La Interpol visita RECILEC para formarse y debatir cómo frenar el tratamiento ilegal de RAEE en Europa
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La planta que la empresa RECILEC tiene en el municipio sevillano de Aznalcóllar ha sido el escenario elegido por el consorcio creado expresamente para acometer el Proyecto CWIT (Countering WEEE Ilegal Trade) que evalúa la la actividad irregular e ilegal en el tratamiento y descontaminación de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos en Europa.
El CWIT está liderado por la INTERPOL (International Police Organization). Además pertenecen a este organismo United Nations University (coordinador científico del proyecto), United Nations Interregional Crime and Justice Research Institute (UNICRI) y WEEE Forum (organización europea en la que están representados los fabricantes de los aparatos eléctricos y electrónicos). El proyecto comenzó en octubre de 2013 y tendrá una duración de dos años. Tiene 190 miembros.
El objetivo del proyecto que se está llevando a cabo es monitorizar los flujos ilegales de residuos eléctricos y electrónicos (RAEE), con el objetivo de cuantificarlos y proponer medidas a la Comisión Europea que permitan reconducir la situación actual en la que la mayor parte de estos residuos terminan gestionados fuera del canal establecido en la legislación vigente con los consiguientes perjuicios medioambientales, sociales y económicos que ello conlleva.
Para Therese Shryane Enviromental Security Unit of INTERPOL “de esta forma, los integrantes del proyecto pueden ver cómo se gestionan los RAEEs de manera adecuada, que consiste en la retirada de las sustancias peligrosas, todo en condiciones de seguridad y salud”.
La portavoz del Enviromental Security Unit of INTERPOL explica que “los datos de los que disponemos ahora indican que la media de los residuos recogidos en España está por debajo de la media europea, lo que significa que hay un flujo invisible de residuos que no se sabe cómo se están tratando”.
Shryane ha añadido que “queremos encontrar patrones similares en las actividades relacionadas con las falsificiaciones; está también el crimen orgnaizado que financian otras actividades delictivas. Se basa -añade- en conocer datos y en entrevistar a fuerzas del orden”, como el SEPRONA de la Guardia Civil o la Policía Autonómica.
Las propuestas deben acabar en la legislación española
Las medidas propuestas serán presentadas ante la Comisión de la Unión Europea, ésta dictará las directivas teniendo en cuenta los informes del citado consorcio y España finalmente hará la transposición a nuestra legislación. El objetivo principal es que los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos se queden en el Viejo Continente para que las industrias lo aprovechen, tengan una segunda vida y las factorías de los países europeos no tengan que acudir a las explotaciones mineras para extraer la materia prima.
El citado Consorcio Europeo ha visitado las instalaciones de Reciclado de Componentes Eléctricos y Electrónicos, S.A. (RECILEC) para conocer sobre el terreno los procesos más vanguardistas de tratamiento de estos residuos y la problemática a la que las plantas autorizadas se están enfrentando por la cada vez más creciente cantidad de residuos que transitan por canales ilegales.
José Suárez Díaz, Responsable de Medio Ambiente y Calidad de RECILEC, S.A. y Miembro experto de Estandarización del Comité Técnico TC111X de CENELEC en representación de AENOR, ha presentado ante los miembros del Proyecto CWIT la importancia del tratamiento adecuado al que se deben someterse todas las categorías de RAEE para garantizar el estricto cumplimiento de los requisitos marcados en la Directiva Europea 2012/19/UE en relación con los objetivos de valorización y con la extracción de los componentes y sustancias especificados en su Anexo VII.
Así, se muestran los procesos de reciclaje de la planta de RECILEC, referencia en el tratamiento de RAEE en Europa, que aplica en sus líneas de tratamiento los requerimientos previstos en la normativa vigente y en los estándares europeos sobre el tratamiento de RAEE (CENELEC y WEEELABEX). Por otro lado, también se les traslada a los asistentes la peligrosidad de los RAEE sobre la salud de las personas, contemplando, entre otros, los riesgos de explosión por los hidrocarburos contenidos en los frigoríficos o el riesgo de toxicidad de las sustancias contenidas en las lámparas y en los televisores.
En esta planta situada en Aznalcóllar (Sevilla) se tratan todas las categorías de RAEE, aplicando las mejores tecnologías disponibles y sometiéndolos a técnicas de descontaminación en las que se retiran los componentes y sustancias peligrosas contenidos en los mismos como el Mercurio, el Plomo, otros metales pesados, pilas y acumuladores, cartucho de tinta, aceites o gases fluorados que agotan la capa de ozono.
Asimismo RECILEC ha expuesto los requerimientos técnicos y administrativos de los procesos logísticos que se producen desde que se recibe la solicitud de recogida hasta que se materializa la entrada en planta del residuo.
Es “crucial” que estos residuos se depositen en contenedores específicos, se transporten en vehículos adecuados y sean manipulados sólo por personas con conocimientos suficientes y medidas preventivas de seguridad óptimas para su manejo. Y es que, el mayor problema al que los gestores autorizados nos enfrentamos en la actualidad es el mal estado de los residuos cuando vamos a retirarlos de los puntos limpios. Lamentablemente, es muy habitual encontrar RAEE a los que previamente se les han extraído los componentes con valor económico, ejemplo: el compresor, el hierro, el cobre, etc....habiendo liberado ya en el entorno las sustancias a las que estos residuos deben su calificación de peligrosos, sin control alguno, con el consiguiente grave perjuicio para el medioambiente y la salud de las personas.
Finalmente, RECILEC pone de manifiesto ante los asistentes los diferentes canales ilegales de gestión de residuos que viene detectando y denunciando ante las autoridades competentes. Y es que buena parte del flujo de los RAEE escapan aún al control de los distribuidores y son gestionados por chatarreros ilegales; a diario se producen robos de RAEE y de componentes en los puntos limpios; parte de los RAEE terminan reutilizándose de forma ilegal por agentes que no cuentan con las autorizaciones y garantías necesarias para realizar esta actividad e incluso terminan enviándose de forma ilegal a terceros países donde se perjudica su medioambiente, incumpliendo así la normativa europea que limita el traslado de los residuos fuera de la Comunidad Europea.
Sólo una actuación conjunta y decidida de las fuerzas del Estado y de las diferentes administraciones públicas competentes en la materia, unida a un mejor conocimiento sobre la peligrosidad de estos residuos y una mayor sensibilización de los diferentes agentes que intervienen en su gestión (ciudadanos, entidades locales, gestores de residuos, distribuidores y fabricantes) pueden poner freno al tremendo drama generado actualmente por la gestión ilegal de los RAEE que se extiende como una lacra en Andalucía, en España y en Europa.