El nuevo Atlas de la Desertificación de España alerta de que el 43 % del territorio muestra signos de degradación
El estudio, impulsado por la UA y el CSIC con apoyo del MITECO, combina cartografía avanzada y aprendizaje automático para analizar uno de los mayores retos ambientales del país
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La Sede Universitaria Ciudad de Alicante ha acogido la presentación del Atlas de la desertificación de España, un proyecto científico que marca un hito en el análisis de la degradación del suelo en nuestro país. Liderado por Jorge Olcina Cantos, catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante, y Jaime Martínez Valderrama, científico de la Estación Experimental de Zonas Áridas del CSIC, el acto contó con la participación de Daniel Fernández Orgaz, director general de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del MITECO.
Los investigadores advierten de que la desertificación —según la definición vinculante de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación— supone una pérdida irreversible de productividad en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, impulsada tanto por variaciones climáticas como por actividades humanas.
Un fenómeno creciente agravado por el cambio climático
Olcina y Martínez Valderrama subrayaron que la desertificación es uno de los problemas ambientales más graves y extendidos de España, y que su evolución se está acelerando por el cambio climático y el uso insostenible de los recursos naturales. “Mapear con rigor este proceso y sus múltiples variables es imprescindible para diseñar soluciones”, recalcaron.
Según los expertos, la desertificación es uno de los problemas ambientales más graves y extendidos de España, y su evolución se está acelerando por el cambio climático y el uso insostenible de los recursos naturales.
El nuevo Atlas surge tras el Atlas Mundial de la Desertificación (2018), que evitó publicar cartografía detallada por falta de metodologías fiables. Esa ausencia abrió una necesidad científica y política que España asumió en su Estrategia Nacional de Lucha contra la Desertificación, comprometiéndose a elaborar nuevos mapas actualizados.
Metodología avanzada basada en datos y aprendizaje automático
El proyecto ha reunido la opinión de más de 40 expertos y ha desarrollado una metodología innovadora para superar los problemas cartográficos previos. El Atlas se estructura en tres partes: Mapas para entender la desertificación, Mapa de desertificación de España y casos de estudio.
En total, incorpora 66 mapas sobre seis grandes temas: clima, agua, suelo, cubierta forestal, biodiversidad y sociedad. Muchos proceden de fuentes existentes, pero el Atlas les otorga una narrativa integrada que los conecta directamente con los procesos de degradación. Entre las aportaciones originales destacan mapas sobre la población residente en zonas áridas o la huella ambiental del desperdicio alimentario.
El proyecto ha reunido la opinión de más de 40 expertos y ha desarrollado una metodología innovadora para superar los problemas cartográficos previos.
Un algoritmo para calcular la degradación en España
Para elaborar los mapas de degradación y desertificación, el equipo ha utilizado un algoritmo Random Forest, que combina múltiples modelos predictivos para mejorar la precisión. Este sistema incorpora cinco líneas de evidencia:
– Estado de las aguas subterráneas,
– Humedales
– Condición de la tierra,
– Indicadores del ODS 15.3.1,
– Variables territoriales y climáticas de apoyo.
Los resultados evidencian que: la degradación afecta al 43,3 % del territorio español y que, en las zonas áridas, la desertificación alcanza el 60,9 %, lo que supone una superficie de 206.203 km².
Casos de estudio para descifrar un proceso complejo
El Atlas analiza además 16 paisajes asociados a procesos de desertificación. El objetivo, según los coordinadores, es “aclarar qué es y qué no es desertificación, y qué situaciones intermedias pueden derivar o no hacia ella”. El agravamiento del clima —mayores temperaturas y precipitaciones cada vez más irregulares— consolida este escenario como “uno de los retos ambientales más importantes para España en las próximas décadas”.
El proyecto cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del MITECO, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU.
