España debe triplicar su inversión en resiliencia hídrica para evitar pérdidas millonarias
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Facsa, empresa origen de Grupo Gimeno y referente en gestión integral del agua, ha presentado en Madrid junto a Red2Red su II Estudio sobre el impacto de los extremos climáticos en los recursos hídricos. El documento advierte que fenómenos como las sequías prolongadas, olas de calor, lluvias torrenciales e inundaciones están intensificándose y ponen en riesgo la disponibilidad y calidad del agua en España. Solo entre 2000 y 2023, estos eventos han supuesto un coste acumulado superior a 95.000 millones de euros, según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).
El informe propone triplicar la inversión anual en resiliencia hídrica hasta los 6.000 millones de euros, lo que permitiría evitar un impacto económico de 88.400 millones en los próximos años. Además, la falta de medidas de adaptación podría provocar que España pierda hasta un 8% de su PIB para 2050, es decir, más de 136.000 millones de euros.
Claves del informe y soluciones propuestas
El estudio identifica tres pilares fundamentales para reforzar la resiliencia hídrica frente a los extremos climáticos:
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Soluciones tecnológicas: digitalización de redes, sistemas avanzados de monitorización, innovación en el tratamiento y reutilización del agua.
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Políticas y gobernanza: integración del riesgo climático en la planificación territorial, cooperación sectorial y refuerzo de marcos regulatorios.
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Soluciones basadas en la naturaleza: restauración de ecosistemas fluviales, protección de humedales, recarga de acuíferos y urbanismo verde.
“La adaptación a los fenómenos climáticos extremos debe convertirse en uno de los ejes centrales de la política de agua. Priorizar inversiones en resiliencia hídrica no solo reducirá los daños futuros, sino que generará beneficios sociales, económicos y ambientales sostenibles”, ha señalado José Claramonte, director general de Facsa.
Entre las recomendaciones adicionales se incluyen la revisión de los planes hidrológicos, el refuerzo de infraestructuras críticas, el desarrollo de sistemas de alerta temprana interoperables, la participación pública y el impulso de la cooperación internacional en cuencas compartidas.
España ante una oportunidad estratégica
El informe concluye que España, por su experiencia en gestión de sequías y reutilización, tiene la posibilidad de liderar la adaptación hídrica en Europa. Convertir la emergencia en una ocasión de transformación del modelo de gestión del agua permitirá avanzar hacia sistemas más sostenibles, equitativos y resilientes, reforzando al mismo tiempo la competitividad económica.

