La brecha entre los dispositivos vendidos y los residuos electrónicos recogidos en la UE sigue aumentando

En 2023, la Unión Europea registró una media de 32,2 kg de aparatos eléctricos y electrónicos comercializados por persona frente a solo 11,6 kg de residuos recogidos, lo que evidencia un crecimiento sostenido del stock de dispositivos en hogares europeos

Durante el año 2023, la Unión Europea registró oficialmente 11,6 kg de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) por persona —también conocidos como basura electrónica—, que incluyen electrodomésticos, teléfonos inteligentes y ordenadores. En contraste, se pusieron en el mercado 32,2 kg de nuevos aparatos eléctricos y electrónicos (AEE) por habitante.

Esta diferencia de 20,6 kg por persona revela un aumento del stock de dispositivos en la UE, ya sea porque continúan en uso, están almacenados, pendientes de eliminación o se pierden debido a tratamientos informales y no controlados.

 

El análisis histórico muestra un incremento del 78% en la comercialización de AEE entre 2015 y 2023, pasando de 18,1 kg por persona a los actuales 32,2 kg. Este crecimiento refleja el impacto del consumo tecnológico y la rápida sustitución de dispositivos en los hogares europeos.

 

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Conjunto de datos de origen: env_waseleeos.

 

Desigualdades entre países miembros

En cuanto a la distribución por países, los Países Bajos encabezaron la lista con 45,4 kg de AEE comercializados por persona, seguidos por Alemania (38,9 kg) y Austria (35,1 kg). En el extremo opuesto, Chipre registró la cifra más baja con 14,8 kg, seguida de Eslovaquia (15,8 kg) y Bulgaria (17,9 kg).

Estos datos ponen de manifiesto diferencias significativas en el consumo y renovación tecnológica entre los Estados miembros, vinculadas tanto al poder adquisitivo como al grado de digitalización.

 

La recogida de residuos crece, pero a menor ritmo

Entre 2015 y 2023, la recogida de residuos electrónicos en la UE aumentó un 60%, pasando de 7,3 kg a 11,6 kg por persona, aunque este ritmo de crecimiento sigue siendo inferior al de los nuevos dispositivos puestos en el mercado.

Los países con mayores volúmenes de recogida por habitante fueron Bulgaria (17,9 kg), Chequia (16,8 kg) y Austria (15,9 kg). Por el contrario, las cifras más bajas se registraron en Chipre (3,8 kg), Malta y Portugal (5,8 kg cada uno), evidenciando disparidades en las infraestructuras de gestión de residuos electrónicos.

 

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Conjunto de datos de origen: env_waseleeos.

 

 

Bulgaria, un caso excepcional

Un dato destacable es que Bulgaria se posiciona como el único país de la UE donde la recogida de residuos eléctricos y electrónicos iguala la cantidad de productos comercializados, con 17,9 kg por persona en cada categoría. En el extremo contrario, los Países Bajos presentan un desequilibrio notable: 45,4 kg de productos comercializados frente a solo 12,3 kg recogidos como residuos, casi cuatro veces menos.

 

Un desafío para la economía circular

La brecha entre los dispositivos vendidos y los residuos recuperados plantea un reto creciente para la economía circular europea. El volumen de aparatos que permanecen sin recoger o gestionarse adecuadamente dificulta el reciclaje de materiales valiosos y aumenta el impacto ambiental.

Estos datos refuerzan la necesidad de fortalecer las políticas de recogida, reutilización y reciclaje, promoviendo una gestión más eficiente y responsable de los recursos electrónicos en toda la Unión Europea.

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