La UE aprueba nuevas metas vinculantes contra el desperdicio alimentario y la gestión de residuos textiles
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El pasado martes, el Parlamento Europeo otorgó su aprobación final a un paquete normativo que busca disminuir de manera significativa el desperdicio de alimentos y textiles en la Unión Europea. La iniciativa se enmarca dentro de las estrategias comunitarias para avanzar hacia una economía circular y sostenible, alineada con los objetivos del Pacto Verde Europeo.
Con esta decisión, se establecen objetivos vinculantes de reducción y se refuerza la responsabilidad de los productores, especialmente en el ámbito textil, donde deberán asumir los costes de recogida, clasificación y reciclaje. Los compromisos son los siguientes:
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10 % en el procesamiento y la fabricación de alimentos.
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30 % per cápita en comercio minorista, restauración, servicios de alimentación y hogares.
Estos porcentajes se calcularán tomando como referencia el promedio anual de desperdicio generado entre 2021 y 2023.
A instancias del Parlamento, los países de la UE estarán obligados a garantizar que los operadores económicos con mayor impacto en la generación o prevención del desperdicio alimentario faciliten la donación de alimentos no vendidos aptos para el consumo humano.
Responsabilidad de los productores en el sector textil
La normativa también establece que los productores que comercialicen textiles en la UE deberán asumir los costes de recogida, clasificación y reciclaje. Para ello, cada Estado miembro implantará sistemas de responsabilidad ampliada del productor (REP) en un plazo máximo de 30 meses tras la entrada en vigor de la directiva.
Estas medidas se aplicarán a todos los productores, incluidos los que operan mediante comercio electrónico, estén o no establecidos en territorio europeo. Las microempresas dispondrán de un año adicional para adaptarse.
Los productos alcanzados por la regulación incluyen ropa y accesorios, calzado, sombreros, mantas, ropa de cama y de cocina, así como cortinas. Además, los Estados miembros tendrán la posibilidad de ampliar la REP a los fabricantes de colchones.
En línea con la iniciativa parlamentaria, los países deberán considerar también el impacto de la moda rápida y ultrarrápida al definir las contribuciones financieras a estos sistemas.
Proceso legislativo y próximos pasos
De acuerdo con las reglas de segunda lectura, el Presidente del Parlamento anunció que el proyecto de ley quedaba adoptado, tras haberse alcanzado previamente un acuerdo con el Consejo a principios del verano.
El texto legal será firmado por ambos colegisladores antes de su publicación en el Diario Oficial de la UE. A partir de ese momento, los Estados miembros dispondrán de 20 meses para transponer la normativa a sus legislaciones nacionales.
La propuesta forma parte de la revisión de la normativa de residuos de la UE presentada en julio de 2023, con foco en los sectores alimentario y textil. Las cifras reflejan la magnitud del reto:
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Cada año se generan en la UE casi 60 millones de toneladas de desperdicio alimentario, lo que equivale a 132 kg por persona.
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Los residuos textiles alcanzan los 12,6 millones de toneladas anuales.
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Solo la ropa y el calzado suponen 5,2 millones de toneladas, es decir, unos 12 kg por persona cada año.
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Actualmente, menos del 1 % de los textiles del mundo se recicla para producir nuevos artículos.

