desarrollado por el IIAMA-UPV y financiado por la Agència Valenciana de la Innovació ha desgranado y definido los aspectos para articular un Living-Lab de agua orientado.

“Diseñar, crear e implementar un Living‐Lab orientado a la reutilización de aguas residuales y la recuperación de recursos de valor en la provincia de Castellón, para generar recursos hídricos alternativos que permitan mitigar los impactos del cambio climático”. 

Bajo esta premisa se ha desarrollado la participación del IIAMA-UPV (Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la Universitat Politècnica de València) en el proyecto CASwaterLAB, financiado por la Agència Valenciana de la Innovació (AVI-GVA) en el marco de las Acciones Complementarias de Impulso y Fortalecimiento de la Innovación, y del que también han formado parte el ITC‐AICE, el Grupo Economía del Agua-UV y la Cátedra FACSA-UJI.

La investigación, que concluye para el IIAMA y el GEA-UV este mes de julio, toma como punto de partida las distintas previsiones científicas que vaticinan una disminución de los recursos hídricos en las próximas décadas en la provincia de Castellón, como consecuencia del impacto del cambio climático. 

A esta realidad, se le añade que la provincia de Castellón tiene un porcentaje de reutilización de aguas residuales bajo, en comparación con Valencia y Alicante, representando únicamente el 3% del agua reutilizada de las EDAR y cuyo destino es principalmente para uso agrícola. 

 

Resultados del proyecto CASwaterLAB

El proyecto ha desgranado y definido los aspectos principales para articular un “Living-Lab de agua orientado”, conocido como WoLL (Water oriented livinglab) por sus siglas en inglés, y de este modo, desarrollar nuevos productos, servicios e infraestructuras adecuadas a las necesidades reales de la sociedad.

“Se propone una estructura organizativa formada por los socios operativos, los socios promotores como es la Administración Pública, un comité de monitorización y diferentes grupos de trabajo”, explica Inmaculada Romero Gil, investigadora principal del IIAMA en el proyecto.

En este sentido, la Dra. Romero Gil indica que los grupos de trabajo deben estar compuestos por asociaciones industriales e industrias clave, institutos tecnológicos y grupos de investigación (grupo agrario) y por industrias del agua y desarrolladores de tecnologías del agua (grupo empresarial). 

En cada grupo debería haber usuarios finales, administración pública clave y un miembro del socio promotor. Sin olvidar constituir una comisión de seguimiento, y casi lo más importante, un grupo de trabajo formado para los ciudadanos y sus respectivos Ayuntamientos, organizando eventos y talleres para lograr concienciar a la ciudadanía de la importancia de la reutilización de aguas residuales, así como para recoger sus necesidades”, indican desde el IIAMA.

 

Participación del IIAMA en el proyecto

En el IIAMA han participado en el proyecto, además de la propia Inmaculada Romero, los investigadores Ramón Barat, Joaquín Serralta, Javier Rodrigo y Manuel Pulido. Su trabajo se ha centrado en definir y describir de manera detallada las tecnologías de interés con sus capacidades, usos y costes, relacionadas con el ámbito de la depuración. 

Asimismo, se ha conseguido identificar la mejor tecnología disponible para lograr una reutilización del agua al 100% y las empresas que puedan aplicarlas.

En el contexto del proyecto, se ha mantenido una estrecha relación de colaboración con el WoLL de WETSUS de Países Bajos al que se ha tomado como caso de éxito por su enfoque en la innovación en el campo del agua, abordando desafíos relacionados con la calidad del agua, la gestión sostenible del agua y las tecnologías de tratamiento. 

“El pasado mes de junio visitamos WETSUS, centro europeo de excelencia para la tecnología sostenible del agua ubicado en la ciudad Leeuwarden, Países Bajos, lo que nos permitió conocer su experiencia, más que fructífera, siendo un caso muy inspirador para el CASwaterLAB”, señalan desde el IIAMA. 

 

Futuros pasos a seguir

“En estos momentos, los dos socios que prosiguen en el proyecto acabarán de definir la gestión y coordinación del WoLL, estableciendo los roles y figuras, grupos de trabajo y las reglas de protección de confidencialidad”, afirma la Dra. Romero Gil. 

Uno de los hitos finales será acabar de definir y de establecer las vías de financiación y los mecanismos económicos posibles para mantener la estructura del WoLL. Para ello, se está trabajando en incorporar el proyecto a la red de LivingLABs de Europa (ENoLL), y de este modo, establecer conexiones y sinergias con otros WoLL similares.  Asimismo, se quiere crear una estructura formativa para jóvenes valencianos en tecnologías del agua, de valor para el tejido industrial valenciano. 

“Este proyecto acaba de empezar, ya que es una oportunidad a futuro para prevenir los impactos del cambio climático sobre los recursos hídricos de manera resiliente. Queda mucho por hacer, pero la semilla ya se ha plantado, tanto en la Administración pública como en los usuarios finales y ciudadanía”, concluyen desde el IIAMA. 

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