El IDAE y AEBIG publican una Guía de Buenas Prácticas para impulsar proyectos de biogás y biometano sostenibles y socialmente integrados

El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) y la Asociación Española de Biogás (AEBIG) han presentado la nueva “Guía de Buenas Prácticas para la Implantación de Proyectos de Biogás y Biometano”, una herramienta que busca favorecer el desarrollo equilibrado y sostenible de estas instalaciones en todo el territorio.

La guía surge con el propósito de establecer criterios comunes que aseguren que las plantas de biogás y biometano generen beneficios ambientales, sociales y económicos, reforzando su integración en las comunidades locales y su contribución a la economía circular.

Un marco de referencia para el despliegue sostenible

El documento recopila experiencias reales de plantas en funcionamiento y define siete líneas de actuación prioritarias que orientan su implantación responsable:

• Diálogo, transparencia y participación ciudadana, garantizando la implicación de la población desde las fases iniciales.

• Compromiso medioambiental y respeto por el entorno, alineando cada proyecto con los objetivos de sostenibilidad y protección de la biodiversidad.

• Beneficios para la comunidad, mediante empleo local, inversión social y servicios asociados.

• Ubicación adecuada de las plantas, equilibrando la viabilidad técnica con la aceptación social.

• Gestión eficiente de residuos y almacenamiento seguro, reduciendo riesgos y maximizando recursos.

• Valorización del digerido, optimizando el aprovechamiento de los subproductos generados.

• Seguridad y control de riesgos, mediante protocolos que garanticen un funcionamiento estable y seguro.

Según el IDAE y AEBIG, el objetivo es impulsar la confianza social en estas tecnologías y evitar conflictos locales, promoviendo proyectos que generen valor añadido para el territorio.

Energía renovable a partir de residuos

Las plantas de biogás y biometano representan una solución integral que une energía, sostenibilidad y gestión ambiental. A partir de residuos orgánicos agrícolas, ganaderos, urbanos o industriales, estas instalaciones producen energía renovable y abonos naturales, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles y fortaleciendo la autonomía energética local.

El biogás y el biometano contribuyen directamente a los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2023-2030 (PNIEC), sustituyendo combustibles fósiles en la generación eléctrica, térmica y en el transporte. Además, al aprovechar recursos locales, evitan grandes infraestructuras y fomentan un modelo más distribuido y circular.

Economía circular y dinamización del medio rural

La guía destaca que estas tecnologías no solo ayudan a reducir emisiones y mejorar la gestión de residuos, sino que también dinamizan el medio rural mediante empleo, innovación y nuevas oportunidades económicas. En palabras del IDAE, “cada planta de biogás bien diseñada puede convertirse en un nodo de sostenibilidad local, transformando los residuos en energía y valor para la comunidad”.