El nuevo reglamento europeo de VFU abre una etapa clave en la circularidad del sector de la automoción

El ciclo “Diálogos para el avance en la gestión de los residuos” arrancó el pasado 23 de septiembre en Madrid, con una jornada centrada en los retos normativos y operativos de los vehículos fuera de uso (VFU)
30-09-2025
Etiquetas

Con el objetivo de contribuir al desarrollo de una normativa de gestión de residuos más eficaz, consensuada y alineada con los objetivos europeos, ha dado comienzo en Madrid el ciclo «Diálogos para el avance en la gestión de los residuos», una iniciativa impulsada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y organizada por RETEMA, que aspira a consolidarse como espacio de referencia para el análisis técnico, el debate plural y la colaboración entre administraciones, empresas y agentes del sector.

 

 

La jornada inaugural, celebrada el pasado 23 de septiembre en el Espacio de Caminos del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid, estuvo dedicada a los vehículos fuera de uso (VFU), uno de los flujos más complejos por su volumen, su diversidad material y los desafíos que plantea la nueva regulación europea en materia de reutilización, trazabilidad, ecodiseño o contenido reciclado.

La jornada comenzó con unas palabras de bienvenida de Alberto Casillas, director de RETEMA, quien agradeció la implicación de los participantes, la confianza del MITECO —con mención especial a Marta Gómez Palenque, directora general de Calidad y Evaluación Ambiental—, así como el apoyo de los socios estratégicos de esta iniciativa: Biorig, PreZero y Veolia. “Este ciclo nace con un propósito claro: generar espacios de diálogo que permitan construir una hoja de ruta común, basada en la experiencia de quienes intervienen cada día en la gestión de los residuos”, señaló Casillas, subrayando la necesidad de reforzar la colaboración y el entendimiento entre todos los actores para avanzar hacia una gestión más eficiente, circular y alineada con los retos actuales.

 

“Las exigencias que plantea la futura normativa europea nos sitúan ante un escenario de transformación profunda que solo podrá abordarse desde la colaboración, la planificación y la escucha mutua”, destacó Alberto Casillas, director de RETEMA.

 

 

Tras él, tomó la palabra Marta Gómez Palenque, directora general de Calidad y Evaluación Ambiental del MITECO para inaugurar oficialmente el ciclo. Nuevamente, dio la bienvenida a ponentes y asistentes y agradeció expresamente la implicación de RETEMA en la organización. Subrayó la importancia de generar espacios reales de diálogo como estos “Diálogos para el avance en la gestión de los residuos”, donde no solo se expongan diagnósticos, sino que se compartan soluciones concretas.

Gómez Palenque destacó la relevancia de abordar flujos como los vehículos y neumáticos fuera de uso, que pese a no ser los más mediáticos, representan un desafío normativo y operativo de primer nivel. “Tenemos nueva normativa encima de la mesa, nuevas acciones que implementar y cada uno de nosotros debe asumir las que nos competen”, afirmó. Reivindicó la colaboración entre actores y apeló a construir un “tablero de juego fiable, confiable y transparente” que permita aplicar las obligaciones de forma eficaz, realista y compartida.

 

 

Su intervención sentó las bases de una jornada participativa y propositiva, en la que —como subrayó— “todos debemos ayudarnos para avanzar hacia una correcta gestión de los residuos, conociendo bien las consecuencias ambientales, económicas y sociales de no hacerlo”.

 

“Tenemos que conseguir entre todos tener un tablero de juego fiable, confiable y transparente, donde cada uno llevemos a cabo las acciones que nos competen y consigamos una verdadera y correcta gestión de los residuos de vehículos y de neumáticos”, expresó Marta Gómez Palenque, directora general de Calidad y Evaluación Ambiental del MITECO.

 

Claves del nuevo reglamento europeo

A continuación, tuvo lugar la primera ponencia técnica de la jornada, a cargo de Ana Gil, jefa de servicio de la Subdirección General de Residuos del MITECO, quien presentó las claves de la propuesta de Reglamento europeo sobre los requisitos de circularidad aplicables al diseño y la gestión de los vehículos al final de su vida útil. Este nuevo marco, que derogará las actuales directivas sobre VFU y homologación, unifica criterios y refuerza las exigencias ambientales y de trazabilidad para todo el ciclo de vida del vehículo.

 

 

Gil destacó que el texto supondrá “un antes y un después” para el sector, al incorporar obligaciones como el pasaporte digital de circularidad, objetivos vinculantes de contenido reciclado —en una primera fase, aplicables a los plásticos—, y nuevas exigencias de desmontaje, tratamiento y exportación. Además, se refuerza la responsabilidad ampliada del productor, que deberá financiar la recogida y descontaminación, y asumir tasas moduladas según criterios de ecodiseño.

“El objetivo es claro: diseñar vehículos más fácilmente reparables, desmontables y reciclables, y asegurar una trazabilidad efectiva desde el origen hasta el tratamiento final”, señaló Gil. También explicó que, una vez aprobado el reglamento, se llevará a cabo un estudio de impacto técnico-jurídico para decidir si modificar el actual Real Decreto o desarrollar uno nuevo, en coordinación con las comunidades autónomas y los agentes del sector.

 

“El objetivo es claro: diseñar vehículos más fácilmente reparables, desmontables y reciclables, y asegurar una trazabilidad efectiva desde el origen hasta el tratamiento final”, afirmo Ana Gil, jefa de servicio de la Subdirección General de Residuos del MITECO durante su intervención.

 

Principales novedades del nuevo reglamento europeo sobre vehículos al final de su vida útil (VFU)

  • Diseño circular obligatorio. Vehículos más fáciles de desmontar, reparar y reciclar. Objetivos mínimos del 85 % de reciclabilidad y 95 % de valorización en masa.
  • Contenido reciclado obligatorio. Por primera vez, se fijan objetivos vinculantes para el uso de materiales reciclados, comenzando por los plásticos.
  • Pasaporte digital de circularidad. Información detallada sobre materiales, sustancias peligrosas y contenido reciclado para cada vehículo.
  • Responsabilidad ampliada del productor. Nuevas obligaciones de financiación, registro, garantías financieras y tasas moduladas según criterios ambientales.
  • Control de exportaciones. Criterios claros para diferenciar entre vehículos usados y VFU. Refuerzo de inspecciones y sanciones por incumplimiento.
  • Calendario legislativo. Trílogos previstos para octubre de 2025. España realizará un estudio de impacto para decidir su transposición nacional.

 

Una visión compartida: presente y retos del sector

Tras la exposición técnica, se celebró un panel de debate en el que distintos representantes institucionales y del sector aportaron su visión sobre la normativa, su aplicación y los desafíos operativos y de gobernanza que plantea este nuevo marco. La primera parte del panel estuvo centrada en el presente, con intervenciones que abordaron el estado actual del modelo y su capacidad de adaptación.

 

 

Desde el Ministerio, la subdirectora general de Residuos, Margarita Ruiz, subrayó que el futuro Reglamento europeo sobre vehículos al final de su vida útil introducirá cambios sustanciales en el modelo de gestión actual, especialmente al tratarse de una norma de aplicación directa en muchos aspectos. Indicó que el MITECO ya trabaja en un análisis jurídico para determinar si será necesario un nuevo real decreto o bastará con una modificación normativa, pero apostó por una nueva norma para dar mayor claridad a los operadores. Destacó también la dimensión estratégica del nuevo marco, orientado a reforzar la autonomía de recursos en la UE mediante medidas de ecodiseño, responsabilidad ampliada del productor y control de exportaciones, y señaló que la transposición nacional se orientará a fortalecer la recuperación de materiales y la trazabilidad.

 

“Tenemos que dar pasos hacia adelante para evolucionar en la mejora de la gestión de los residuos, diseñando vehículos pensados para recuperar piezas y materiales, y reforzando la vigilancia y el control para evitar exportaciones encubiertas y garantizar una verdadera economía circular”, destacó Margarita Ruiz, subdirectora general de Residuos del MITECO.

 

 

Desde el punto de vista autonómico, Albert Planell, director de la Agencia de Residuos de Cataluña, valoró el proceso legislativo como una oportunidad para avanzar en circularidad, pero advirtió de los retos que supondrá su aplicación en las competencias autonómicas. Celebró el enfoque colaborativo de estas jornadas, necesarias —dijo— en un momento de reformas profundas, y reivindicó el esfuerzo ya realizado por España en materia de recuperación. Planell reconoció que algunas aspiraciones iniciales no se han visto reflejadas en el texto final, pero insistió en que ahora el objetivo es claro y el momento es decisivo: “lo imposible a veces se aproxima”.

 

“Estamos ante reformas profundas, pero lo importante es que tenemos un reglamento, tenemos unos objetivos… y lo imposible, a veces, se aproxima”, recalcó Albert Planell, director de la Agencia de Residuos de Cataluña.

 

 

Por su parte, el responsable de Asistencia Técnica, Estándares y Auditorias Posventa de SEAT, Jorge Sánchez, defendió que la sostenibilidad forma parte de los pilares estratégicos de la compañía, y expuso algunos avances ya tangibles, como la incorporación de materiales reciclados en nuevos modelos. Destacó el nivel de trazabilidad ya alcanzado por el fabricante y el valor de la colaboración con administraciones y CCAA, aunque advirtió de varias barreras importantes: la complejidad normativa, la falta de definición sobre los sistemas de responsabilidad ampliada del productor y la dificultad de acceso a información de los CAT. Sánchez pidió coordinación, claridad regulatoria y colaboración para cumplir con las exigencias del nuevo reglamento sin frenar la innovación ni la competitividad.

 

“La principal barrera es una normativa compleja, sujeta a interpretaciones. Necesitamos colaboración y flexibilidad de todas las administraciones y actores para cumplir con los nuevos requisitos”, afirmó Jorge Sánchez, responsable de Asistencia Técnica, Estándares y Auditorias Posventa de SEAT.

 

 

Desde la patronal de los centros autorizados de tratamiento, Rafael Pardo, director general de AEDRA, defendió la eficacia y solidez del modelo español de tratamiento de vehículos, avalado por cifras de recuperación, implantación territorial y capacidad operativa. Afirmó que España se anticipó a muchas de las medidas hoy en discusión gracias al Real Decreto 265/2021, y que los CAT están preparados para seguir cumpliendo con independencia del modelo de RAP que se elija. También reivindicó el valor económico de los vehículos al final de su vida útil como incentivo contra el abandono, y advirtió contra regulaciones que encarezcan los tratamientos sin mejorar resultados ambientales. “No matemos la gallina de los huevos de oro”, concluyó.

 

“El sector del tratamiento de vehículos en España es potente y eficiente. Todos los vehículos se tratan, y no conozco un solo caso en el que un CAT haya rechazado un coche por no ser rentable”, enfatizó Rafael Pardo, director general de AEDRA.

 

 

El sector de la reparación, representado por Mario Pinilla, miembro del Comité Ejecutivo y del grupo de trabajo de Medioambiente de CETRAA, mostró su compromiso con la economía circular, destacando la reutilización de piezas como práctica habitual en muchos talleres. Señaló, sin embargo, una laguna preocupante en el nuevo reglamento: la falta de claridad sobre quién decide si un vehículo es reparable. Reivindicó el papel técnico del taller en esa valoración, así como su colaboración con los CAT y su adaptación a los nuevos retos de digitalización y electrificación. “No hay marcha atrás”, dijo, aludiendo al proceso de transformación en curso.

 

“Si una cosa es reparable o no, lo dirán los talleres. Ese punto queda un poco en el aire y se tendría que concretar más en la nueva normativa”, destacó Mario Pinilla, miembro del Comité Ejecutivo y del grupo de trabajo de Medioambiente de CETRAA.

 

 

Finalmente, la directora general de FER, Alicia García-Franco, puso en valor el liderazgo de España en reciclaje de vehículos, con porcentajes de recuperación que Europa toma como referencia. No obstante, advirtió de varias barreras técnicas y de diseño en el nuevo reglamento: desde la falta de neutralidad tecnológica en los métodos de tratamiento hasta las incoherencias en plazos y exigencias de contenido reciclado en plásticos. Criticó también la ausencia de cláusulas espejo para productos importados, lo que podría generar desigualdad competitiva. “Hay retos, pero también una buena posición de partida”, concluyó, llamando a reforzar el enfoque basado en objetivos, no en métodos.

 

“España es un ejemplo a nivel europeo en reciclaje de vehículos fuera de uso. Es el residuo que mejor se recicla, aunque a veces aquí no seamos conscientes”, puso de relieve Alicia García-Franco, directora general de FER.

 

 

Mirando al futuro: hoja de ruta y propuestas

A continuación, se abrió un segundo bloque del debate técnico enfocado al futuro de la gestión de los vehículos fuera de uso, en el que se compartieron reflexiones sobre gobernanza, trazabilidad, fiscalización e innovación tecnológica como palancas clave para cumplir con las exigencias del nuevo reglamento.

En esta conversación, Margarita Ruiz repasó el recorrido normativo desde la implantación del Real Decreto 20/2017 y explicó que el principal escollo en el modelo actual es la dificultad de muchos productores para aplicar correctamente los sistemas individuales de responsabilidad ampliada. Aunque se ha avanzado en la mejora de las memorias, muchas comunicaciones no cumplen con los requisitos exigidos, por lo que el MITECO y las comunidades autónomas están trabajando en una hoja de ruta que clarifique los contenidos exigibles y mejore la trazabilidad. Ruiz destacó además la importancia de poner cifras sobre la mesa para evaluar si el valor del vehículo es suficiente para asumir los nuevos costes de gestión y separación exigidos por el futuro reglamento.

 

“Es el momento de poner cifras sobre la mesa: cuánto cuesta cumplir con las nuevas obligaciones de separación y si el valor del vehículo es suficiente para afrontarlo”, resumió Margarita Ruiz, subdirectora general de Residuos del MITECO.

 

 

Albert Planell, de la Agencia de Residuos de Cataluña, centró su intervención en las actuaciones de inspección y control, subrayando que el objetivo no es sancionar, sino asegurar una competencia justa. Cataluña realiza unas 1.400 inspecciones anuales y colabora con Aduanas y el SEPRONA en los puntos de exportación. Prat destacó la importancia de incentivar el cumplimiento normativo, mediante líneas de ayudas —como los 12 millones movilizados en 2024—, y pidió al sector que actúe como motor del cambio, impulsando mercados para materiales reciclados. También insistió en la necesidad de consensuar métricas comunes para evaluar los progresos del sistema.

 

“La inspección no es para recaudar, es para asegurar que todos cumplan y nadie compita en desigualdad. Pero más allá de inspeccionar, necesitamos incentivar y acompañar al sector en su transformación”, quiso destacar Albert Planell, director de la Agencia de Residuos de Cataluña.

 

 

Por su parte, Jorge Sánchez, de SEAT reafirmó el compromiso del fabricante con la sostenibilidad y explicó que llevan años trabajando para mejorar la trazabilidad del tratamiento de vehículos al final de su vida útil. Abogó por la creación de un grupo de trabajo conjunto entre todos los actores para avanzar en el cumplimiento normativo de forma colaborativa. Asimismo, expuso que SEAT ya aplica materiales reciclados en sus vehículos y desarrolla proyectos tanto en la fase de producción como en la de fin de vida útil, con el objetivo de alinear el diseño de producto con los principios de la economía circular.

 

“No vemos otra manera de avanzar que no sea sentándonos todos en la misma mesa, con los requisitos encima de la mesa y viendo cómo abordarlos. La colaboración entre todos los actores es fundamental”, afirmó Jorge Sánchez, responsable de Asistencia Técnica, Estándares y Auditorias Posventa de SEAT.

 

 

También, Rafael Pardo, en representación de AEDRA, defendió que el modelo español de tratamiento de vehículos funciona eficazmente y que el sector de los CAT ha demostrado cumplir con sus obligaciones. Señaló que en España no se rechazan vehículos y que la colaboración entre administraciones, fabricantes y gestores ha sido clave en el éxito del sistema. No obstante, mostró preocupación por algunos aspectos regresivos del reglamento europeo, como la posible comercialización de piezas por terceros o los plazos reducidos para el tratamiento de vehículos. Reclamó también recuperar el espíritu de diálogo que permitió transformar los cementerios de coches en CAT modernos hace más de dos décadas.

 

“No esperemos a que salga la normativa. Adelantémonos, como hicimos en 1995, con una mesa común de trabajo. La clave del éxito ha sido siempre la colaboración”, destacó Rafael Pardo, director general de AEDRA.

 

 

Mario Pinilla, por parte de CETRAA, puso en valor el papel del taller como eslabón clave de la economía circular a lo largo de toda la vida útil del vehículo. Afirmó que la reparación ya incorpora piezas reutilizadas o remanufacturadas y que el sector está preparado para afrontar nuevos modelos de negocio, como la reparación de faros o baterías eléctricas. Pidió que se refuerce la colaboración entre talleres, fabricantes y gestores y señaló que el concepto de “reparabilidad” debe concretarse mejor en la futura normativa, para garantizar que las decisiones sobre si un vehículo es reparable recaigan en los profesionales.

 

“El taller es el eslabón que mantiene unida la sostenibilidad durante toda la vida útil del vehículo. Somos parte esencial de la economía circular”, enfatizó Mario Pinilla, miembro del Comité Ejecutivo y del grupo de trabajo de Medioambiente de CETRAA.

 

 

Alicia García-Franco, desde FER, cerró el debate subrayando la necesidad de mejorar la recuperación de materiales, especialmente la fracción plástica, para lo que están incorporando tecnologías como inteligencia artificial. También defendió la valorización energética como única salida viable para ciertos residuos no reciclables, que actualmente acaban en vertedero en España. Pidió un enfoque más pragmático y alineado con los países europeos que más valorizan, para aprovechar el potencial energético de estos residuos y reducir la dependencia del vertido.

 

“Los países europeos que más reciclan son también los que más valorizan energéticamente. España debe perder el miedo a esta vía”, destacó Alicia García-Franco, directora general de FER.

 

 

Conclusiones de la jornada sobre VFU

El debate concluyó con una ronda de intervenciones en la que los ponentes coincidieron en la necesidad de reforzar la colaboración entre todos los eslabones de la cadena: Margarita Ruiz (MITECO) llamó a transformar las barreras en retos a través de una gobernanza compartida basada en la transparencia; Albert Planell (ARC) anunció el impulso de una hoja de ruta autonómica con todos los actores del sector para anticiparse al nuevo reglamento; Jorge Sánchez (SEAT) reclamó flexibilidad normativa y cooperación efectiva para avanzar en la circularidad desde el diseño y la producción; Rafael Pardo (AEDRA) puso en valor la solidez del sector del desguace y pidió mantener abiertos espacios reales de diálogo; Mario Pinilla (CETRAA) sintetizó su intervención en dos palabras: colaboración y sostenibilidad y, finalmente, Alicia García-Franco (FER) instó al ministerio a preservar el modelo de gobernanza conjunta en la transposición de la nueva normativa europea, asegurando que los recicladores sigan teniendo voz dentro del sistema.

A continuación, se abrió un espacio de intervención del público, en el que asistentes de distintos ámbitos pudieron trasladar sus inquietudes, comentarios y propuestas a los miembros de la mesa. Las preguntas giraron en torno a la trazabilidad, el futuro papel de los sistemas individuales de responsabilidad ampliada del productor o los retos de coordinación entre administraciones.

 

 

Antes de la pausa para el café, Margarita Ruiz retomó la palabra en un diálogo junto a Alberto Casillas, director de RETEMA para sintetizar las principales reflexiones surgidas en la jornada. La subdirectora general de Residuos del MITECO hizo un llamamiento a una implicación real y directa por parte de los productores en el diseño de productos más circulares y en la gestión de sus residuos al final de la vida útil. Subrayó la necesidad de fortalecer la interlocución con las administraciones, especialmente en flujos donde la responsabilidad ampliada del productor ha sido históricamente delegada.

 

 

Asimismo, reivindicó el papel del sector del automóvil como vector clave para la economía circular, apelando a la colaboración, la transparencia y el intercambio de información —como la localización de sustancias peligrosas o materiales estratégicos— entre fabricantes y gestores. Por último, reconoció el papel consolidado de los CAT en España, pero animó al sector a seguir avanzando en eficiencia y trazabilidad. “No se trata de abrir expedientes, sino de construir mesas de diálogo estables donde podamos detectar problemas y buscar soluciones conjuntamente”, afirmó, tendiendo la mano a todos los agentes para afrontar con garantías la futura normativa europea.

 

“Es fundamental establecer un espacio de diálogo en el que la administración pueda trasladar las problemáticas identificadas y, al mismo tiempo, el sector asuma un compromiso activo para avanzar en el cumplimiento de sus obligaciones”, concluyó Margarita Ruiz, subdirectora general de Residuos del MITECO.

 

 

Tras esta primera sesión dedicada a los vehículos fuera de uso (VFU), ese mismo día se celebró también una segunda jornada centrada en los neumáticos fuera de uso (NFU), completando así el primer bloque del ciclo. Las jornadas continuarán el próximo 23 de octubre, con una sesión dedicada a residuos municipales y biorresiduos, y el 20 de noviembre, con una última jornada centrada en envases y residuos textiles. Una hoja de ruta que busca seguir promoviendo el diálogo, la colaboración y el entendimiento para avanzar hacia un modelo de gestión de residuos más eficaz, transparente y alineado con los objetivos de la economía circular.

Newsletter

La información más relevante en tu correo.

Suscribirme

Último número