DAQUAS advierte: "Es imprescindible adecuar el precio del agua para garantizar la sostenibilidad del servicio"

El XVIII Estudio Nacional del Agua Urbana revela un déficit anual de 4.485 millones y unas tarifas muy por debajo de Europa, pese a los avances en digitalización y eficiencia
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04-12-2025

España avanza en tecnología, eficiencia y sostenibilidad del ciclo urbano del agua, pero arrastra un problema que ya es estructural: el precio del agua no cubre los costes reales del servicio, lo que sitúa al país ante un riesgo creciente de falta de inversión y deterioro de infraestructuras esenciales.

Esta es una de las principales conclusiones del XVIII Estudio Nacional de Suministro de Agua Potable y Saneamiento 2025, presentado por la Asociación Española del Agua Urbana (DAQUAS) y que examina datos de 36,4 millones de habitantes1.784 municipios y más de 60 operadores.

El diagnóstico es tan claro como preocupante: España no está invirtiendo lo suficiente para mantener en buen estado sus redes, estaciones de tratamiento y sistemas de saneamiento, y el precio actual del agua no refleja los costes reales del servicio.

 

Tarifas muy por debajo de Europa y un sector que no logra cubrir sus costes

El estudio pone números a una realidad ampliamente conocida por los operadores: el precio del agua en España se sitúa en 2,23 €/m³, un 43% por debajo de la media europea, y representa solo el 0,84% del presupuesto familiar, uno de los porcentajes más bajos de Europa Occidental.

 

El precio del agua en España se sitúa un 43% por debajo de la media europea, y representa solo el 0,84% del presupuesto familiar.

 

Esta situación genera una consecuencia directa: los ingresos no permiten cubrir las necesidades del ciclo urbano del agua, especialmente en lo relativo a renovación y mantenimiento preventivo. El déficit estructural asciende a 4.485 millones de euros anuales, pese a que los operadores han incrementado su inversión hasta los 2.415 millones, casi el doble que en ejercicios anteriores.

La cifra, advierte DAQUAS, no es abstracta: implica menos renovaciónmás averíasmayor riesgo ante sequíaspérdidas de agua más elevadas y un envejecimiento acelerado de infraestructuras críticas para la seguridad hídrica.

 

 

“Sin adecuación tarifaria no podremos garantizar la resiliencia hídrica del país”

Durante la presentación del estudio, el presidente de DAQUAS, Jesús Maza, lanzó un mensaje directo:



"Sin planificación, financiación y estabilidad regulatoria, la seguridad hídrica del país estará en riesgo".

 

Maza además recordó que el sector afronta una tormenta perfecta: nuevas exigencias europeas, infraestructuras envejecidas, aumento de fenómenos climáticos extremos, mayor presión ciudadana por la calidad y la continuidad del servicio y tarifas que no permiten financiar las inversiones imprescindibles.

 

Para el presidente de DAQUAS, ajustar el precio del agua de forma responsable y progresiva no es una cuestión económica, sino “una necesidad para garantizar un derecho básico, proteger la salud pública y asegurar el futuro del país frente al cambio climático”.

 

 

Un sistema que se moderniza… pero sin capacidad de renovarse

El informe muestra que, en tecnología y control, España se sitúa entre los países más avanzados de Europa:

  • El 83% de la red de abastecimiento está modelizada hidráulicamente.

  • El 100% de las redes cuenta con cartografía GIS.

  • La telelectura alcanza ya el 38%, duplicando cifras en apenas una década.

  • Las EDAR españolas presentan un nivel de digitalización ejemplar: 100% integradas en SCADA y 81% con telemando.

  • El sector genera 705 GWh de energía renovable, especialmente biogás e hidráulica.

  • El 86% de los operadores calcula su huella de carbono y el 80% aplica planes de mitigación.

  • La reutilización de agua depurada asciende a 735 hm³ anuales, el 18,7% del volumen suministrado.

En paralelo, los operadores han incrementado la electrificación de sus flotas hasta alcanzar un 45,5% de vehículos eléctricos o híbridos, impulsando una reducción progresiva de emisiones y costes operativos.

Pero toda esta modernización contrasta con un dato que inquieta al sector: la renovación de infraestructuras es mínima0,54% en redes de abastecimiento y 0,12% en saneamiento.

Cuando la recomendación técnica mínima es renovar el 2% anual, la distancia entre lo necesario y lo posible se convierte en una brecha estructural que crece año a año.

 

Consumo eficiente, pero esfuerzo insuficiente sin inversión

España mantiene uno de los consumos domésticos de agua más bajos del continente: 121 litros por persona y día. Esto porque la sociedad, señala el estudio, es consciente y eficiente. Sin embargo, los esfuerzos ciudadanos no pueden compensar el deterioro de infraestructuras que requieren inversiones sostenidas y sistemáticas.

Esta eficiencia contrasta con los problemas estructurales del sistema: pérdidas de agua, redes que superan los 40 años, depuradoras que necesitan modernización y sistemas de control que requieren actualización continua.

 

Un nuevo marco europeo que exige más inversión, más control y más innovación

El estudio también advierte que España llega al cambio normativo europeo en materia de agua y saneamiento con un retraso importante en renovación de redes y determinadas carencias en depuración.

La entrada en vigor de la Directiva TARU, junto con la nueva Directiva de Aguas de Consumo, implica: criterios más estrictos en vertidos, neutralidad energética en depuradoras, nuevos estándares de calidad, sistemas avanzados de monitorización, planes integrales de saneamiento, control epidemiológico y mayor transparencia y reporte público.

Cumplir estas obligaciones sin una adecuación del precio del agua será imposible, señala DAQUAS, especialmente para municipios medianos y pequeños, que ya operan en condiciones de vulnerabilidad económica y técnica.

 

Un sistema socialmente sólido, pero financieramente frágil

No obstante, el informe subraya un dato positivo: el 86% de la población vive en municipios que aplican mecanismos de acción social para garantizar el suministro a hogares vulnerables.

 

El 86% de la población vive en municipios que aplican mecanismos de acción social para garantizar el suministro a hogares vulnerables.

 

Asimismo, el 82% de los operadores desarrolla Planes Sanitarios del Agua, lo que sitúa a España en una buena posición de seguridad sanitaria. Sin embargo, este esfuerzo social se sostiene sobre un sistema que no puede mantener su propio nivel de servicio si no se incrementa la financiación.

 

Un pacto de Estado para asegurar el futuro del agua en España

DAQUAS insiste en la necesidad de sacar el debate del agua de la confrontación política. La asociación reclama un Pacto Nacional del Agua Urbana que garantice: estabilidad normativa, homogeneidad regulatoria, financiación suficiente, planificación de largo plazo, inversión sistemática en renovación, digitalización generalizada y mantenimiento del acceso universal.

El estudio concluye que ajustar el precio del agua —de forma gradual, transparente y con protección social para los colectivos vulnerables— es el paso imprescindible para garantizar que España pueda mantener un servicio público esencial, adaptarse al cambio climático, cumplir la normativa europea y asegurar la continuidad del ciclo urbano del agua en las próximas décadas.

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