La gestión de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) se presenta como uno de los grandes desafíos para el futuro de Europa. El sector enfrenta una etapa crítica debido, en parte, a un marco legislativo en constante cambio, la necesidad urgente de optimizar el reciclaje y la recuperación de estos materiales, y el compromiso de avanzar hacia una economía circular. Desde WEEE Forum, asociación sin ánimo de lucro que reúne a 51 organizaciones responsables del productor de RAEE a nivel global, trabajan para abordar los diversos desafíos desde una óptica circular. Pascal Leroy, Director del WEEE Forum, ofrece en esta entrevista su visión sobre la gestión actual de RAEE, subrayando la relevancia de la colaboración entre actores, el papel crucial de la innovación tecnológica y el compromiso de la organización por fomentar un modelo más sostenible y eficiente en toda Europa.
A modo de introducción, ¿qué aspectos específicos del marco actual de residuos y legislación sobre residuos electrónicos considera que requieren una revisión?
Lo que definitivamente requiere de una revisión urgente es el objetivo actual de recuperación de residuos fijado por la Directiva de Residuos Electrónicos. De acuerdo con la Directiva 2012/19/UE sobre RAEE, los Estados miembros deben alcanzar un índice mínimo de recogida anual que equivalga al 65% del peso medio de los aparatos eléctricos y electrónicos comercializados en los tres años anteriores en ese país, o, de manera alternativa, al 85% de los RAEE generados en su territorio.
Desde el WEEE Forum sostenemos que la metodología de la tasa mínima de recogida de RAEE no es adecuada para medir el éxito en la gestión de los residuos electrónicos, ya que algunos productos, en particular los equipos fotovoltaicos y de aire acondicionado, las lavadoras y los frigoríficos, tienen una vida útil de entre 15 y 20 años. Esto hace que el objetivo mínimo del 65%, basado en los tres años anteriores, carezca de sentido, ya que no considera parámetros más concretos, como la reducción del consumo o el comportamiento circular del consumidor.
Una alta tasa de recogida de RAEE no necesariamente refleja la circularidad. Solo indica que los residuos son descartados y depositados una vez que dejan de ser útiles
Teniendo en cuenta lo anterior, ¿cuáles estima que son las principales deficiencias de esta metodología?
Los objetivos de recogida no incentivan la transición a una economía circular, ya que ésta depende de que los aparatos en mayor medida se reparen y se reutilicen para extender su vida útil, evitando precisamente su deposición y posterior recogida. Hace veinte años, este enfoque tenía sentido debido a la ausencia de la recogida separada de residuos. Sin embargo, ahora que buscamos una verdadera economía circular para los productos, basar el progreso únicamente en un objetivo de recolección no resulta eficaz. Una alta tasa de recolección de RAEE no es siempre indicativo de economía circular, ya que solo muestra que los residuos son descartados y depositados una vez que pierden su utilidad, sin aportar mayor información sobre si posteriormente son reutilizados o reciclados de manera efectiva.
La metodología de la tasa mínima de recogida de RAEE debería considerar todos los elementos de la economía circular, como la reducción del consumo, el impacto económico global, las tendencias del mercado o el comportamiento circular de los consumidores. Estos aspectos conforman un conjunto más completo y robusto de información para evaluar la circularidad. La legislación debe establecer indicadores de rendimiento alternativos que estén más alineados con los principios y objetivos de una verdadera economía circular.
¿Qué métricas o enfoques alternativos propone el WEEE Forum para evaluar el éxito de la gestión de RAEE?
Estamos explorando actualmente alternativas eficientes para desarrollar un enfoque más centrado en la circularidad de los procesos, por lo que aún no tenemos una solución concreta. De momento nos hemos unido a otras entidades interesadas en investigar y abordar este tema en profundidad.
Más allá de la legislación básica sobre residuos, la Unión Europea requiere un marco de políticas que gestione los materiales desde una perspectiva circular. No podremos alcanzar los objetivos climáticos sin adoptar prácticas más circulares. Además, reducir nuestra dependencia de materiales externos fortalecerá nuestra resiliencia y sostenibilidad a largo plazo.
No podremos alcanzar los objetivos climáticos sin adoptar prácticas más circulares
Para optimizar la colaboración entre actores en la gestión de RAEE, ¿qué requisitos y enfoques técnicos identifica el WEEE Forum?
En mi opinión, lo que necesitamos es reunir a todos los actores en una misma mesa para compartir ideas y colaborar. En países como Italia y Francia ya se está aplicando esta metodología mediante los llamados “centros de coordinación”, lo cual resulta efectivo porque se puede implementar a distintos niveles y permite dar voz a cada uno de los implicados en aspectos específicos del proceso.
Es fundamental asegurar que identificamos a todos los actores de la cadena de los residuos electrónicos para que sus decisiones y conocimientos se tomen en consideración. De esta manera, resultará más sencillo garantizar una gestión más eficiente y coherente desde la perspectiva de la economía circular y la sostenibilidad.
Además, urge implementar medidas destinadas a fortalecer la confianza entre el mercado y la sociedad. La comunicación juega un papel clave para motivar a todos a participar activamente en la recogida de RAEE, el reciclaje y las etapas posteriores. Cuando se establece un diálogo abierto y transparente, se genera confianza, lo que eventualmente permitirá que este mercado se fortalezca y las prácticas más sostenibles y responsables sean la norma.
Cuando se establece un diálogo transparente, se genera la confianza para un mercado de RAEE robusto donde las prácticas sostenibles son la norma
De cara a mejorar la gestión de los RAEE, ¿qué papel considera que desempeñará la innovación tecnológica?
Creo que la inteligencia artificial será clave para el futuro de este campo. La IA proporcionará un apoyo significativo en diversas tareas, especialmente en el desmantelamiento y la separación de materiales. Además, toda esta información se integrará adecuadamente en el Pasaporte de Productos Digitales (PPD) propuesto por la Comisión Europea. Este documento será fundamental para obtener información detallada sobre los productos comercializados, así como sobre sus componentes y partes. Actualmente, tanto el WEEE Forum como otras organizaciones estamos colaborando en proyectos vinculados a esta iniciativa, con el fin de determinar su rumbo y los aspectos específicos que deberá abordar.
¿Considera que el sector de los RAEE está preparado para afrontar estos cambios?
Resulta complicado hablar en términos generales sobre este tema, ya que algunos gestores de RAEE están comprometidos a liderar el cambio hacia una economía circular, mientras que otros todavía se encuentran más rezagados. Uno de los problemas que encontramos es que la economía lineal resulta más sencilla de implementar que la circular, ya que esta última demanda de visión colectiva e interacción entre actores a diferentes niveles, mientras que el modelo tradicional establece una cadena directa entre el suministrador y el cliente.
En el camino hacia una verdadera economía circular, las expectativas y responsabilidades para los gestores de RAEE crecerán significativamente. Muchos de los desafíos están relacionados con lograr una mayor transparencia y responsabilidad entre todos los actores involucrados. Por ejemplo, los fabricantes deberán tener en cuenta la condición de fin de residuo, mientras que los recicladores necesitarán información detallada sobre el diseño de los productos para desmantelarlos de forma más eficiente y eficaz.
Creo que la inteligencia artificial será clave para el futuro de este campo. La IA proporcionará un apoyo significativo en diversas tareas, especialmente en el desmantelamiento y la separación de materiales
De implementarse las acciones propuestas por el WEEE Forum, ¿cómo proyecta la evolución del modelo de gestión de RAEE en Europa?
El escenario ideal sería aquel en el que los ciudadanos cuentan con la información necesaria para gestionar sus residuos RAEE de manera adecuada, llevándolos a puntos de recogida al final de su vida útil para recuperar componentes, en lugar de conservarlos en sus hogares. Además, en este panorama, la reparación sería una opción más común y accesible. Creo que en los próximos años la responsabilidad de los consumidores y de la sociedad en su conjunto se incrementará significativamente.
Este escenario también permitiría aprovechar al máximo los materiales críticos presentes en los dispositivos electrónicos, elementos esenciales para la transición energética. En los próximos años, será necesario alcanzar un consenso a nivel industrial sobre si los productos deben tener una vida útil más prolongada o ser más fáciles de desmontar para su reciclaje posterior. En última instancia, el cambio de modelo implicará una mayor colaboración entre todos los actores involucrados, como mencioné anteriormente, y un aumento significativo en la concienciación sobre la importancia de reciclar y gestionar adecuadamente los RAEE.
Cada actor tiene la posibilidad de tomar la iniciativa y contribuir al movimiento hacia la economía circular desde su ámbito de acción. Sin embargo, si no abordamos y mejoramos todos los aspectos mencionados, la transición hacia un modelo circular seguirá siendo solo una aspiración, en lugar de convertirse en una realidad tangible.
