El CAT amplía su laboratorio LQAIGUA para reforzar el control de la calidad del agua
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El Consorci d’Aigües de Tarragona (CAT) ha inaugurado la ampliación del laboratorio LQAIGUA, ubicado en el recinto de la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de l’Ampolla. El nuevo edificio, de 125 m², se suma a las instalaciones ya existentes y ha supuesto una inversión de 630.000 euros, incluida en el Plan de Obras y Servicios 2024.
La ampliación mantiene la simetría y diseño del laboratorio original, operativo desde 2007, y responde a la necesidad de reforzar el control de la calidad del agua ante la entrada en vigor del Real Decreto 3/2023, que establece criterios técnico-sanitarios más exigentes.
Un espacio adaptado a las nuevas necesidades del equipo técnico
El laboratorio LQAIGUA cuenta con una quincena de profesionales en el departamento de Calidad de las Aguas. La ampliación ha permitido liberar espacio para la instrumentación técnica y destinar un nuevo recinto, con dos salas polivalentes, a las tareas de gestión, documentación y registro científico.
De este modo, el equipo dispone ahora de áreas diferenciadas para las analíticas de agua y para las funciones administrativas, lo que optimiza los procesos de control.
Actualmente, el laboratorio está organizado en cuatro secciones especializadas:
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Orgánica: detección de compuestos de origen humano, industrial o agrícola.
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Inorgánica: caracterización físico-química del agua (pH, conductividad, etc.).
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Microbiología: ensayos que validan la correcta desinfección.
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Radioactividad: análisis radioquímicos en colaboración con la Universidad Rovira i Virgili (URV).
Incorporación de nuevos equipos para reforzar la seguridad hídrica
Además de la ampliación física, el CAT ha reforzado el equipamiento tecnológico con el fin de ampliar la capacidad analítica y obtener resultados en menos tiempo. Entre las novedades destaca la incorporación de un citómetro de flujo, una herramienta clave para la vigilancia microbiológica.
Este dispositivo permite conocer en tiempo real la eficacia de los procesos de desinfección en la ETAP de l’Ampolla, ajustando los parámetros de operación y verificando las limpiezas de depósitos y de la red de distribución.
Según explica Josepa Fàbregas, directora técnica del laboratorio, “un análisis de microbiología convencional requiere entre 24 y 72 horas, mientras que el citómetro proporciona resultados preliminares entre 30 minutos y 6 horas”. Gracias a ello, el CAT puede evaluar las ratios de renovación del agua almacenada en depósitos y garantizar su calidad antes de la distribución.
Hacia una digitalización integral del ciclo del agua
El laboratorio LQAIGUA analiza anualmente más de 60.000 parámetros del agua, una cifra en constante aumento. Para seguir mejorando, el Plan de Digitalización del CAT, apoyado por los Fondos Europeos NextGenerationEU a través del PERTE de digitalización del ciclo del agua, aportará 9,5 millones de euros destinados a actualizar equipos y procesos.
Tal y como subraya Josep-Xavier Pujol, director gerente del Consorci.
“Nuestra prioridad es suministrar agua de excelente calidad y totalmente segura. La ampliación del laboratorio y la incorporación de nuevas herramientas tecnológicas son pasos decisivos en este compromiso”.

