El Gobierno de Cataluña introduce cambios en el Plan de sequía para optimizar el uso del agua en agricultura y ganadería

El Gobierno de Cataluña ha dado luz verde a una serie de ajustes en el Plan de sequía con el fin de mejorar su efectividad en futuros episodios de escasez de agua. Las modificaciones afectan principalmente a los porcentajes de reducción del consumo hídrico en usos agrícolas y ganaderos, introduciendo criterios más específicos que reconocen las técnicas más eficientes.

Diferenciación según la técnica de riego

Hasta ahora, el plan aplicaba reducciones progresivas de forma general a todo el riego agrícola. Con las nuevas medidas, la reducción del agua en escenarios de emergencia deja de ser uniforme (80% para todos los casos) y pasa a variar entre el 15% y el 80%, en función de si el riego es por gravedad, dispersión o localizado. De este modo, se premian las prácticas que permiten optimizar el uso del agua, valorando el esfuerzo de quienes ya han incorporado sistemas más sostenibles.

Protección de los cultivos leñosos

Dentro del riego por gravedad, se incorpora una distinción adicional: el porcentaje de reducción en situación de emergencia será menor para el riego de especies leñosas, con el fin de asegurar su supervivencia, en comparación con el aplicado a otros cultivos. Esta medida busca proteger explotaciones agrícolas de alto valor en un contexto de restricciones drásticas de recursos hídricos.

Cambios en el uso ganadero del agua

En el caso de la ganadería, las modificaciones especifican que las reducciones no incluyen el agua destinada al abrevar al ganado, garantizando así la supervivencia de los animales. Además, mientras que el plan anterior establecía una reducción del 50% en usos ganaderos durante emergencias, la revisión aprobada rebaja este límite al 25%, reforzando la protección del sector en situaciones críticas.