La Comunidad de Madrid ahorra más de 200 hectómetros cúbicos gracias al uso de agua regenerada
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La Comunidad de Madrid ha logrado un ahorro acumulado de 208,26 hectómetros cúbicos de agua gracias al sistema de regeneración impulsado por Canal de Isabel II en sus 33 estaciones depuradoras. Esta cifra equivale al volumen conjunto de los embalses de Valmayor, Riosequillo, El Villar y La Jarosa, subrayando la magnitud del impacto ambiental de esta estrategia iniciada hace 18 años.
Una infraestructura al servicio de más de cinco millones de ciudadanos
Desde el lanzamiento del programa, más de 5 millones de personas repartidas en 26 municipios se han beneficiado indirectamente de esta iniciativa. Solo en 2024, se reutilizaron 14,99 hectómetros cúbicos, de los cuales el 54 % se destinó al riego de zonas verdes, y el resto a usos como el riego de campos de golf, procesos industriales y el baldeo urbano.
Para garantizar la calidad del recurso, el agua residual depurada pasa por un tratamiento terciario que la adapta para fines no relacionados con el consumo humano. Este proceso es posible gracias a una infraestructura especializada, que incluye 64 depósitos de almacenamiento y una red independiente de tuberías de casi 750 kilómetros de extensión.
Además de reutilizarse, una parte sustancial del agua tratada es devuelta al medio natural con criterios ambientales. En 2024, se vertieron 95,77 hectómetros cúbicos a los cauces fluviales tras haber sido sometidos también a tratamiento terciario. Así, la producción total de agua regenerada durante el año alcanzó los 110,7 hm³, de los cuales aproximadamente 15 hm³ se reutilizaron y el resto mejoró la calidad ecológica de los ríos madrileños.
Estrategia de gestión integrada para un recurso escaso
Este modelo de producción y reaprovechamiento de agua forma parte de una estrategia integral del Canal de Isabel II orientada a reducir la presión sobre los recursos hídricos convencionales. La regeneración se complementa con acciones clave como la renovación de redes de abastecimiento, la detección temprana de fugas y campañas de concienciación ciudadana.
Gracias a este conjunto de medidas, el consumo per cápita en la Comunidad de Madrid se ha reducido en más de un 30 % desde 2005, consolidando a la región como un referente nacional en gestión eficiente del agua y sostenibilidad hídrica.

