La apuesta por el poliéster reciclado en la moda agrava la contaminación por microplásticos

Un nuevo estudio de la ONG Changing Markets Foundation demuestra que las prendas de poliéster reciclado liberan más microfibras, más pequeñas y más tóxicas, cuestionando el relato verde de marcas como Adidas, H&M, Nike, Shein o Zara

En pocas décadas, el poliéster ha transformado por completo la industria de la moda, permitiendo a las marcas inundar el mercado con ropa desechable, lo que ha provocado un fuerte aumento de residuos y contaminación.

Este tejido es, con diferencia, el más barato del mercado masivo, ya que su producción cuesta aproximadamente la mitad por kilo que la del algodón. Ese bajo coste es un pilar de la moda rápida: desde el año 2000 el poliéster se ha convertido en el tejido preferido y domina el fuerte incremento de la producción total de tejidos, que hoy se encuentra en máximos históricos. Un ejemplo paradigmático es Shein, cuya oferta depende del poliéster en un 82 % de su gama.

 

Esta combinación de bajo precio y gran volumen se traduce en más residuos: el consumidor medio compra ahora un 60 % más de ropa que en el año 2000, pero la conserva la mitad de tiempo

 

Las prendas de poliéster se reparan con menos frecuencia, rara vez se reciclan para fabricar ropa nueva y han generado incluso una nueva categoría de exportación de residuos plásticos (ropa) hacia países menos desarrollados, donde en su mayoría se queman o se depositan en vertederos. Se estima que solo el año pasado se desecharon 120 millones de toneladas de ropa.

 

El poliéster reciclado, eje del discurso “verde” de las marcas

En respuesta a estos problemas ambientales, la industria ha impulsado el uso de poliéster reciclado procedente de botellas de plástico desechadas, presentándolo como solución para reducir la contaminación y otros impactos. Más de 100 marcas sostienen que este material contribuye a mitigar la contaminación plástica y a disminuir el uso de tejidos fabricados con plástico virgen.

El «reto» sectorial para sustituir el poliéster virgen por poliéster reciclado concluye este mes, y compañías como Adidas, H&M, Puma y Patagonia han reemplazado casi todo su consumo de poliéster virgen por poliéster reciclado por motivos de sostenibilidad. La mayoría de las marcas que participaron el año pasado en una encuesta de Changing Markets planean además incrementar su uso de poliéster reciclado y muchas se han comprometido a completar total o casi totalmente esta transición de aquí a 2030.

En total, 116 marcas han asumido compromisos de utilizar hasta un 100 % de poliéster reciclado para 2025, situándolo en el centro de sus afirmaciones de sostenibilidad y atribuyéndole una amplia gama de beneficios ambientales, desde la reducción de la contaminación plástica marina hasta la disminución de la demanda de tejidos basados en plástico virgen.

 

Un estudio revela que el poliéster reciclado libera más microplásticos

Frente a este relato, una nueva investigación de laboratorio publicada por la ONG Changing Markets Foundation revela que el poliéster reciclado genera, de media, un 55 % más de partículas contaminantes de microplásticos durante el lavado que el poliéster virgen, más resistente y menos frágil.

El estudio, realizado por el Grupo de Investigación sobre Microplásticos de la Universidad de Çukurova (Turquía), dirigido por el profesor Sedat Gündoğdu y el profesor asociado Ilkan Özkan, analizó el desprendimiento de microfibras en diferentes prendas. El número medio de microfibras liberadas por 14 tipos de prendas fabricadas principalmente con poliéster reciclado, de cinco grandes marcas, fue de 12.430 fibras por gramo de muestra de prenda. En comparación, nueve tipos de prendas de poliéster mayoritariamente virgen de tres marcas (H&M, Nike y Shein) desprendieron 8.028 fibras por gramo, lo que supone una diferencia del 55 %.

 

El número medio de microfibras liberadas por 14 tipos de prendas fabricadas principalmente con poliéster reciclado, de cinco grandes marcas, fue de 12.430 fibras por gramo de muestra de prenda.

 

La falta de muestras adecuadas de poliéster virgen de Zara y Adidas impidió una comparación completa entre las cinco marcas. Además, se observó que las fibras procedentes de poliéster reciclado eran casi un 20 % más pequeñas que las de poliéster virgen: su longitud media fue de 0,42 milímetros frente a 0,52 milímetros, mientras que la masa de contaminación por microplásticos originada por el poliéster reciclado resultó un 50 % mayor (0,36 frente a 0,24 miligramos por gramo de muestra). Cada muestra analizada se considera representativa de miles de prendas pertenecientes al mismo lote de producción.

 

Microplásticos: un problema omnipresente y de alto riesgo

En términos prácticos, un solo ciclo de lavado puede liberar hasta 900.000 fibras de microplásticos. La contaminación por microplásticos está ya tan extendida que se encuentra incluso en los lugares más extremos del planeta y circula por todos los entornos: suelo, aire, agua y organismos vivos. La producción mundial de plástico alcanzó las 475 megatoneladas en 2022 y se prevé que llegue a 1.200 megatoneladas en 2060; se estima que actualmente unas 8.000 megatoneladas de plástico contaminan el medio ambiente.

Una parte considerable de los microplásticos procedentes del lavado de textiles termina en los lodos de depuración que se esparcen en tierras agrícolas, mientras que alrededor de un tercio de los microplásticos que entran en los océanos procede de los textiles, según estimaciones de 2017. La presencia de microplásticos se ha detectado ya en la carne, la leche y la sangre de animales de granja, así como en órganos de todo el cuerpo humano. Los científicos relacionan esta exposición con un número creciente de problemas de salud, entre ellos un mayor riesgo de ictus, infarto, enfermedades cardiovasculares, procesos inflamatorios, alteraciones hormonales y otros impactos, incluida la muerte prematura.

 

La presencia de microplásticos se ha detectado ya en la carne, la leche y la sangre de animales de granja, así como en órganos de todo el cuerpo humano.

 

Cuanto mayor es la cantidad de microplásticos, mayor es la probabilidad de que causen daños, y las fibras más pequeñas suponen un riesgo ambiental y sanitario todavía mayor, ya que se propagan con más facilidad y penetran más profundamente en los tejidos. Las fibras de poliéster reciclado suelen contener, además, un “cóctel químico” más amplio de sustancias tóxicas que el poliéster virgen y, al ser más pequeñas, se dispersan más en el medio ambiente y en los organismos vivos.

 

Comparativa entre grandes marcas de moda

El estudio se centró en un número relativamente reducido de prendas de cinco grandes marcas, por lo que los resultados ofrecen una indicación de los niveles probables de contaminación, más que una radiografía exhaustiva del mercado. Se analizaron camisetas, tops, vestidos y pantalones cortos vendidos por Adidas, H&M, Nike, Shein y Zara, todas ellas entre las mayores productoras y usuarias de tejidos sintéticos en el sector de la moda, según una encuesta reciente de Changing Markets.

Changing Markets destaca que se trata del primer estudio que compara marcas en términos de contaminación por microplásticos. Los resultados muestran que la ropa de poliéster de Nike fue la más contaminante, tanto en tejido virgen como reciclado: el poliéster reciclado de la marca desprendió, de media, más de 30.000 fibras por gramo de prenda analizada, casi cuatro veces más que la media de H&M y más de siete veces más que la de Zara.

Por su parte, la ropa de Shein resultó llamativa porque sus prendas de poliéster reciclado liberaban microplásticos aproximadamente al mismo ritmo que sus prendas de poliéster virgen. Changing Markets sospecha que algunas prendas etiquetadas como fabricadas con poliéster reciclado podrían estar hechas, en realidad, con poliéster virgen, y cita un informe que señala que el “fraude” con el poliéster está muy extendido en las cadenas de suministro de la moda.

 

“Una hoja de parra de la sostenibilidad”

A la luz de estos resultados, Changing Markets cuestiona de forma frontal el uso del poliéster reciclado como argumento de sostenibilidad. Urska Trunk, responsable sénior de campañas de Changing Markets Foundation, afirma:



"La moda ha estado vendiendo el poliéster reciclado como una solución ecológica, pero nuestros resultados muestran que está agravando el problema de la contaminación por microplásticos. Deja el poliéster reciclado por lo que realmente es: una hoja de parra de la sostenibilidad que cubre la creciente dependencia de la moda de los materiales sintéticos. Los ajustes inteligentes de diseño y las soluciones al final del proceso solo rozarán la superficie. Las soluciones reales pasan por frenar y eliminar progresivamente la producción de fibras sintéticas y por detener el desvío de botellas de plástico hacia prendas de usar y tirar."

 

Incluso antes de conocerse los nuevos datos, numerosos ecologistas habían concluido ya que el impulso del poliéster reciclado en la moda constituye, en gran medida, greenwashing. Los sistemas de reciclaje de la ropa de poliéster se consideran “importantes”, pero también “en desarrollo”, y solo son capaces de procesar “alrededor del 2 % de todo el poliéster reciclado”.

En cambio, el sector de las bebidas puede reutilizar repetidamente las botellas de plástico usadas, aunque ahora tiene que competir por ellas con las marcas de moda. Mientras tanto, el consumo de poliéster virgen en la moda está creciendo tan rápidamente que la proporción de poliéster reciclado disminuyó en realidad el año pasado. El bajo coste de los tejidos sintéticos, cuya producción alcanza máximos históricos, ha impulsado una enorme sobreproducción, el sobreconsumo y el despilfarro.

 

Cuestionando la narrativa sostenible de la moda

El informe Spinning Greenwash: How the fashion industry’s shift to recycled polyester is worsening microplastic pollution recopila en detalle estos hallazgos y pone el foco en las consecuencias ambientales de la apuesta masiva de la industria por el poliéster reciclado.

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