Investigadores del CSIC transforman el salvado de arroz en una fuente sostenible de enzimas industriales

El Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos propone una alternativa biotecnológica de bajo coste basada en hongos para producir enzimas con aplicaciones en alimentación, energía y medicina
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06-05-2025

El salvado de arroz, un subproducto abundante de la industria arrocera mundial, podría convertirse en una biofactoría clave para la obtención sostenible de enzimas industriales. Así lo demuestra un estudio del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC), que plantea el uso de hongos filamentosos —moho común— como herramienta biotecnológica para transformar este residuo agrícola en un recurso de alto valor añadido.

Se trata de una iniciativa desarrollada por el grupo de Biofactorías Fúngicas del CSIC en el marco del proyecto BioValRice, financiado por la Unión Europea a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y publicada recientemente en Journal of Fungi. La propuesta ofrece una alternativa sostenible y de bajo coste a los actuales métodos de producción de enzimas, todavía dependientes de procesos químicos o bacterianos intensivos en recursos.

 

Biofactorías sobre residuos con aplicaciones múltiples

Gracias a su composición nutricional —50 % de carbohidratos, 15 % de proteínas y 20 % de grasas— el salvado de arroz es un sustrato idóneo para el desarrollo de hongos como Aspergillus, Penicillium o Mucor, capaces de generar enzimas útiles en sectores como la alimentación, la energía o la farmacéutica.

Los investigadores aislaron 16 cepas de mohos presentes en el salvado de arroz y evaluaron su capacidad para producir cócteles enzimáticos que degradan celulosa y xilano, componentes vegetales clave. Las enzimas obtenidas incluyen, entre otras:

  • Celulasa y β-glucosidasa: para la producción de biocombustibles.

  • Xilanasa y β-xilosidasa: empleadas en panadería.

  • α-L-arabinofuranosidasa: para clarificación de zumos y piensos animales.

  • β-galactosidasa (lactasa): permite obtener productos lácteos aptos para personas con intolerancia a la lactosa.

 

“Cada enzima es como una llave diseñada para una cerradura concreta, lo que permite acelerar reacciones que en la naturaleza tardarían semanas o meses”, explica Paloma Manzanares, integrante del grupo investigador. Esto permite abaratar y descarbonizar procesos industriales tradicionalmente costosos

 

Potencial antifúngico y transición hacia la bioeconomía

Además de enzimas, algunas cepas —especialmente del género Penicillium— generaron proteínas antifúngicas ricas en cisteína, capaces de inhibir patógenos sin afectar a células humanas. Según Jose F. Marcos, otro de los investigadores del proyecto, estos compuestos tienen gran potencial como bioplaguicidas agrícolas o agentes antimicrobianos en salud pública y sanidad vegetal.

Más allá de las aplicaciones directas, el estudio demuestra que el uso de hongos en la valorización de residuos orgánicos refuerza la transición hacia una economía circular y biotecnológica, donde los residuos agrícolas se convierten en materias primas estratégicas.

 

“El objetivo no es solo encontrar nuevos usos al salvado de arroz, sino desarrollar procesos más sostenibles, eficientes y escalables que conecten innovación científica con necesidades industriales reales”, concluye Sandra Garrigues, investigadora principal del IATA-CSIC.

 

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