EurEau alerta de “lagunas legales” en la reforma de la Directiva Marco del Agua aprobada por la UE
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El pasado 23 de septiembre, el Parlamento Europeo y el Consejo cerraron un acuerdo provisional para la revisión de la Directiva Marco del Agua (DMA) y sus directivas derivadas sobre contaminantes en aguas superficiales y subterráneas.
El pacto llega en un momento clave, mientras los Estados miembros ya trabajan en los próximos Planes de Gestión de Cuencas Hidrográficas 2028-2033. Sin embargo, desde EurEau, la federación europea de operadores de servicios de agua, se advierte que los resultados son decepcionantes y pueden incluso abrir la puerta a retrocesos.
Riesgos de retroceso en la protección del agua
EurEau denuncia que el texto introduce lagunas legales que permiten deterioros temporales en las masas de agua —si duran menos de un año o provienen de otro cuerpo hídrico—, lo que envía un mensaje peligroso en un contexto en el que los Estados ya van camino de incumplir el objetivo inicial de la DMA para 2027. La federación recuerda que la directiva ha sido un pilar de la resiliencia hídrica en Europa durante 25 años y que debería reforzarse, no debilitarse.
En cuanto a las sustancias contaminantes, la organización valora positivamente la incorporación de un estándar de calidad ambiental para las PFAS, las llamadas sustancias químicas eternas. Sin embargo, critica la falta de coherencia en el enfoque, ya que se han fijado límites distintos para aguas subterráneas y superficiales, con estándares más laxos para la primera, a pesar de que su baja tasa de renovación implica que la contaminación puede permanecer durante décadas.
“El peso de las emisiones de PFAS no debe recaer sobre las plantas urbanas de tratamiento de aguas residuales, que son solo una de las muchas vías de liberación al medio ambiente. La prioridad debe ser aplicar medidas estrictas de control en origen”, advierten desde EurEau.
Avances parciales en plazos y nuevas obligaciones
No todo son retrocesos. EurEau aplaude la decisión de mantener el plazo de 20 años para la eliminación progresiva de sustancias peligrosas prioritarias, una meta que la propuesta inicial había eliminado. También valora de forma positiva la futura realización de un estudio de impacto para implantar un sistema de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) que cubra los costes de monitorización.
Asimismo, se celebra la introducción de un estándar global para “Pesticidas Totales” en aguas superficiales, que obligará a los Estados miembros a reforzar el control en origen de estas sustancias.
En cualquier caso, aunque el acuerdo incorpora algunos avances técnicos, EurEau subraya que la visión general es preocupante: la flexibilidad otorgada a los Estados podría interpretarse como una autorización encubierta a la contaminación temporal, justo en un momento en el que Europa necesita reforzar la protección de sus ecosistemas acuáticos para garantizar el acceso a agua segura a largo plazo.

