Ginebra acoge una negociación clave para alcanzar un tratado internacional contra la contaminación por plásticos
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El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha lanzado una nueva advertencia urgente: si no se alcanza un tratado internacional jurídicamente vinculante, los residuos plásticos podrían triplicarse en 2060, provocando daños profundos tanto en el planeta como en la salud humana. Así lo ha expresado la directora ejecutiva del organismo, Inger Andersen, quien recordó que la mera mejora del reciclaje no basta: “Necesitamos una transformación sistémica para lograr la transición a una economía circular”.
Con esta premisa, delegaciones de 179 países han iniciado este 5 de agosto en la sede de la ONU en Ginebra diez días de negociaciones intensas sobre un documento preliminar de 22 páginas que contiene 32 borradores de artículos. El objetivo: alcanzar un acuerdo global para reducir la contaminación por plásticos abordando todo su ciclo de vida, desde el diseño y la producción hasta su eliminación. Más de 1900 participantes de 618 organizaciones —entre representantes gubernamentales, científicos, ecologistas y empresas— forman parte del proceso.
La UE defiende abordar todo el ciclo de vida de los residuos plásticos
En este sentido, la Unión Europea aboga por un tratado que aborde todo el ciclo de vida de los plásticos, desde la producción hasta la eliminación, e incluya medidas para eliminar gradualmente determinados productos de plástico que plantean un riesgo significativo para la salud humana y el medio ambiente. Además, la UE sigue abogando por disposiciones eficaces sobre la gestión ambientalmente correcta de los residuos plásticos.
La comisaria de Medio Ambiente, Resiliencia Hídrica y Economía Circular Competitiva, Jessika Roswall, asistirá al segmento ministerial de las negociaciones el 12 de agosto, donde hará hincapié en la necesidad de cooperación mundial para frenar la contaminación por plásticos. Al respecto, Roswall ha señalado que:
Si continúa la situación actual, la producción de plástico se triplicará de aquí a 2060. La UE mantiene su firme compromiso de encontrar una solución mundial para frenar la contaminación por plásticos y esperamos que todas las partes sean flexibles y abiertas en las negociaciones.
Un tratado comparable al Acuerdo de París
Los impulsores del acuerdo lo comparan en importancia con el Acuerdo de París contra el cambio climático, al considerar que una crisis ambiental de esta magnitud exige una respuesta global y jurídicamente vinculante. En este contexto, el texto negociado en Ginebra sirve como base para construir ese instrumento internacional, que debe estar finalizado antes de que se cumplan los dos años del mandato aprobado por los Estados miembros de la ONU en 2022.
El futuro tratado promovería la circularidad de los plásticos y preveniría su fuga al medio ambiente, fijando criterios comunes y medidas concretas para fomentar sustitutos más seguros, tecnologías alternativas, restricciones sobre ciertos productos de un solo uso y mejoras normativas.
El futuro tratado promovería la circularidad de los plásticos y preveniría su fuga al medio ambiente.
Sin embargo, el proceso no está exento de obstáculos. Las delegaciones negocian en un clima de fuerte presión por parte de países exportadores de hidrocarburos, como Arabia Saudí o Rusia, cuya economía depende de los materiales básicos utilizados en la producción de plásticos.
Costes sanitarios y económicos insostenibles
En paralelo al inicio del encuentro, la prestigiosa revista The Lancet ha publicado un duro informe de advertencia firmado por más de veinte expertos en salud, que denuncia los impactos de los plásticos en todas las etapas del ciclo de vida y sobre todas las etapas de la vida humana. Los autores subrayan que los niños y bebés son especialmente vulnerables, y alertan de que los costes económicos derivados de estas afectaciones sanitarias superan los 1,5 billones de dólares al año.
Jyoti Mathur-Filipp, secretaria ejecutiva del Comité Intergubernamental de Negociación sobre la Contaminación Plástica, ha destacado que solo en 2024 la humanidad ha generado 399 millones de toneladas de residuos plásticos, con una previsión de aumento del 50 % en las fugas al medio ambiente para 2040. De esta cantidad de residuos plásticos, solo el 12 % se incinera y solo el 9 % se recicla. El coste acumulado de los daños podría alcanzar los 281 billones de dólares entre 2016 y 2040, según sus estimaciones.
Un proceso internacional en marcha
La cita en Ginebra forma parte de una serie de cinco sesiones de negociación que comenzaron en noviembre de 2022 en Uruguay. Desde entonces, los encuentros se han sucedido en Francia, Kenia, Canadá y la República de Corea, donde las conversaciones quedaron interrumpidas y se retomaron ahora bajo el liderazgo del embajador ecuatoriano Luis Vayas Valdivieso.
El proceso, coordinado por el PNUMA, marca un punto de inflexión en la lucha contra uno de los mayores retos ambientales del siglo XXI. Y si las negociaciones tienen éxito, podrían sentar las bases para un cambio estructural global, en línea con los principios de la economía circular y la protección efectiva de la salud y el medio natural.

