El Bages avanza hacia un nuevo modelo de gestión sostenible con su futura planta de valorización de residuos
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El Consorci del Bages per a la Gestió de Residus ha presentado la futura planta de valorización de residuos del Parc Ambiental de Bufalvent, una infraestructura estratégica que modernizará el sistema de tratamiento de residuos municipales y lo alineará con las normativas ambientales europeas. A la visita de obra han asistido Marc Aloy, presidente del Consorci; Eloi Hernández, presidente de la Comisión Ejecutiva; Pol Huguet, vicepresidente; y Xavier Bosch, gerente.
El proyecto persigue una gestión más eficiente y sostenible, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, un incremento significativo en la recuperación de materiales y el cumplimiento de la normativa que obliga al pretratamiento de la fracción resto antes de su disposición final.
Una planta diseñada para recuperar recursos y minimizar el impacto ambiental
Las plantas de valorización son instalaciones de pretratamiento que trabajan sobre la fracción resto y otros flujos como la materia orgánica o los residuos vegetales. Su función es recuperar materiales y energía y reducir el impacto ambiental, evitando la disposición directa en vertedero. Al disminuir la materia orgánica sin tratar —que genera metano durante su descomposición— contribuyen a atenuar uno de los gases de efecto invernadero más potentes.
En Bufalvent, la nueva planta complementará la actual planta de compostaje y la instalación de transferencia de vidrio y envases, creando un hub medioambiental unificado y más eficiente.
Las plantas de valorización son instalaciones de pretratamiento que trabajan sobre la fracción resto y otros flujos como la materia orgánica o los residuos vegetales.
Un proyecto de 19 millones de euros para transformar el tratamiento de residuos del Bages
La futura planta dispondrá de 32.000 m² —en un complejo total de 51.000 m²— y cuenta con una inversión de 19 millones de euros, financiada por la Agència de Residus de Catalunya y los fondos Next Generation EU. Su puesta en marcha está prevista para el segundo semestre de 2026.
En un contexto de aumento de la recogida selectiva, la instalación operará con las siguientes capacidades:
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Fracción resto: 30.000–35.000 t/año
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Fracción orgánica (FORM): 30.000 t/año (un incremento del 50 % respecto a la capacidad actual)
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Fracción vegetal: hasta 5.000 t/año
Tres líneas de tratamiento para un modelo más circular
La planta actuará sobre tres grandes flujos:
- Fracción resto: Procesos de biosecado, tratamiento mecánico y bioestabilización que reducirán volumen y emisiones potenciales. Únicamente se enviarán a vertedero residuos estabilizados no reciclables, cumpliendo las obligaciones normativas.
- Fracción orgánica: Más capacidad y mejor control para transformar la materia orgánica separada en los hogares en un compost de alta calidad, reduciendo emisiones y aumentando la eficiencia.
- Fracción vegetal: Un tratamiento más integrado permitirá optimizar la gestión de restos vegetales y mejorar su valorización.
Impacto ambiental, económico y social
Entre los principales beneficios destacan:
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Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero
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Incremento de la recuperación de materiales
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Menor coste asociado al canon de vertido
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Generación de empleo y dinamización económica
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Impulso a la innovación y la economía circular en la comarca
La evolución del modelo de gestión ya es visible: hace diez años, el 62 % de los residuos del ámbito consorciado acababan en vertedero; en 2024 esa cifra ha bajado al 49 % y, con los nuevos sistemas de recogida de alto rendimiento, se prevé una reducción al 40 % en 2025.
Un paso necesario, pero no sustitutivo de la recogida selectiva
El pretratamiento permitirá recuperar materiales erróneamente depositados en la fracción resto y reducir el volumen de materia orgánica mezclada. Sin embargo, el Consorci subraya que no sustituye a la recogida selectiva en origen, indispensable para obtener materiales de calidad y mejorar las tasas de reciclaje.
La planta será clave para avanzar hacia el objetivo europeo de limitar al 10 % el envío de residuos a vertedero, pero el compromiso de la ciudadanía y del tejido comercial con una correcta separación sigue siendo esencial.

